Sustentabilidad

Reciclaje, economía circular y Ley REP: Cómo las startups chilenas Resiter y I Am Not Plastic proponen soluciones innovadoras en la gestión de residuos

En un nuevo capítulo de Hub Sustentabilidad, la periodista Bárbara Pezoa conversó sobre los plásticos, la economía circular y la implementación de la Ley REP, a un año y medio de su entrada en vigencia, en una primera parte, con Julio Bertrand, CEO de Resiter, empresa que acompaña a las industrias en la gestión inteligente de sus residuos, y en una segunda parte, con Rodrigo Sandoval, fundador de I Am Not Plastic, la startup que ha logrado reemplazar algunos productos plásticos tradicionales por alternativas más sustentables para la vida cotidiana.

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Según datos de Naciones Unidas, cada año se generan en el mundo 430 millones de toneladas de plástico, dos tercios de estos productos tienen una vida útil extremadamente corta, muchas veces de apenas minutos. Esto genera una presión sobre los ecosistemas, especialmente cuando solo una fracción de estos plásticos es reciclada, y el resto termina en vertederos, ríos, océanos o incluso en nuestros cuerpos en forma de microplásticos.

En este escenario, Chile ha avanzado con normativas como la Ley REP, que obliga a los productores a hacerse cargo del ciclo completo de vida de los productos que introducen al mercado. A un año y medio de su entrada en vigencia, la implementación ha sido compleja pero necesaria, explican expertos.

En este contexto, en un nuevo programa de Hub Sustentabilidad de Radio Duna, dos casos chilenos ofrecen soluciones concretas desde perspectivas distintas pero complementarias: Resiter, que acompaña a industrias en la gestión inteligente de sus residuos, y I Am Not Plastic, una startup que busca reemplazar plásticos convencionales por materiales compostables.

Resiter: Economía circular para industrias que buscan dejar la basura

En una primera parte de la entrevista, Bárbara Pezoa conversó con Julio Bertrand, CEO de Resiter, quien sobre los desafíos culturales y económicos en torno a la gestión de residuos industriales en Chile. Su empresa, con más de 40 años de trayectoria, ha evolucionado desde el manejo de basura domiciliaria a liderar modelos de economía circular en sectores como la minería, hidrocarburos y agroindustria. “Lo que nosotros hemos aprendido como Resiter es que lo más importante es poner de acuerdo a las partes que conforman esa cadena del valor, y eso tiene que ver con un tema cultural, todos tienen que estar dispuestos a confluir a una solución única".

La Ley REP, aunque no afecta directamente al sector industrial, ha generado un cambio en el entorno, Bertrand asegura que hay una mayor concientización de la sociedad por gestionar estos residuos. Sin embargo, advierte que la ley no basta si no se produce una transformación cultural profunda.

Uno de los mayores obstáculos, según Bertrand, son los bajos incentivos económicos para reciclar: “si tú hoy día por disponer un residuo no tienes que pagar nada o tienes que pagar muy poco, pones pocos incentivos para que alguien invente una planta de tratamiento de plástico”. Con esto, para el CEO lo más complejo es que hayan incentivos económicos, porque esto no es solo filantropía o moda, es negocio.

En este sentido, Resiter ha impulsado proyectos como plantas de compostaje y de reciclaje de plásticos industriales, y también de alimentos proteicos a partir de residuos orgánicos. Sin embargo, insiste en que el éxito de estos modelos no depende solo de la tecnología, sino de la articulación entre actores: “el producto final no necesariamente vuelve a la empresa, vuelve al mercado, que somos nosotros, y si no hay una ley y concientización, nadie quiere pagarte porque tú tomes ese residuo”.

Finalmente, advierte que el avance no depende únicamente del Estado, haciendo un llamado a las empresas y la ciudadanía a persiste en las demandas para transformar el sistema. “Los cambios regulatorios se producen más que por una petición, por una tendencia”, comentó Bertrand.

I Am Not Plastic: compostaje para combatir el plástico

Desde una perspectiva más cotidiana, Rodrigo Sandoval, fundador de I Am Not Plastic, ofrece una alternativa directa a los plásticos de un solo uso. Su startup diseña productos compostables, como bolsas y envoltorios, que se degradan en seis meses. Bajo su lema “igual de práctico, pero sin plástico”, su propuesta muestra una ruta clara para la economía circular.

El problema del plástico, explica Sandoval durante la segunda parte del programa, no es su existencia, sino el uso masivo en productos que no necesitan durar tanto. “El plástico fue un descubrimiento tremendo, pero el único problemita es que dura mucho tiempo. Es tan bueno que dura mucho tiempo”. Ante esto, el error, dice, fue usar ese material para productos efímeros como bombillas o envoltorios.

Los materiales que usa la empresa, como el PLA o el PBAT, buscan replicar las propiedades del plástico convencional, pero con un ciclo de vida mucho más corto y amigable con el medio ambiente. Sin embargo, alcanzar esa combinación de funcionalidad y compostabilidad no ha sido fácil. “Hemos ido probando, obviamente prueba y error, no podemos negar que hay productos que a veces nos han quedado mejor, otros peor”, afirma Sandoval.

A través de innovación constante y pruebas técnicas, han logrado posicionar sus productos como una alternativa real, que no solo reduce residuos sino que impulsa un cambio de mentalidad, donde consumir de forma responsable también es elegir materiales que no dejen huella por siglos.

Para concluir, ambas alternativas, una desde el mundo industrial, apuntando a rediseñar el flujo de residuos hacia una economía circular, y otra desde el consumo cotidiano, buscan reemplazar productos plásticos por materiales que vuelven a la tierra.

La transformación hacia la economía circular no será posible sin articulación entre actores, sin incentivos claros, y sin una ciudadanía activa que empuje hacia un nuevo paradigma. Tal como explica Julio Bertrand: “la circularidad puede ser negocio, porque una reutilización de un bien que produce daño, al ser recircularizado, genera valor. Pero si contaminar es gratis, nada de esto va a funcionar”.

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