"Una nueva realidad demográfica sugiere una nueva realidad pedagógica"

Si un estudiante no habla el idioma en que está aprendiendo a leer, es imposible que aprenda comprensión lectora, indica a Qué Pasa el experto en uso del lenguaje en contextos multiculturales de la U. de Boston, Patrick Proctor. Chile, dice, hoy requiere modificar sus currículos escolares con el bilingüismo y la interculturalidad como puntos de partida.


La cifra de inmigrantes a nivel nacional es aún baja si se consideran los estándares internacionales que hablan, por ejemplo, de un promedio 10% de la en los países de la Ocde, número que en naciones como Canadá o EE.UU,,  superan el 20%.

En Chile, datos del INE, muestran que en el Censo de 1992 representaban el 0,7% del total de la población. Para 2002 era el 0,8%, los que en 2005 subió a 1,2%, en 2010 fue 1,3%, la que en 2014 subió a 1,8% y el en último Censo se indica es de 4,4%.

El crecimiento en pocos años es innegable. Y presenta muchos desafíos al país, especialmente en un área: educación. Cada vez se tiene más conciencia sobre lo relevante que es integrar a los nuevos alumnos extranjeros a la educación chilena. Un aspecto muy relevante en este nuevo escenario, destaca Patrick Proctor, investigador en uso del lenguaje en contextos multiculturales de la U. de Boston, EE.UU., en entrevista a Qué Pasa, durante su visita a Chile en el contexto de una conferencia organizada por el doctorado en educación de la U. Alberto Hurtado.

Ante el aumento población inmigrante, ¿cómo debería enfocarse la práctica docente?

La práctica docente debería enfocarse en el desarrollo del lenguaje. Es un gran desafío aprender a leer en un idioma que no se habla en casa. En español, no es muy difícil aprender las letras del alfabeto y los sonidos para poder leer palabras. Lo más difícil es comprender el lenguaje que representa esas palabras. Si un estudiante no habla el idioma en que está aprendiendo a leer, es imposible que aprenda comprensión lectora. Una manera de aumentar el lenguaje es dejar que estudiantes hablen alrededor de los textos que leen. Los docentes tenemos que trabajar con textos que animen a nuestros estudiantes, cuyas ideas merezcan discusión y donde se relaten a sus vidas cotidianas.

¿Qué experiencias en ese sentido han resultado exitosas?

Recientemente, mis compañeros (Boston College) y yo hicimos una investigación en la cual desarrollamos un currículo de lectura, para estudiantes bilingües, basado en dimensiones de lenguaje. Por dos años, trabajamos con docentes y sus estudiantes, desarrollando lecciones basadas en textos que se trataban de la naturaleza, los derechos humanos, y la inmigración. Los métodos de instrucción se enfocaron en la discusión de lenguaje y temas del texto, con la idea que el uso de lenguaje por los estudiantes ayuda en su adquisición. En el tercer año del proyecto, hicimos un experimento cuasi-experimental que mostró que este modo de instrucción afectó positivamente al lenguaje y la comprensión lectora para estudiantes que recibieron esta forma de instrucción.

¿Los profesores tendrían que ser formados en esa visión inter-lingüística?

Sin duda. Cada profesor puede aprender algo de los idiomas que se hablan en sus clases. Esto no significa que necesitan hablar estos idiomas, sino saber algo de su historia, su alfabeto, y las relaciones entre español y otros idiomas. En el caso chileno, el problema es manejable en que el único idioma en cuestión, por ahora, es el creol - haitiano.

¿Los currículos escolares también tendrían que ser modificados? ¿De qué manera?

Lo que sería mejor que modificar currículos escolares es diseñar currículos escolares con el bilingüismo y la interculturalidad como puntos de partida. Una nueva realidad demográfica sugiere una nueva realidad pedagógica.

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