Mon Laferte: “En estos meses traté de ir a lo más profundo posible y me puse a escribir un disco”

La artista radicada en México estuvo este lunes en el espacio Sesiones íntimas de Culto, donde habló de su reciente dueto con Alejandro Fernández, de Chavela Vargas, de su creatividad en el encierro y del último Festival de Viña: “Me moría de terror”. Ve aquí el video completo con la conversación.


Mon Laferte está al aire en el programa Sesiones íntimas de Culto, este lunes cerca de las 14.00 horas en las plataformas de La Tercera, y de pronto su perra ladra a lo lejos. Se levanta, le pide unos segundos de silencio y el diálogo continúa: es la rutina cotidiana a la que la artista chilena con domicilio en México se ha habituado en los últimos seis meses de encierro.

“De hecho, grabé un álbum en mi casa, fue súper bello”, acota después, en una novedad discográfica también delineada por escenas de hogar y jardín, sin grandes estudios, plazos exigentes o productores multiventas: “Cuando lo hice, era levantarme, yo con pijama, ir por un cafecito y tirar ideas. Y en la noche, escuchar lo que habíamos grabado, sacar el vinito, es la forma que más me gusta de grabar un disco: en casa”.

Un título aún sin fecha y trabajado junto a sus colaboradores -Sebastián Aracena y Manú Jalil-, pero que el pasado viernes 18 arrojó su primer adelanto con Que se sepa nuestro amor, ranchera de acento atronador y romántico interpretada junto a Alejandro Fernández, emblema reciente del género. “Es muy emocionante cantar con él, es como que me reciban con los brazos abiertos dentro del género, algo totalmente inesperado para mí. Cuando decido hacer esta música, jamás pensé en hacer una colaboración con Alejandro; fue una propuesta de mi compañía disquera y cuando él aceptó, me sentí afortunada de ser recibida por una de las familias más importantes de la música mariachi”.

Eso sí, aclara que el tema se concibió antes de la pandemia: “Es la más relajada del disco. Este 2020 ha sido muy pesado para mucha gente, entonces no quería empezar con un mensaje muy pesado. Dije: ‘vamos a empezar declarándoles el amor a todo el mundo, declarando amor propio, amor a la gente, que sea totalmente libre’. Es la canción más amable del álbum. Lo que viene es más para adentro”.

Mon Laferte

¿Cuál ha sido su sensibilidad más permanente en este tiempo?

Siempre tuve un mundo exterior muy rico, soy muy sociable. Pero también he tenido un mundo interior muy rico y por eso tal vez tengo esa capacidad de componer música y arte, porque me permito mucho soñar despierta. Justamente en estos últimos meses de mi vida, y el mundo entero, le ha tocado buscar más hacia adentro que hacia fuera, eso me ha venido muy bien.

“Ahora, muy mal por otra parte, porque me fui a un sitio muy oscuro que yo misma lo busqué, para estar en el arte, para escribir, para componer música. A veces intencionalmente busco ese sitio. Y la cuarentena me ayudó muchísimo, me desconecté totalmente de redes, no busqué hacer (shows) en vivo, ni busqué estar conectada con la gente, sino que busqué este espacio mío; traté de ir a lo más profundo posible y me puse a componer y escribir un álbum”.

“Fui a recuerdos, a mis escritos, a mis poemas del pasado, y mezclé todo, y junté y toqué la guitarra, y tuve noches largas a la luz de las velas, y así escribí este disco. Intencionalmente busqué ese espacio intimo de soledad”.

¿Qué es lo que encontró en ese viaje a ese espacio más íntimo?

Siempre es un viaje pedregoso. En general a la humanidad hoy no le gusta mucho ese viaje interno, estamos todo el tiempo estimulados con un montón de cosas, las redes, el challenge, el filtro que cada vez te hace verte menos a ti misma, el TikTok. Todo afuera afuera, y no queda espacio para ir hacia adentro, entonces es duro a veces encontrarse consigo misma. Fue duro empezar a mirar hacia atrás, escribir sobre temas que no sé si era necesario, si estaba preparada, y leerme; abrí mil libretas mías de años atrás, entonces fue complejo, pero lo busqué. Fue una búsqueda masoquista, que también termina siendo muy sanadora. Siempre es bueno mover la basura.

¿Se siente identificada con las mujeres que hacen ranchera? Por ejemplo, Chavela Vargas, se ganó un espacio en un mundo muy machista en el México del siglo XX.

Por eso mismo me interesa tanto indagar en este género: la música es maravillosa. José Alfredo Jiménez me parece un compositor extraordinario. Hay canciones que tiene José Alfredo que si las analizamos hoy son súper machistas, pero también entendiendo el contexto y los años en que él las escribió. Hay un camino grande para indagar en este mundo de la música de mariachi, donde hay nuevas historias que cantar hoy en 2020, en un mundo diferente al que vivió Chavela o José Alfredo, porque es otro país, otro mundo.

“Pienso en artistas como Chavela, qué habría hecho si le hubiera tocado ser joven hoy, cuánto habría dicho, qué habría cantado. Habría sido fabuloso esa Chavela actual”.

Quizás habría dicho lo mismo, pero en un ambiente más abierto.

Hay muchas historias. Nunca pudo tomar el lugar que ella realmente merecía por su talento, porque el mundo era distinto. Ella no era el prototipo de la mujer de manitos en la cintura, sino que aparecía con su cabello tomado, nada de maquillaje, enfrentado el escenario de manera muy visceral.

¿Cuándo saldrá su disco?

No hay fecha. Ahí hay una eterna discusión entre una compañía disquera y el corazón del artista, porque yo, por mi, lanzo el disco mañana. Para mi no tiene sentido tenerlo guardado. A mi parte más rebelde le dan ganas de lanzarlo, pero después digo que no, ya estoy grande (para eso).

Su último gran show en Chile fue en el Festival de Viña, concierto antecedido de mucha expectativa y tensión. ¿Cómo lo recuerda?

Estaba muy nerviosa, me moría de terror. No por mi trabajo, ni por mi equipo, sino que eran otros los asuntos que me tenían muy nerviosa, una persecución de las redes y una cosa muy tonta, por privarme mi derecho a la expresión. Sentía mucha presión de todos lados por dar una opinión. Unos me decían que no diera opiniones, que para qué me metía en política, otros me decían que me metiera en política y bla bla. Todo el mundo me decía lo que tenía que hacer y yo finalmente lo único que tengo que hacer es hacer música. Cuando estoy en un escenario, lo ocupo para la música. Y cuando yo quiero decir algo, lo digo cuando me nace. Y si no, no.

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