Es químico y podría ser el científico con la fórmula para acabar con el 70% de las muertes por cáncer
Un químico francés podría haber descubierto una falla sorprendente que es la que permite la propagación del cáncer por el cuerpo.

Muchas veces en silencio, poco a poco el cáncer se ha convertido en una enfermedad que mata a más personas y peor aún, ataca más temprano. Los factores de riesgo -como el sedentarismo, obesidad y mala alimentación- tienen en la actualidad mayor presencia en las conductas de millones de personas. ¿Lo más preocupante? Los tumores que solían estar presentes en edades avanzadas ahora han comenzado a aparecer antes de los 50 años.
Por ejemplo, un estudio del Brigham and Women’s Hospital, dependiente de la U. de Harvard, reveló que la incidencia de cánceres de aparición temprana, incluidos los de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas, ha aumentado sostenidamente a nivel global, un alza que comenzó alrededor de 1990.
Este es el científico que podría acabar con el 70% de las muertes por cáncer
En Chile, más de 7 mil personas menores de 50 años son anualmente diagnosticadas con cáncer, según la Organización Mundial de la Salud. De ellos, 2.652 son hombres y 4.535 mujeres. A esto se suma que la mortalidad por cáncer en Chile ha subido 109% en los últimos 30 años, según datos del Ministerio de Salud.
Si bien esta alza puede estar relacionada con que ahora son más las personas que llegan a edades mayores -y las posibilidades de tener esta enfermedad aumentan-, hay otros factores directamente involucrados con este fenómeno.

Al mismo tiempo, existen otros tipos de cáncer que están aumentando, incluso en menores de 40 años, pero todavía se desconocen los motivos. Hay muchas teorías, como, por ejemplo, la alimentación, la contaminación ambiental, el inicio precoz del tabaquismo, pero no hay una causa precisa y bien conocida por la cual el cáncer en personas jóvenes esté aumentando.
Según investigadores de Harvard, las personas siguen dietas menos saludables, se mueven y duermen menos y beben más alcohol que en décadas anteriores. De hecho, ocho tipos de cáncer están relacionados con el sistema digestivo. Esto llevó a que en 2021 por primera vez el cáncer pasó a ser la principal causa de muerte en Chile.
A esto se suma que la obesidad mundial casi se ha triplicado desde 1975 hasta la fecha. El consumo de alcohol per cápita también ha sufrido un gran avance, sobre todo en Chile, y a edades más tempranas. La Sociedad Americana del Cáncer advirtió que las personas nacidas a partir de 1990 poseen el doble de riesgo de tener cáncer de colon, y el cuádruple de cáncer de recto, en comparación con los nacidos en 1950.
Un estudio de este organismo, publicado en The Lancet Public Health, concluyó que “cada generación sucesiva nacida durante la segunda mitad del siglo XX ha tenido una mayor incidencia de muchos tipos comunes de cáncer, en comparación con las generaciones anteriores”.
El más letal de los cánceres
Pero ahora, científicos del Instituto Curie, del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS) y el Instituto Nacional Francés de Investigación Médica y de Salud (Inserm), liderados por Raphaël Rodriguez acaban de desarrollar una nueva clase de moléculas capaces de destruir las células cancerosas refractarias a los tratamientos estándar y responsables de la metástasis recurrencia de la enfermedad.

Rodriguez trabaja en lo que para muchos podría convertirse en uno de los avances médicos más significativos en la lucha contra el cáncer.
El científico lidera un equipo de investigadores que ha descubierto una debilidad en los mecanismos biológicos que impulsan la metástasis, el proceso por el cual el cáncer se propaga por el cuerpo, responsable de casi el 70 % de las muertes por cáncer.
Este avance crucial en la lucha contra el cáncer metastásico se basa en la identificación del sitio celular donde se inicia la ferroptosis, un proceso natural catalizado por el hierro que desencadena la degradación oxidativa de las membranas celulares, generando la metástasis.
Sus prometedores resultados preclínicos fueron publicados el pasado 7 de mayo en la revista Nature.
La debilidad de los tratamientos para el cáncer que este químico podría cambiar
Los tratamientos actuales contra el cáncer se dirigen principalmente a las células tumorales primarias que proliferan rápidamente, pero estos no eliminan eficazmente las células cancerosas específicas capaces de adaptarse a los tratamientos existentes y que presentan un alto potencial metastásico, que es lo que finalmente provoca más del 70 % de las muertes por cáncer.
La nueva clase de pequeñas moléculas diseñadas por el equipo de Rodriguez provocan la destrucción de las membranas celulares y, por lo tanto, la muerte celular.
El estudio se basa en las extraordinarias propiedades de las denominadas células cancerosas persistentes farmacotolerantes, que son las que tienen un alto potencial metastásico. Estas últimas expresan una gran cantidad de la proteína CD44 en su superficie, lo que les permite internalizar más hierro, haciéndolas más agresivas y capaces de adaptarse a los tratamientos estándar.

En consecuencia, estas células son más sensibles a la ferroptosis, un proceso de muerte celular catalizado por el hierro, que provoca la oxidación y la degradación de los lípidos de la membrana.
Gracias a la química innovadora desarrollada por el equipo dirigido por Raphaël Rodriguez, los investigadores demostraron que la muerte celular iniciada por el hierro en los lisosomas puede alterar la estructura de los compartimentos de la membrana intracelular.
Rodríguez desarrolló esta molécula en colaboración con investigadores de diversas disciplinas, como química, biología celular e inmunología. Los ensayos preclínicos con ratones han demostrado que la molécula no solo inhibe la transformación de los macrófagos, sino que tambiénralentiza el desarrollo de tumores metastásicos. Este enfoque de varios pasos abre el camino hacia tratamientos que no solo combaten el tumor primario, sino que también detienen la propagación del cáncer.
Gracias a estos descubrimientos iniciales, los científicos concibieron y sintetizaron con éxito una nueva clase de moléculas pequeñas capaces de activar la ferroptosis: los degradadores de fosfolípidos.
Estas moléculas poseen un fragmento que les permite dirigirse a la membrana celular (membrana plasmática) y acumularse posteriormente en los lisosomas mediante endocitosis, así como otra parte que se une al hierro, abundante en este compartimento de las células cancerosas prometastásicas, y aumenta su reactividad, desencadenando así la ferroptosis.

La molécula fentomicina (llamada Fento-1) fue diseñada para ser fluorescente, lo que permitió a los científicos visualizarla en la célula mediante microscopía de alta resolución, así como confirmar su localización en los lisosomas.
Tras la administración de Fento-1, los investigadores observaron una reducción significativa del crecimiento tumoral en modelos preclínicos de cáncer de mama metastásico, además de un pronunciado efecto citotóxico en biopsias de pacientes con cáncer de páncreas y sarcoma, confirmando así la eficacia del tratamiento a nivel preclínico para estos cánceres, para los cuales la eficacia de la quimioterapia estándar es limitada.
Aunque se necesitan pruebas clínicas que demuestren que esta capacidad de inducir ferroptosis, Rodriguez y su equipo están esperanzados en que podría servir como una terapia que complemente la quimioterapia actual en la lucha contra el cáncer, especialmente al dirigirse a las células cancerosas que son pro-metastásicas y refractarias a los tratamientos estándar.
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