Billy Crystal, un clásico de la comedia: “Sólo en el cine independiente hay historias sobre personas con emociones reales”

El célebre actor conversa con Culto sobre último protagónico, "Caerse de risa", que se estrena mañana en TNT. Además, habla sobre sus recuerdos de "Cuando Harry conoció a Sally" y por qué lo que más extraña no son los Oscar.


¿Qué reflexiones le genera una historia sobre la amistad de dos hombres de distintas generaciones enfrentados a severas crisis? Detenerse a pensar sobre el paso del tiempo, al menos no, dice Billy Crystal (72), soltando su característica risa, en conversación con Culto.

En su siempre veloz estilo, agrega por videollamada: “Amo a este personaje y fue un verdadero desafío interpretarlo, porque lidia con el dolor y la bebida y consume drogas, y yo no soy una de esas personas. Bueno, al menos acerca de la bebida”.

Titulada en español Caerse de risa (estreno mañana a las 22 horas en TNT), la película Standing up, falling down es la última expresión del actor por reclamar su vigencia como estrella.

Recibida con comentarios positivos en el Festival de Tribeca de su natal Nueva York en 2019, la cinta le entrega el rol de un médico alcohólico y viudo, en el que se mueve con comodidad sacando partido a su registro cómico y dulce. El segundo hombre en conducir más veces los premios Oscar (nueve) habla en un inicio de “un proceso maravilloso detrás de esta pequeña y maravillosa película”.

Un título del que también es productor ejecutivo y en que encontró como aliado ideal a Ben Schwartz (39), el comediante de Parks and recreation y Space Force que le prestó su voz a Sonic en el filme de este año (el mismo que sigue como lo más visto de 2020 en la diezmada industria de los cines chilenos).

“Quería que Ben estuviera en la película, porque pensé que era perfecto para este tipo”, indica Crystal sobre su colega, su siguiente dupla en pantalla años después de sellar sus más recordadas colaboraciones con Meg Ryan y Robert De Niro. “Me encanta la idea de que podemos jugar con la comedia, podemos jugar con la oscuridad”, acota Schwartz en la misma videollamada.

En la comedia dramática dirigida por Matt Ratner, juntos dan vida a una pareja de improbables amigos que se encuentran en un período crítico de sus vidas. Si Marty (Crystal) aún sobrelleva la muerte de su última esposa, Scott (Schwartz) es un comediante de stand up que regresa a la casa de sus papás luego de un fallido paso por Hollywood. Una historia de notas agridulces que al actor de Analízame lo insta a mirar el pasado.

“Uno de mis héroes fue Jack Lemmon, que tal vez ahora ha sido olvidado por la generación joven o no lo conocen. El Sr. Lemmon fue increíblemente divertido en muchas películas, pero él puede romperte el corazón al mismo tiempo, así que cuando lo leí (el guión), realmente dije: guau, esta es mi parte de Jack Lemmon. Tuve la suerte de conocerlo un poco, y pensé en eso mientras hacía esta cinta”.

-Se divirtieron mucho haciendo esta película. ¿Le recordó a otra experiencia de hace años?

Billy Crystal: De alguna manera… Puede parecer una locura, pero hay una comparación con “Cuando Harry conoció a Sally”, que eran dos personas hablando durante la mayor parte de esa película, y luego se encuentran, aunque se rían el uno del otro todo el tiempo. Este (“Caerse de risa”) es un filme de muchos diálogos, no hay mucha acción en absoluto. Hay una pequeña persecución en la calle, pero eso es todo. Es acerca de la realidad, así que creo que, en cierto modo, se trata de personas hablando y confiando en que la audiencia querrá escuchar. Yo la comparo con esa experiencia.

Schwartz por su parte apunta a los ecos de la trama en 2020: “Puedes ver la idea de dos personas en diferentes partes de sus vidas luchando y apoyándose el uno en el otro. En este momento, las personas necesitan apoyarse las unas en otras, que es en parte lo que es la vida”.

Seguramente demasiado convencional y simple para el circuito independiente y muy modesta para los títulos de la primera fila de Hollywood, hay algo de agradable rareza alrededor del filme. Y es tal vez todo lo que necesitaba la carrera de Crystal, en los últimos años un hombre ubicado más en los márgenes de la industria que en el centro de la fiesta.

-Esta es una historia sólo sobre dos personajes adultos que habla sobre la vida y la muerte. ¿Encuentra otras películas similares en Hollywood hoy, con este tipo de roles?

Crystal: En el mundo independiente, sí. No en el mundo de los grandes estudios. Ya sabes, donde dos personas con emociones reales… No tenemos superpoderes, no puedo detener el asteroide que viene a la Tierra. Se trata de una realidad, se trata de emociones reales. Y creo que es una película que confía. Ellos confían entre sí y nosotros confiamos en la audiencia. No todo son explosiones, no todo son criaturas. Se trata de dos personas con problemas que se unen para mejorar cada una de sus vidas. Se le llama una pequeña película, (pero) para mí es una película muy grande. Porque tiene mucha emoción y un gran corazón.

Locuaz para referirse a su último rol en la pantalla grande, Billy Crystal es más esquivo para mirar el pasado cuando se trata de la conducción de los premios de la Academia, la otra faceta por la que ya pasó a la historia en la industria.

-Ya van dos entregas consecutivas de las ceremonias de los Oscar en que se ha prescindido de un anfitrión. ¿Extraña las premiaciones que tenían ese rol?

Crystal: Extraño tantas cosas. Las ceremonias… Sólo extraño la salud, y aferrarme a las personas que amo, y saber que puedo respirar sin una mascarilla. Eso es lo que extraño.

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