Francisco Ortega: "Este libro es sobre mi educación marciana"

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El autor publica Alienígenas chilenos (Planeta), en el cual explora folklore, oralidad y testimonios locales sobre el misterio extraterrestre. "En estas páginas hay escapismo, mito y conspiración, pero también hay un dos porciento -o tal vez un poco más- de política contingente porque no se puede escapar de ello, nos guste o no", dice en esta entrevista.


1. PRIMER AVISTAMIENTO

Alienígenas chilenos es un libro extraño. A ratos se lee como un reportaje sobre folklore y alienígenas, y luego salta al pasado, a la biografía del autor: Francisco Ortega (1974); y entonces regresa al folklore, al mito y a las conspiraciones.

Casos como los que siguen.

Pirámides mapuches.

El astronauta gigante de Atacama.

El foo fighter del Wall Mapu.

Los encuentros cercanos de O´Higgins.

Las abducciones en Chiloé.

Los expedientes secretos de Augusto Pinochet.

Y el Área-51 de Tocopilla Arrival en la Antártica.

Dice Francisco Ortega que Alienígenas chilenos surgió de conversaciones con su editor en Planeta (Diego González). Que era un libro de historias de campo, de rescate de mitos sobre "tradición perdida del realismo fantástico chileno". Que era como la segunda parte de Dioses Chilenos. Que incluso se iba a llamar Demonios Chilenos.

"Empecé a armar un libro bien funcional con historias de Ovnis sucedidas en Chile, recontarlas como si fueran cuentos, pero algo no cuajaba", cuenta.

Regresó a las páginas de Demonios chilenos y se percató de que las historias de duendes y seres eran básicamente historias de "alienígenas chilenos".

Así apareció la estructura y espíritu de este, Alienígenas chilenos, su nuevo libro, el cual puede leerse como una novela de auto-ficción personal con platillos voladores, conspiraciones y seres alienígenas.

"Y por otro lado puede leerse a lo inverso, como un libro de no ficción de platillos voladores, mitos, conspiraciones y seres alienígenas que cohabitan dentro de una novela de auto-ficción muy personal", dice. "Es como la amalgama entre un engendro jjbeniteziano con un artefacto fuguetiano".

-El título dice Alienígenas chilenos, pero este es un libro sobre apariciones en general. Se conecta con mitos locales, folklore criollo, etc. ¿En qué momento se te ocurre que este sea un libro sobre aliens y también sobre todo lo que es mágico, en general?

-¿Por qué uno arruga el ceño cuando una persona te dice que veía duendes en el campo y cuando otra persona habla de que vio un platillo volador nos parece que es más probable, si es exactamente lo mismo? Creo que la plática entre ambas dimensiones de lo mágico siempre ha estado y no nos damos cuenta y este libro da cuenta de eso a través de esta alquimia entre folklore tradicional y folklore contemporáneo. Hay un capítulo donde esto es muy claro; el Trauco es básicamente la versión chilota de los Grises de las abducciones, es el mismo arquetipo. La idea tampoco es mía, hay un ensayo llamado Realidad Deimónica que a través de la filosofía elucubra sobre los planos sobrenaturales de la realidad y como, a pesar de nuestros avances en ciencias y conocimientos, del excepticismo cínico no podemos escapar a la esfera de lo misterioso, sea este religioso o folklórico. Me inspiré mucho en un libro antiguo de JJ Benítez llamado La punta del Icerberg, previo a su etapa de best seller. Benítez recorre los campos y la zona rural de España buscando testigos de Ovnis y fenómenos sobrenaturales y le va pésimo hasta que entiende que no tiene que preguntar por el "señor que vio un Ovni" sino por el "señor que vio al Diablo", eso es hermoso y profundamente literario, aunque no lo parezca.

-"Alienígenas chilenos es el libro hermano de Dioses chilenos y está más cerca de Oreste Plath que de History Channel", escribes al inicio. ¿Por qué te interesaba esa distinción?

-Mi libro no es de certezas ni teorías, ni siquiera es de verdades. Mi mirada es bien escéptica pero traté de frenarla lo más posible. Lo que me importaba era el relato, la experiencia, la historia de una persona común y corriente enfrentada a lo extraordinario. Este no es un libro de difusión, como si lo son los de Von Daniken, Charles Berlitz o Jacques Valle; es un libro de relatos, de memoria, de cuentos de campo que en lugar de almas en pena tiene alienígenas ancestrales. Como Oreste Plath, acá no hay juicios, ni siquiera hay respuestas, solo preguntas respondidas con historias que además tienen final abierto porque no pueden terminar de otra manera. Amo que los misterios jamás se resuelvan. Es su gracia, que nunca sepamos si hay un monstruo en el Loch Ness o si es verdad que los aviones desaparecen en el Triángulo de las Bermudas. Los misterios son necesarios para una época tan cínica y atea como esta. Reemplazan a la religión.

2. TODOS SOMOS MARCIANOS (SEGÚN LA PRIMERA DAMA)

Alienígenas chilenos comienza y acaba con contingencia.

Esta es la dedicatoria del libro: A los verdaderos alienígenas chilenos, por nuestros encuentros cercanos del tipo octubre 2019...

Y así va uno de sus últimos párrafos: "El 18 de octubre de 2019 hubo un despertar en Chile. En medio de los eventos, la esposa del presidente Sebastián Piñera dijo que se sentía en medio de una invasión alienígena. Tenía razón la primera dama, los alienígenas chilenos existen y no vienen de una lejana galaxia".

El libro termina con el presente. O con este presente que Chile ha estado viviendo desde octubre.

El libro estaba terminado en noviembre, iba a ser publicado en diciembre, pensando en el verano; pero con todo lo que ha ocurrido desde octubre se decidió atrasarlo un par de meses. El título siempre fue Alienígenas chilenos.

-Entonces aparece esta declaración de la primera dama, lo de la invasión alienígena, ¿y qué pasó?

-Y pasó que la misma semana es expulsado de un matinal Hermógenes Pérez de Arce que tiene un libro de Ovnis que leí hace unos años (y que es pésimo). Como mi libro se corrió unos meses, le pedí a Diego dejarme arreglar el manuscrito para hacerme cargo del presente en el que estamos, usando lo alienígena como una metáfora del presente, colgada de las palabras de Cecilia Moral. Ni siquiera tuve que reescribir, a lo más meter un par de párrafos, el espejo siempre estuvo sólo había que subrayarlo.

-Como para que el presente estuviera - valga la redundancia – presente en un libro que puede a primeras parecer atemporal.

-Pasa, que por muy marciano que sea el tema de un libro, el libro (o la obra que sea) debe hacerse cargo de su presente. Superman, por ejemplo, aparece en 1938 y se asume en sus viñetas a los EE. UU. post crisis porque no queda otra. Toda expresión cultural es política, aunque a Axel Kaiser no le guste y responsabilice en twitter a escritores y cantantes de crímenes de lesa humanidad.

-De hecho, en el libro recalcas varias veces que todo es político. Incluso el escapismo, folklore, mito y las teorías de conspiración.

-La expresión política va desde la novela del autor más ideológicamente comprometido hasta el segundo cambio de ropa de Madonna en un recital. Lo subrayo, los ovnis son un tema muy político, lo han sido desde 1947. Lo alienígena hace referencia a lo extraño, lo que no es de aquí, lo distinto. Cecilia Moral comparó el movimiento social con una invasión alienígena. Sin querer ella dio la única respuesta de este libro, los alienígenas chilenos somos nosotros mismos. Y octubre 2019, del lado que hayas estado, de izquierda o derecha, del apruebo o el rechazo a la nueva constitución, fue un gran encuentro cercano del que todos fuimos protagonistas.

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Alienígenas chilenos, libro de Francisco Ortega.[/caption]

3. ORTEGA PERSONAL

Alienígenas chilenos es un libro personal. Como dice su autor, "trata sobre su educación marciana".

Una educación que tal vez comenzó en el sur de Chile, en dictadura, cuando Francisco Ortega vio Encuentros cercanos del tercer tipo y sintió, claro, que el encuentro también uno lo incluía.

"Era y es una película muy religiosa y como todo lo religioso hay algo de espanto y algo de maravilla en su relato, pero sobre todo de búsqueda", dice. "Imagino que haberla visto de niño fue un impacto muy grande. Es mi película favorita de la vida, la he visto no sé, unas 300 veces, si no más. Al menos 6 veces por año, desde los 5 años, es decir son 40 años seguidos de Encuentros cercanos del tercer tipo. La tenía pirateada de la tele, copiada en VHS; la tengo en DVD -en cuatro versiones-, en BluRay –en 2 ediciones y 6 versiones-; colecciono novelizaciones, comics, bandas sonoras etc. Creo que solo del libro Moby Dick tengo más ediciones distintas".

En estas páginas aparece mucho Encuentros cercanos del tercer tipo. Es como un momento fundacional que, a la larga, te llevó a investigar otros temas relacionados con escapismo, folklore, mito y conspiración.

Sí, tengo como rito verla cada Semana Santa como alternativa a Los 10 mandamientos porque en el fondo es lo mismo, la búsqueda de una señal y un mensaje del cielo en una montaña. Creo que es el peak de Spielberg; tal vez después hizo películas mejores pero acá tocó el cielo porque disfrazó de ciencia ficción una historia muy personal, que además es muy Cassavetiana –igual que Tiburón-. Como mi libro, que es una autoficción con ovnis, la película es la historia de un divorcio con ovnis.

-¿Cuál es tu parte favorita?, ¿por qué crees que esa parte te toca tanto?

-Cuando Roy (Richard Dreyfus) después de ser abandonado por su familia, tras dejar la crema en casa, metiendo tierra y barro para levantar en su living ese monumento que tanto lo perturba; llama a su esposa para tratar de arreglar las cosas y mientras le miente diciéndole que todo esta bien, a su espalda, en un TV prendido, hay un extra de las noticias que informa acerca de una emergencia biológica en Wyoming, en la zona de la montaña Torre del Diablo. Roy se voltea y ve la montaña, que es idéntica a la que él ha esculpido con barro en la cocina de su casa y entiende la señal y el mensaje y por el teléfono la mujer le llora y los hijos le lloran y todo se va al carajo, pero a él le da lo mismo, su verdad no es la familia, su verdad es esa montaña. Roy deja colgando el teléfono, la esposa grita pidiendo explicaciones mientras Roy toca la pantalla. Pocas veces la infidelidad ha sido tan bien mostrada en el cine. Al final, Truffaut le dice a Roy, "lo envidio". ¿Cómo puedes envidiar a un hombre que es un desastre y que dejó un desastre en su vida y en la de sus familias? Simple, lo envidias porque él puede huir sin dar más explicaciones. Para mí es una película perfecta.

4. PINOCHET Y STAR WARS

Por estos días, además de promocionar Alienígenas chilenos, Ortega prepara - junto al dibujante Félix Vega- una biografía gráfica de Augusto Pinochet.

"Sale a fines de año, en octubre yo creo", comenta Ortega. "La estamos terminando. Ha sido muy complicado; es bucear en la historia trágica de un niño que se convierte en tirano. Y al hacerlo revivimos fantasmas del personaje y de nosotros mismo. Es una novela gráfica de terror, de miedos. Una biografía de ficción sobre un personaje real. A ratos creo que es muy parecida a la película Joker. O al manga Adolf de Osamu Tezuka. Una precuela trágica para la historia de un villano".

-Me imagino que buscarán que Pinochet tenga matices, ¿no? Como todo personaje literario. Pero a la vez no se puede humanizar demasiado porque es un dictador.

-Ha sido por lejos mi trabajo literario más difícil y complejo pero el resultado, gracias al arte de Félix Vega, está muy por encima de lo que pensé. Siempre tengo pudor de hablar de lo que hago, soy muy crítico conmigo; pero de verdad lo de Pinochet está muy bueno. Y esa certeza (que puede leerse como falta de humildad, comprendo que así se lea y me da lo mismo) me aterra, porque antes no la había tenido sobre ninguno de mis libros o comics. La otra vez veía un documental del Dark side of the moon donde Roger Waters decía que mientras lo grababan sentían que estaban armando una obra maestra. Arriesgando el obvio chaqueterismo, odio y mala onda de redes sociales locales, yo siento algo parecido cuando veo los adelantos de esta novela gráfica. Por supuesto más por el trabajo de Félix que por el mío. Tal vez después de Pinochet me jubile, si no me (nos) jubilan a la fuerza algunos ultrones que de seguro se sentirán golpeados. Y también hay Ovnis, monstruos, vampiros, superhéroes y Star Wars en Pinochet.

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