El Papa Francisco tomó la decisión más audaz hasta el momento para reformar las finanzas del Vaticano al crear un nuevo departamento con poderes más amplios que supervisará los asuntos económicos y administrativos, dijo el estado el lunes.

El Secretariado para la Economía será dirigido por el cardenal australiano George Pell, actualmente arzobispo de Sídney. Además, el Papa nombrará a un auditor con poder de supervisión.

Un panel asesor de ocho cardenales que aconsejan al Papa, en el que Pell está incluido, sugirió el nuevo departamento al pontífice la semana pasada.

Un departamento económico existente conocido como Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA) y que maneja los activos financieros e inmobiliarios, asumirá formalmente el rol del banco central del Vaticano.

La función y estructura del banco del Vaticano, conocido formalmente como Instituto para las Obras de Religión (IOR), no sufrirá cambios por el momento, dijo un portavoz.

Además, la Autoridad de Información Financiera del Vaticano (AIF), que se ha establecido en 2011 para monitorizar la adhesión de la Santa Sede a los estándares bancarios internacionales, mantendrá su función actual.