“Brutal y abrupto”, “cambió todo lo que creía sobre la serie”: Ozark divide con el adiós de su historia criminal

Laura Linney y Jason Bateman en el ciclo final. Foto: Tina Rowden/Netflix © 2022

La ficción de Netflix protagonizada por Laura Linney y Jason Bateman concluyó con el estreno de sus últimos siete episodios, abriendo un inevitable debate sobre la coherencia y contundencia de su desenlace. “La serie disfruta mostrándonos la codicia y la desesperación; su conclusión es el golpe definitivo”, argumenta Variety. Advertencia: este artículo contiene spoilers.


“Es una maldita coronación”, le dicen a Marty (Jason Bateman) y Wendy Byrde (Laura Linney) en el final de Ozark (spoilers sobre el desenlace a continuación). A cargo de su propia fundación, el matrimonio ha organizado una impecable gala a la que han acudido los donantes más codiciados de la ciudad y los alrededores, y alistan su regreso a Chicago junto a sus dos hijos. El futuro les sonríe.

Pero, más importante, la pareja ha logrado triunfar a pesar de los múltiples obstáculos que ha enfrentado desde que comenzaron a lavar dinero para narcotraficantes. En su trayectoria hasta alcanzar ese punto, han traicionado, matado, engañado y casi siempre se han salido con la suya. Al término de un recorrido de 44 capítulos, el mal que ha encarnado la familia de la historia se impone. Y la fiesta que encabezan es el punto final a su retorcido viaje.

Titulado A hard way to go (Un camino difícil por recorrer), el último episodio de la serie ha sido reconocido por completar con coherencia el retrato de los Byrde. Pero no ha estado exento de cuestionamientos.

Foto: Courtesy Of Netflix © 2022

Según argumenta Vulture, “es brutal, abrupto, un poco vago y potencialmente impactante. Lo que no es, sin embargo, es sorprendente. De hecho, es 100 por ciento emblemático de las cosas que hicieron que Ozark fuera más frustrante que satisfactoria”.

“El argumento principal de Ozark es que las personas ricas y despiadadas siempre prevalecen porque el dinero y el poder son lo que más importa en la sociedad estadounidense”, señala el medio. “Ozark termina, esencialmente, diciéndonos lo mismo que ha estado diciendo desde el principio”.

“La serie disfruta mostrándonos la codicia, la desesperación y la voluntad de hacer cualquier cosa para salir adelante de Wendy y Marty; su conclusión, con la corrupción final del perennemente ambivalente Jonah, es el golpe definitivo”, asegura Variety.

Un punto que sostienen en la manera en que la producción cierra sus principales líneas argumentales: Marty y Wendy logran ser reconocidos como individuos valorados por la sociedad –manteniendo en las sombras su historial criminal– y consiguen ganarse de vuelta el cariño de sus hijos, Charlotte (Sofia Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner). En contraparte, Ruth (Julia Garner), la joven que se hundió al trabajar con ellos, termina siendo asesinada en los últimos minutos de la ficción.

Foto: Tina Rowden/Netflix © 2022

Por razones similares, el portal Polygon distingue a Ozark de otros títulos televisivos con los que comparte cualidades. “Walter White, al final, encontró una manera de proteger a Skylar y sus hijos antes de su muerte, otorgándole algo de absolución. En el caso de Los Soprano o The Americans los lazos familiares humanizan a los personajes. Para Ozark, el concepto de familia primero ha pervertido nuestro sentido de lo que está bien y lo que está mal de una manera que tiene un efecto indirecto en la sociedad”, expresa.

“Al final de la serie, los que permanecen en el poder, los que son ricos, los que todavía son miembros bienvenidos de la sociedad, son aquellos que lo han heredado de los despreciables actos de sus padres”, agrega. “Los Byrde pueden haber logrado su final feliz y, sin embargo, la sensación con la que los espectadores se irán es la inquietante comprensión de que este final no satisface a nadie más que a los monstruos que hemos visto en pantalla”.

Esquire, por su parte, habla de “un lienzo de cuatro temporadas brillantes” y cómo la conclusión “cambió todo lo que creía sobre la serie”. “Ozark, claro como el día, quiere mostrarnos que no solo permanecemos iguales en nuestro núcleo, sino que el mal prevalece. Hay gente buena en este mundo, sí. También hay gente mala. Cuando enfrentas a uno contra el otro, el mal gana. Al menos como lo ve Ozark”.

Foto: Tina Rowden/Netflix © 2022

Por último, la serie elige abrir una caprichosa ranura para incluir una dosis de ambigüedad: Jonah, el hijo menor de los protagonistas, que durante toda la historia ha debido lidiar con los demonios heredados por sus padres, tiene un arma en sus manos en contra de un personaje que pretende acabar con la tranquilidad familiar. La ficción prefiere irse a negro antes de que el adolescente apriete el gatillo y únicamente se escucha un disparo.

“Desde una perspectiva cinematográfica, esto parece un giro sobre el final de Los Soprano, pero en una serie que carece del coraje de sus convicciones”, indica Variety, agregando que “narrativamente, este asesinato final completa la comprensión bastante esquemática de la serie de quiénes son los Byrde y qué quieren”.

Vulture apunta que ese momento “transmite con bastante claridad que los Byrde siempre han maniobrado para salir de los problemas y probablemente seguirán haciéndolo. Incluso antes de que Jonah aparezca armado, el final se inclina en esa dirección con la muerte de Ruth”. Y cierra: “Ozark siempre ha sido un thriller criminal medianamente decente que se condujo como un drama de prestigio que debe tomarse tan en serio como a sí mismo”.

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