De Spotify a rutinas virtuales: la comedia se reinventa ante la pandemia

Javiera Contador está preparando desde su casa un show en vivo, con el que partió el jueves.

Sin posibilidad de hacer shows con público, el humor local se vuelca a internet y prueba nuevos formatos para sobrevivir, aunque el desafío que sigue pendiente es monetizar estos proyectos.


A Javiera Contador el confinamiento la hizo viajar más de una década atrás, al periodo en que fue parte de la adaptación local de Casado con hijos, cuando pasaba extensas jornadas interpretando a Kena Larraín. El mismo personaje que reapareció ya no en la televisión sino que en su cuenta de Instagram, durante el último mes de cuarentena.

“Vivíamos mucho más tiempo en el estudio que en nuestras propias casas, grabábamos de 9 a 9, de lunes a sábado, una locura. No sé por qué el estar encerrados me recordó mucho la sensación de esta familia y quise volver con la Kena”, explica la actriz y comediante sobre los distintos videos que ha subido (bajo el concepto de “Cuarenkena”), incluso reencontrándose con sus compañeros de elenco. La recepción ha sido tan positiva, cuenta, que ahora planean volver con los personajes en una obra de teatro.

También parte de las consecuencias de la pandemia es que tuvo que suspender todos los shows que tenía programados, en alza tras su celebrada presentación en el último Festival de Viña. Pero hoy compatibiliza su trabajo en radio con el revival de Casado con hijos, más un proyecto por internet que está probando. Debutó con una primera versión el jueves, donde acudió a nuevo material y su rutina sobre Disney. “Comedia se puede hacer. Lo que uno también quiere hacer es cómo uno sigue viviendo de esto y evidentemente hay que ajustarse mucho el cinturón y que vayan saliendo esas cositas”, indica.

Ese es finalmente el panorama actual del humor en Chile. Luego de la temporada de festivales de verano, muchos apenas alcanzaron a hacer presentaciones en vivo y hoy la gran herramienta para mantenerse activos o generar réditos es internet. Jorge Alís o Ernesto Belloni así lo han practicado en las últimas semanas en sus respectivas cuentas de Instagram.

“Como todo el mundo estoy experimentando este cambio e intentando mantenerme activo. La industria en su totalidad está remecida intentando entender qué se hace de aquí adelante”, dice desde Los Angeles Fabrizio Copano. El comediante hoy se reparte en diversos ámbitos. Uno es la versión de internet de Translate, un show que realizaba mensualmente en EE.UU. con colegas latinos. Otras son las novedades del sello Cósmico, que adelantó los lanzamientos en Spotify de las presentaciones de Lucas Espinoza y Paloma Salas, también fundadora de la iniciativa. Según cuenta Copano, se sumará a esos estrenos un show que dio en junio pasado en el teatro Nescafé de las Artes y habría nombres internacionales en camino.

Un panorama que era distinto cuando tenía en el horizonte el festival de comedia Netflix is a Joke -que se reagendaría, donde junto con colegas latinos grabaría su segundo especial con la plataforma- a un show en Santiago con el comediante Fred Armisen, en el país hasta que se suspendió el rodaje de la serie de HBO Los Espookys.

Mientras se reencontró con sus compañeros del Club de la Comedia en un video que publicaron en Instagram para Semana Santa, reconoce las dificultades de replicar una presentación como estaba habituado. “Creo que el stand up es con público. Lo que se pueden hacer son rutinas, pero ya no sería stand up. El purismo hace que no se pueda hacer la versión más auténtica del formato”, señala.

Nuevos formatos

Algo distinto está probando un grupo integrado por Paola Molina, Su Opazo y Josefina González, que tenían por estos días un show en el conocido bar Comedy. Juntas idearon un espectáculo realizado desde sus casas que se puede ver en vivo cada inicio de mes a través de YouTube, al que se accede comprando un ticket (en comediaticket.cl). Si bien partió bajo la idea de “llevar un poco lo que hacíamos en el bar al formato audiovisual”, luego evolucionó, aunque siempre ofreciendo algo diferente a lo que puede encontrarse en sus cuentas personales: “Es como un late: tiene stand up largo y entremedio tiene canciones, improvisación y sketches, estamos jugando con el formato”, dice Molina, que detalla que el primero, de inicios de abril, tuvo cerca de 600 entradas vendidas y el segundo irá el 3 de mayo.

“No es por ser apocalíptica, pero nuestro oficio y el de los conciertos con suerte volveremos en febrero del próximo año a poder operar. Entonces siento que para la gente que ya consumía entretención de manera habitual, se va a volver normal quizás ocupar ese ítem ahora de manera virtual”, postula Molina. Por lo pronto, la misma modalidad de shows pagado la aplicará este viernes Claudio Michaux, que estuvo en el último Festival de Olmué.

Menos cómoda con la idea se siente Paloma Salas, quien dice: “A mí me queda como poncho, improviso muchísimo, me encanta hablar con el público. Creo que estoy más preparada para ser una comediante post apocalíptica, shows de ocho personas debajo de un puente. Pero para el show por internet no estoy tan preparada”, comenta. Eso sí, ligada a la comedia y al sello este jueves comenzará a realizar un programa con la actriz y cantante argentina Charo López en vivo por Twitch.tv/cosmicocomedia.

En cualquier caso, el gran desafío del humor en días de cuarentena es monetizar estas instancias. “La comedia tiene que vivir, pero también tiene que sobrevivir. Necesitamos que se vuelva más común pagar por contenidos, pero también nosotros crear contenidos premium”, opina Copano.

Jani Dueñas, que actualmente asegura no estar desarrollando comedia, señala: “Es un momento que la comedia va a saber pasar, creo que vamos a volver a los escenarios, cuando esto pase de verdad la gente va a tener muchísimas ganas de ir a los bares de nuevo”.

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