Estos son los cinco mitos más comunes del reciclaje

Estos son los cinco mitos más comunes del reciclaje

Aunque se trata de un concepto muy popular, existen muchas nociones erróneas en torno al reciclaje que se han ido desmintiendo gracias a la tecnología, que ha convertido esta acción en algo más sencillo para los consumidores.


24 mil toneladas al día. Esa es la cifra de desechos que se produce en Chile, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, y cuya tasa de reciclaje es apenas del 4%. Es así como el país está entre las naciones que más producen basura diaria por persona.

Y es que estamos en medio de una crisis climática y ambiental, por lo que reciclar es un acto desde la cotidianidad que puede ayudar a superar este período. Y aunque el reciclaje es un concepto del que se habla mucho, existen ciertos mitos que podrían estar perjudicando que se instale el hábito de hacerlo.

Desde National Geographic, un grupo de especialistas identificó cuáles son los cinco mitos más comunes del reciclaje.

Estos son los cinco mitos más comunes del reciclaje

1) No es necesario separarlo por materiales, lo junto todo y el municipio lo clasificará

Esto se llama sistema de reciclaje de “flujo único”. Muchas comunidades lo han adaptado y, por ende, se dejó de clasificar según el tipo de material (plástico, cartón, vidrio, etc.) y a tirar todos los productos en un mismo contenedor.

Esto es claramente más fácil para las personas, sin embargo, provoca que se colen materiales indeseables que entorpecen el reciclado, como cáscaras de fruta, marcos de madera y hasta aparatos electrónicos. En consecuencia, según el Container Recycling Institute, aunque aumenta la participación de personas que reciclan, el mantenimiento suele costar más.

Es necesario informarse de qué tipo de flujo de reciclaje utiliza tu municipio para que así sepas si debes separar los tipos de materiales o si, por el contrario, puedes desecharlos todos en un mismo contenedor.

2) Los productos hechos de más de un tipo de material no pueden reciclarse

Hace varias décadas, cuando se comenzó a reciclar, la tecnología era limitada y no se podían reciclar artículos compuestos por distintos tipos de materiales, como las cajas de jugo o leche tetrabriks o incluso los juguetes.

No obstante, ahora existen máquinas que pueden descomponer este tipo de elementos. Además, los fabricantes están constantemente trabajando en envases que sean más fáciles de reciclar. Esto significa que ya no es necesario separar el plástico de los cartones, las tapas de las botellas o quitar las grapas de los documentos.

3) Los objetos se pueden reciclar una sola vez ¿para qué molestarse?

Existen muchos materiales que pueden reciclarse indefinidamente, sin perder su calidad: vidrios y metales, entre ellos el aluminio.

En materiales como el papel, es cierto que las fibras diminutas que lo componen se dañan un poco cada vez que se recicla, sin embargo, la calidad del papel elaborado del reciclaje ha mejorado progresivamente durante los últimos años. Y cuando ya no pueden seguir siendo papel, se pueden convertir en materiales de más baja calidad, como hueveras de cartón o etiquetas de paquetes.

Después, el plástico solo se puede reciclar una o dos veces para volver a ser plástico, no obstante, los ingenieros siempre idean nuevas formas de reutilizarlo en otro tipo de materiales, como “madera” de plástico para plataformas o bancos, o incluso para el asfalto de las carreteras.

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Estos son los cinco mitos más comunes del reciclaje

4) Los programas de reciclaje le quitan el trabajo a los recolectores informales

Alrededor del mundo, son millones las personas que trabajan de manera informal recogiendo residuos reciclables y vendiéndolos. En su mayoría, se trata de un grupo vulnerable económica y socialmente que aporta mucho valor a la sociedad con su servicio, pues ayudan a liberar la calle de residuos y agilizan las labores de reciclaje.

Distintos estudios han demostrado que más de tres cuartos del total de los recolectores le venden lo que encuentran a negocios que están dentro de la cadena de reciclaje, por lo que no se trataría de una competencia, sino que ambos personajes conviven y ayudan a las ciudades a reciclar.

5) Reciclar no brinda beneficios al planeta

¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre con lo que reciclas? Muchas personas no saben qué pasa después de tirar los elementos al contenedor y, por tanto, se genera una especie de escepticismo de si realmente es efectivo o no. Sin embargo, muchos datos y estudios respaldan que los beneficios del reciclaje para el planeta son evidentes.

Por ejemplo, el reciclaje de latas de aluminio ahorra un 95% de la energía necesaria para fabricar latas nuevas; el reciclaje de papel ahorra cerca de un 60% y el de plástico y vidrio casi un tercio, en comparación a la fabricación a partir de materiales vírgenes.

Es por ello que gobiernos de todo el mundo, incluido el de Chile, realizan campañas, programas e incluso leyes para incentivar no solo a los consumidores, sino a las grandes empresas, a reutilizar y reciclar materiales que, de no ser reciclados, se suman al porcentaje de desechos que tardarían hasta más de 500 años en desaparecer del planeta.

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