Revista Que Pasa

El misterio Dillinger

<font size="3">John Dillinger entr&oacute; a la leyenda despu&eacute;s de que agentes federales le dispararon a la salida de un cine en Chicago. Ten&iacute;a 31 a&ntilde;os. En plena Gran Depresi&oacute;n, fue el asaltante de bancos m&aacute;s famoso de Estados Unidos. Para el FBI era el enemigo p&uacute;blico N&ordm;1. Para miles de desempleados, una especie de Robin Hood. Johnny Depp lo revive en la nueva pel&iacute;cula de Michael Mann, &quot;Enemigos p&uacute;blicos&quot;, que llega a Chile el 30 de julio.</font>

Un hombre toma una pistola. Y construye su mito. Después diría que era una pistola de juguete. Un simple pedazo de madera, con el que logró reducir a varios guardias y protagonizar una de las fugas más cinematográficas de la historia. Ese mismo hombre saca una Colt de su bolsillo derecho, a la salida de un cine, y el mito cae derribado por tres disparos en un callejón de Chicago, el 22 de julio de 1934. Ese hombre es John Herbert Dillinger. Han pasado casi 75 años desde aquella noche fatal, pero su mito se niega a morir.

Y si los mitos en Estados Unidos se construyen en Hollywood, la historia de Dillinger ha desfilado ya en tres películas. Ahora es el turno del director Michael Mann ("Fuego contra fuego"), una marca registrada de calidad y potente cine de acción. El cineasta nació en Chicago, nueve años después de la muerte de Dillinger, cuando las historias en torno a este gángster aún hablaban de un tipo carismático y elegante, al que incluso se le atribuía tener un miembro viril de tamaño excepcional. Por algo Mann lo ha calificado como "el misterio Dillinger": "Un hombre que era capaz de planear y ejecutar meticulosamente un atraco a un banco y que era completamente incapaz de hacer planes sobre su propio futuro" (ver recuadro).

Revisar su vida en la prensa se lee como un pulp, como esas historias de detectives por entregas que fueron tan populares en la época de la Gran Depresión. Entretenidas y apasionantes de seguir. De su infancia, se sabe que nació el 22 de junio de 1903, en un típico hogar de clase media norteamericano, en Indianápolis.  Y que su madre murió cuando tenía apenas tres años, así que se puede imaginar a un Johnny que no se llevaba muy bien con su madrastra y con su estricto padre. En su adolescencia dejó el colegio y comenzó a llevar una agitada vida nocturna. Su padre, sin imaginar cómo terminaría su hijo, quiso alejarlo de las malas influencias de la ciudad y se mudó con toda su familia a una granja en Mooresville, Indiana.

A cambio de información sobre su paradero se ofrecían suculentas recompensas.

Ésta es la parte más desconocida de la historia de John Dillinger. Pero aquí se pueden encontrar indicios de lo que vendría después. Y así, tenemos a Dillinger nuevamente discutiendo con su padre por el que sería su primer problema con la justicia: el robo de un auto. Y luego una sucesión de hechos, con consecuencias inesperadas. Un breve paso por la marina, un matrimonio con una chica de apenas 16 años y una búsqueda infructuosa de empleo que terminó con Dillinger uniéndose a una pequeña banda y planeando el robo a una tienda. Todo resultó mal. Su partner, un tal Ed Singleton, se declaró inocente y recibió una sentencia de dos años. Siguiendo los consejos de su padre, Dillinger se declaró culpable: recibió dos condenas -de 2 a 14 años, y de 10 a 20 años- en la prisión estatal de Indiana. Después que cruzara las puertas de ese lugar, Dillinger nunca volvería a ser el mismo.

Aplaudido y buscado

La que sigue es la historia con la que Dillinger se hizo famoso. Salió de la cárcel el 10 de mayo de 1933, con libertad condicional, luego de haber estado recluido ocho años y medio. Según sus biógrafos, en prisión se convirtió en un tipo duro y amargado. Afuera, las cosas también habían cambiado, y Estados Unidos sentía los golpes de una implacable crisis económica.

En medio de ese panorama y con la ayuda de los amigos que conoció en la cárcel, Dillinger se dedicaría a lo que mejor supo hacer en la vida: asaltar bancos. Su primer golpe lo dio casi inmediatamente después de salir de prisión, en junio de 1933, en un banco de New Carlisle, Ohio. Con otros atracos similares se fue ganando la atención y cierta simpatía de los lectores de los diarios, que daban gran cobertura a sus atracos: en plena Depresión, era visto como un héroe. Asaltaba bancos, los mismos que habían llevado a la ruina a miles de norteamericanos, y por eso fue visto como una suerte de Robin Hood.

Johnny Depp como John Dillinger en la película "Enemigos públicos"

Así comenzó también otra de sus facetas más cinematográficas: la de las fugas. Lo arrestaron el 22 de septiembre de ese año. Y el 12 de octubre, mientras jugaba cartas, escapa de la cárcel del condado en Lima, Ohio, ayudado por amigos suyos que meses antes se habían fugado de la prisión estatal de Indiana.

Pero su fuga más famosa es la que protagonizó desde la cárcel del condado Lake en Crown Point, Indiana, en marzo de 1934. Una cárcel que, según las autoridades, era a "prueba de escapes". Poco antes de su huida, podemos ver a Dillinger con su gesto más reconocible: su pícara sonrisa. Una mueca que se hizo famosa en una sesión de fotos que se tomó junto al fiscal Robert Estill, antes de ser extraditado a Crown Point. Por culpa de esas fotos, este fiscal fue sacado de su cargo poco tiempo después. Allí se ve a un Dillinger de 30 años, de pelo castaño y contextura media. Y con su mueca dibujando una sonrisa. Quizá porque ya tenía en su cabeza una espectacular fuga que los diarios compararon con un western: como arma utilizó una pistola de madera para reducir a una docena de guardias.

Cuando salió, huyó en el auto de la alguacil, lo que según el FBI fue lo que finalmente le podría haber costado la vida: condujo desde Indiana hasta Chicago, cruzando la frontera entre Indiana e Illinois en un auto robado, violando así las leyes federales. A partir de ese momento, el FBI se le tiró encima. Con todo. Y lo declaró "el enemigo público N°1". A cargo de este organismo estaba el que en ese entonces era un desconocido funcionario: J. Edgar Hoover.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno!

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE