El Buen Mentiroso: Mirren y McKellen ponen su talento al servicio del suspenso

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Mañana debuta en el país el thriller dirigido por Bill Condon donde por primera vez los actores británicos coinciden en pantalla. Un thriller donde un veterano artista del engaño trata de apoderarse del dinero de una viuda.


En 2001, y a pesar de que ambos llevaban largo tiempo como figuras del teatro británico, Helen Mirren e Ian McKellen coincidieron por primera en un montaje: la interpretación de Richard Greenberg para La Danza de la Muerte –también conocida como Danza Macabra-, del sueco August Strindberg. En aquel montaje de Broadway, Mirren, de entonces 56 años de edad, y McKellen, de 62, encarnaron a la atribulada pareja compuesta por el militar Edgar y su esposa, la ex actriz Alice.

Casi una década más tarde, los actores vuelven a coincidir, pero en esta ocasión en la pantalla grande, en la versión fílmica de la novela de The Good Liar, de Nicholas Searle. Pero no solo han pasado los años y ellos ya son parte de la llamada tercera edad, sino que ambos se han convertido en estrellas de cine; con McKellen para siempre marcado por su rol de Gandalf, en la saga fílmica de El Señor de los Anillos, y Mirren como la ganadora del Oscar por La Reina.

Dicha adaptación literaria, titulada El Buen Mentiroso y que llega mañana a salas nacionales, se inicia cuando el octogenario viudo Roy Courtnay (McKellen) conoce a través de un sitio de citas en línea a Betty McLeish (Mirren), una viuda que a sus setenta y tantos años disfruta de una buena existencia, a pesar de solo tener en su vida a su nieto. Tras un primer encuentro en una cena, el público conoce las verdaderas intenciones de Courtnay, que están muy lejos del romance. Él es un artista del engaño que busca apoderarse de la pequeña fortuna de la profesora jubilada.

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Pero los negocios de este activo anciano apuntan más alto y junto a su socio, Vincent (Jim Carter), se unen a un par de inversionistas para su vez engañar a dos hombres de negocios rusos, haciéndoles poner su dinero en la adquisición de una propiedad en el caribe. De forma paralela, Roy logra de que Betty lo invite a quedarse con ella, en la amplia casa que posee lejos del centro de Londres, y poco a poco va conquistando a la mujer, a pesar de la tensa relación que tiene con el desconfiado nieto de ella: Steven (Russell Tovey).

No pasa mucho tiempo para que aparezca en dicha casa Vincent en el papel de contador y consejero financiero de Courtnay, sugiriendo de manera casual que este último y Betty combinen sus ahorros en una sola cuenta corriente, para así lograr un mayor interés. Aunque la relación nunca llega a lo físico, el maduro estafador va envolviendo a su víctima para lograr su objetivo, hasta que un viaje de la pareja a Berlín dará un nuevo y complejo sentido a este relato anclado en el thriller.

Bajo la dirección de Bill Condon (La Bella y la Bestia), quien ya había trabajado con McKellen en la premiada Dioses y Monstruos, la pareja de actores británicos despliega una vez más su talento en una cinta que da una nueva mirada al género del suspenso, con personajes que pueden pertenecer a la tercera edad, pero están muy lejos de reflejar decadencia por la forma en que enfrentan sus vidas y planes, sean correctos o incorrectos.

"He tenido la oportunidad de hacer películas grandes en mi vida, donde tienes ejércitos de personas en el set. Sin embargo, en medio de eso, también sueñas con más que nada tener un guión inteligente y unos pocos actores geniales", le aseguró Condon a Variety, agregando que en El Buen Mentiroso logró conjugar esos últimos ingredientes, experimentado además "un real enfrentamiento actoral entre estas dos leyendas ".

Al respecto, Helen Mirren, en conversación con Entertainment Weekly, afirmó que la cinta se destaca por el guión y su encuentro en pantalla con McKellen, pero también porque tiene como ingrediente esencial las edades de sus personajes. "Fue una combinación de Ian, yo y, por supuesto, el director, Bill Condon. Es un guión muy interesante, un thriller maravilloso y retorcido que pensé sería divertido. Pero además es bueno hacer una película sobre personas mayores, que no sea sobre el Alzheimer o el cáncer, si sabes a lo que me refiero", comentó la actriz entre risas.

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