Susana Jiménez, presidenta de la CPC: “La mayoría de los chilenos apoyó la lectura que hizo Kast de las necesidades urgentes en materia de seguridad, de empleo y de inversión”
En lo económico, Susana Jiménez vinculó el amplio triunfo del candidato republicano con los resultados macroeconómicos débiles del actual gobierno. Además planteó la necesidad de que, en sus primeros días de mandato, Kast saque adelante medidas administrativas que no requieren del Congreso, para agilizar la inversión, y dijo que los mercados ya estaban anticipando su triunfo por percibirse como más promercado y proinversión que su rival.
La presidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Susana Jiménez, es de profesión economista, por lo que en su análisis de los resultados electorales y de la problemática contingente denota una mirada menos politizada y más técnica, sobre todo cuando aborda las temáticas económicas, su especialidad. Y ahí hace un énfasis en la necesidad de acelerar medidas que reimpulsen un crecimiento económico que se ha mantenido débil en los últimos años.
Y en lo netamente electoral, se muestra sorprendida ante la gran diferencia establecida entre el candidato triunfador, José Antonio Kast, y la oficialista Jeannette Jara.
¿Cuál es su mirada del resultado de la elección presidencial, sobre todo de la gran distancia que hubo entre los postulantes a La Moneda?
-Es una diferencia muy sustancial, es un resultado que probablemente está en el rango alto de lo que había podido pronosticarse del triunfo de José Antonio Kast. Da cuenta de que la mayoría de los chilenos apoyó la lectura que hizo él de las necesidades urgentes en materia de seguridad, de empleo y de inversión. En ese sentido, supo leer muy bien cuáles son las prioridades que hoy día tiene la ciudadanía, con una propuesta que probablemente se basa más en las libertades, en el emprendimiento privado, en ordenar las cuentas fiscales y en hacerse cargo de un país que ha estado deteriorado y que particularmente en los últimos años ha tenido malos resultados. Y, por otro lado, probablemente a la candidata Jara se le vio como la continuidad de un gobierno que no ha tenido un buen desempeño, al menos desde el punto de vista de los indicadores que uno puede seguir.
¿A qué indicadores se refiere? La defensa del gobierno a esas críticas ha sido plantear que contuvo la inflación, que ha aumentado el crecimiento, pese a que todavía es bajo, y que ha creado empleos.
-La verdad es que eso es lo que se trata de instalar, pero las cifras dicen otra cosa: tenemos un crecimiento promedio que probablemente en estos cuatro años va a ser ligeramente inferior a 2%, que se compara con una historia, de los famosos 30 años, cuando crecíamos sobre 5% en promedio. Además, estamos creciendo bajo el resto del mundo, por lo tanto, tampoco podemos echar la culpa a las condiciones externas. De hecho, hemos tenido un precio del cobre que en los últimos cuatro años ha promediado del orden de 420 centavos la libra, muy superior a lo que veíamos en años anteriores. Entonces, el resultado desde el punto de vista del crecimiento económico ha sido débil.
Y si uno mira las cifras de empleo, la verdad es que llevamos prácticamente 34 trimestres móviles con un desempleo sobre el 8%, por lo tanto, difícilmente uno podría decir que ha sido un resultado positivo del mercado laboral. Y en cuanto a la inflación, fue puntualmente alta producto de políticas como los retiros de los fondos de pensiones y un aumento de gasto sustancial, pero que fue puntual, producto de la pandemia y que evidentemente iba a tener efectos en los mercados del punto de vista de presiones inflacionarias y que el Banco Central, haciendo una política monetaria restrictiva, logró reducirlo paulatinamente. Recién el próximo año vamos a llegar a la meta del Banco Central del 3%. Pero eso es a pesar de un gasto del Estado que no logró consolidar una convergencia de equilibrio fiscal: todo lo contrario, fueron los últimos tres años de aumentos del déficit fiscal más allá de las propias metas que se impuso el gobierno. Entonces, al menos desde el punto de vista económico, los resultados macro han sido más bien débiles.
De alguna manera, el resultado electoral podría recordar a aquella frase célebre de la campaña de Bill Clinton: “es la economía, estúpido”. ¿Podría haber sido un elemento definitorio en la elección?
-Yo diría que son dos elementos: la economía, sin duda, tiene un impacto por todas las cifras antes señaladas, pero también el tema de seguridad. Yo creo que el deterioro, sobre todo en la percepción de temor, en actos de alta connotación violenta, en una migración que ha estado bastante desregulada, ha sumado un ambiente en el cual la gente está con más expectativas de que efectivamente se requiere lo que acuñó la candidatura de Kast, de este gobierno de emergencia, que esperamos que trascienda la campaña y se haga cargo de esos dos focos, volver a incentivar la inversión, el crecimiento y con eso el empleo formal. Por otro lado, también que tome medidas concretas para resguardar la seguridad en el país, que es muy importante para el bienestar de las personas, y también para el progreso y el desarrollo económico, dos factores que yo diría que están en las demandas ciudadanas y que probablemente se espera una respuesta más efectiva por parte de la candidatura de Kast y eso explica esa diferencia.
¿Cree que se va a notar de inmediato un incremento en la inversión o, por ejemplo, en la vuelta de los flujos de capitales que salieron del país en los últimos años?
-Yo diría que ya ha habido un efecto anticipatorio que lo han mostrado los mercados, que se anticiparon a este resultado, al menos a que ganara José Antonio Kast. Eso habla de expectativas positivas hacia adelante y eso tiene mucho que ver con esta percepción de que es una candidatura que es más promercado, más proinversión y que está decidida a tomar medidas en esa línea y, por lo tanto, reducir burocracia, rebajar impuestos, simplificar el sistema, reducir costos laborales; existe cierta expectativa de que ese que es un consenso técnico relativamente amplio de que es lo que hay que hacer. Ahora, va a ser bien importante lo que se haga en los primeros meses en esos temas que podrían efectivamente mover la aguja. Nosotros hicimos nuestros pronósticos de crecimiento para el próximo año que están en torno a 2,5%, pero efectivamente un cambio de expectativa puede generar un mayor impulso en toda la inversión y en el desarrollo de proyectos, partiendo por destrabar lo que hoy día está muy trabado en la propia burocracia estatal.
¿Cuáles serían las primeras medidas que debiera adoptar un gobierno de José Antonio Kast, teniendo en cuenta que no va a tener mayoría en el Congreso, por lo tanto, tendrían que ser medidas administrativas?
-Hay medidas administrativas importantes y medidas legislativas que probablemente no se pueden aprobar en el corto plazo, pero que se pueden presentar y dan ciertas señales. Creo que materias tributarias son importantes que se presenten en el Congreso; que lo que se ha anticipado en cuanto a simplificar la entrega de permisos, simplificar algunas medidas administrativas del sistema de evaluación ambiental, que han tendido a generar mayor regulación en vez de ser guías que permitan dar certezas jurídicas a los titulares de proyectos, son temas que van a generar cierto ambiente positivo para la inversión.
También en materia laboral, el hecho de que se puedan presentar medidas que vayan en la línea de dar mayor flexibilidad y adaptabilidad laboral, que en parte dependen de dictámenes y medidas infralegales. Y otras que van a requerir entrar al Congreso, pero ya ingresando esos proyectos e iniciando el debate legislativo son señales importantes que se van dando en pro del crecimiento económico. Así que yo diría: los temas tributario, laboral y medioambiental son las prioridades. Eso desde el punto económico, por supuesto. Sobre seguridad también hay muchas medidas que tomar.
¿Cuáles son las debilidades que debería afrontar Kast?
-Las dificultades tienen más que ver con las necesarias reformas políticas, porque tenemos un Congreso bastante atomizado, lo cual no impide que logres una mayoría parlamentaria perfectamente legitimada, pero es difícil pensar que uno va a alcanzar grandes consensos con el nivel de atomización que tiene hoy día el Congreso. Y lo otro, que es más de largo plazo, tiene que ver con el estatuto administrativo. En la medida que tienes que gobernar con los mismos funcionarios, muchos que son de excelente desempeño, pero otros que no están sujetos a evaluación de desempeño como en el sector privado, cuesta hacer cambios.
¿Usted no tiene la duda que planteó la excandidata Evelyn Matthei y sus economistas respecto a los recortes fiscales que planteó Kast?
-Desconozco el detalle de dónde se busca hacer ese recorte, pero sí creo que hay un equipo económico fuerte y bueno detrás de la candidatura de José Antonio Kast y creo que responsablemente han visto dónde se pueden hacer esos recortes. Los timings, por supuesto, son más difíciles, uno no sabe si esto se puede hacer en 18 meses o si va a ser más largo; tampoco sabemos cuán necesario es hacer gastos tan fuertes, porque lo que busca la reducción de gastos es el equilibrio fiscal y, sabemos que hoy día vemos altos precios del cobre y si se avanza en recaudación, en eliminar espacios de abuso de recursos fiscales, lo que vas a requerir son reducciones de gastos o más pausadas o no tan grandes, como las que se han anunciado. Pero no lo veo como una dificultad imposible de lograr, porque hay que racionalizar los gastos. Ojalá que los ingresos fiscales se vean favorecidos por mejores términos de intercambio y precios de los commodities y pienso que es una discusión que era necesario dar, dada la tendencia que han mostrado las cuentas fiscales.
¿No preocupa la eventualidad de recortes en programas sociales, que era lo que planteaba la candidata Jara?
-Nunca se ha planteado, más allá de los propios debates, al alero de las campañas presidenciales, recortes en programas sociales, sino que más bien racionalización de gastos. Sabemos que hay programas sociales que están mal evaluados y muchas veces están mal evaluados, porque justamente hay una necesidad, pero no está llegando a la persona que tú quieres beneficiar, sino que buena parte de esos recursos se quedan en la burocracia estatal o hay programas duplicados o hay personas que acceden a beneficios sin tener las características para ser sujeto de esos beneficios. Todo lo que sea corregir, revisar y hacer que lo que se gasta en ayudas sociales realmente cumpla con el objetivo buscado, es algo que era necesario hacer.
¿No temen que la posibilidad de recortes en programas sociales genere reacción social en las calles?
-No esperaría que en una elección democrática sea una alternativa empezar a establecer que pueda haber manifestaciones en contra de un gobierno democráticamente electo. Y el sistema político debe cultivar también una relación constructiva, o sea, si hay consenso detrás de ciertas ideas, como el crecimiento económico o la seguridad, si hay un apoyo tan masivo en la ciudadanía, yo me esperaría que el mundo político sea constructivo en favor de tomar las medidas necesarias para cumplir con esa expectativa de la ciudadanía, y que tanto el mundo político como la sociedad civil tengan claro que la violencia no lleva a ninguna parte y que lo que tenemos que tratar de hacer es generar las condiciones para que el país realmente logre ese mayor progreso que le llegue a todas las personas y eso requiere el esfuerzo de todos.
Respecto al eventual equipo económico de Kast, se ha planteado la posibilidad de Jorge Quiroz como ministro de Hacienda. Sin embargo, Quiroz no tiene experiencia fiscal, sino más bien en microeconomía, y además tiene esta carga de acusaciones sobre sus eventuales ligazones con casos de colusión. ¿Es un buen nombre para ustedes?
-De nuevo, creo que las acusaciones tienen mucho que ver con el calor de la campaña presidencial. Si incluso es bien sabido que personas que han estado en el gobierno actual también participaron desde sus experiencias legales o económicas en casos que han pasado por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y eso no significa, en ningún caso, una participación o un apoyo a situaciones que son contrarias a la competencia.
Dicho eso, Jorge Quiroz es un economista muy reconocido, tiene mucho conocimiento de los mercados, ha participado en su vida privada en una serie de estudios y asesorías de mercados específicos, y eso le da un gran expertise en temas micro. Los ministros de Hacienda no solo están viendo los equilibrios fiscales del Estado, sino que tienen una última palabra en temas sectoriales y por lo tanto, tener a las personas más idóneas en cualquiera de esas carteras es fundamental para el buen desarrollo del país. Es un buen nombre el de Jorge Quiroz, tiene conocimiento específico del mundo privado y es un activo del cual se carecía al menos a los inicios del gobierno actual, se valora que sea gente con experiencia y conocimiento la que llega a estas carteras.
Lo último
Lo más leído
1.
2.
5.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Cobertura completa, análisis y beneficios para todo el año 🔍🎁$3.990/mes SUSCRÍBETE