Eun Me Ahn 은미안 coreógrafa coreana: “Todos pueden ser dragones”

Eun Me Ahn

La coreógrafa y directora creativa coreana, Eun Me Ahn, llega por primera vez a Chile con su obra “Dragons”. Una presentación de baile futurista dirigida a la generación Z, que mezcla tradición asiática con modernidad.


Sentada en el hall del hotel Crowne Plaza con un abrigo celeste intenso y su cabeza rapada, en conversación con Culto, la artista coreana de 60 años se adentra en el proceso creativo de Dragons, una presentación de baile que tiene como protagonistas a cinco jóvenes nacidos en el año 2.000, todos de países asiáticos distintos (Japón, Malasia, Indonesia, Tailandia y Corea del Sur) y que busca representar el acercamiento a Asia que tiene cada nacionalidad.

Anteriormente Me Ahn ya había trabajado con gente joven, en específico en su pieza artística Dancing Teen Teen (adolescentes bailarines); un proyecto de su trilogía llamada Dancing (bailando) iniciada el 2012 y que incorporó a distintas generaciones con las presentaciones: Dancing Middle-Aged Men (hombres de mediana edad bailando) y Dancing Grandmothers (abuelas bailando).

Dancing Grandmothers de Eun Me Ahn

¿Cuál dirías que es tu enfoque como artista?

Mi temática principal es: distintas generaciones reunidas. El lenguaje cambia, pero el baile es simple: tienes dos brazos, dos piernas. No importa cuál es la generación, es danza. Puedes ver muchas capas distintas cuando bailan.

¿Por qué trabajar con distintas generaciones?

Busco alcanzar el poder del baile y la memoria de sus cuerpos. La gente vieja tiene varias experiencias en su memoria. Los jóvenes tienen poca memoria, pero está fresca, aún cuando a veces no es tan palpable como la de la gente vieja. Por eso intento juntarlos todo el tiempo, no solo uno, sino que jóvenes y viejos juntos es mejor.

¿De dónde nace la idea de empezar Dragons?

Fue luego de ir por primera vez a Indonesia al Festival de Baile del 2018. Su coreografía no estaba tan establecida, pero cuando miré a los bailarines, para mí fue ver otro idioma corporal; la energía, su estructura, sus músculos, sus cuerpos y la impresión que daban. Todo era diferente (...) Al final de la presentación le dije a Jean-Marie, “tengo una idea”.

Dragons de Eun Me Ahn

¿Cómo fue el proceso de casting?

Recorrimos Japón, Malasia, Indonesia, Tailandia y Corea del Sur, durante más de 6 meses haciendo reuniones y audiciones. Vimos distintos tipos de baile, desde danza tradicional al contemporáneo. A veces íbamos a la calle y miramos a los jóvenes bailar hip hop.

¿Por qué buscar bailarines de tantas nacionalidades?

“Todo esto fue con un solo objetivo: “Recabar información sobre el acercamiento de Asia de los bailarines”, señala Me Ahn.

Por su parte Jean-Marie Chabot, director general de Gadja Productions añade que “es sobre entender cómo cambia con el contexto de cada país, porque desde el exterior Asia es un solo concepto, pero no es así. Es muy distinto y según cada país la mirada es muy específica y refleja las condiciones de vida. También es importante entender la danza, el por qué las personas bailan y de qué contexto vienen”.

Luego de completar el casting, comenzó la pandemia. ¿Cómo avanzaron con el proyecto?

Nosotros les pedíamos lo que necesitábamos y luego ellos se tomaban un video y nos lo mandaban a nosotros. Empezó la idea de que yo les daba una palabra, y ellos hacían una pose y decían “okay este es mi dragón”. Luego puse todo el vocabulario junto y armé una frase larga.

¿Dragons se enfoca en lo tradicional o en la modernidad?

Desarrollamos un nuevo lenguaje juntos. Cuando veas sus poses, verás que cada una es de sus distintas culturas. Es una mezcla de modernidad, tradición y sus propias personalidades. Es todo en uno. No sabrás de dónde viene: ‘¿Es ballet, tradicional, hip hop?’ Es un lenguaje internacional el que intentamos desarrollar. Es para ellos (la generación Z), es su baile para el futuro.

¿Cómo fue trabajar con personas nacidas en el 2000? ¿Estabas preocupada de que hubiera barreras generacionales o de lenguaje?

Todos tenían 20 años, acababan de salir de la universidad y no sabían cómo era una gran producción. Les dijimos, van a vivir por siempre acá para ser jóvenes, nunca más viejos.

Puedes estar asustado porque tienes una brecha de más de 20 años, 30 años y a veces su lenguaje es distinto, pero lo bueno es que tenemos temas principales en común, ellos aprendieron danza, yo aprendí danza. No es solo de lenguaje o cultura, estamos hablando de baile.

Algunos bailarines tenían bases de baile contemporáneo, otros nunca habían hecho contemporáneo antes. Pero todos tienen talento, además están viendo muchos bailes de kpop y son muy buenos. Por eso no tuve muchas dificultades en desarrollar algo. Son rápidos.

¿Qué significado tiene el Dragón?

En Asia, el dragón es un animal muy simbólico. Cada país tiene miles de historias que traspasa la abuela, la tatarabuela. A veces el dragón es bueno, a veces es malo. Puede ser todo, es multifuncional. Es como el Internet. En occidente lo muestran como malo, pero en Asia es un personaje divertido y cómico. También es un símbolo del poder del rey.

“En el zodiaco chino, el dragón es el animal de los nacidos en el año 2.000 así que dijimos, pongámoslo como la generación del dragón”, añade Jean-Marie.

En obras anteriores mostraste a hombres de mediana edad bailando con maquillaje, pelucas y vestidos ¿qué te inspiró?

Cuando estudié baile, mi país era conservador. Creían que los hombres no podían bailar, que era el trabajo de las mujeres. Pero alguien tiene que empezar un fuego. Es una pelea, una aventura y un viaje solitario y difícil, pero ganas nuevos músculos. No aparecen todos de una sola vez.

¿Qué mensaje te gustaría traspasar a la generación Z?

No hay géneros, todos son humanos, todos pueden ser dragones, todos pueden ser ellos mismos. Solo disfruta, se fuerte y luego se feliz.

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