Canserbero: la historia del exitoso rapero asesinado por su mánager

Canserbero: la historia del exitoso rapero asesinado por su mánager

El cantante venezolano es considerado hasta hoy una de las figuras esenciales del rap en español. Su abrupta muerte en 2015 puso un abrupto punto final a su despegue. Hoy su representante confesó que ella lo había asesinado.


Vida (2010) se llamó su primer disco en solitario. Muerte (2012) se denominó su segunda y última entrega.

Los dos polos que forman la existencia de cualquier ser humano, en el caso de Tirone José González Orama se volvieron particularmente significativos: tras gozar de un destino como una de las grandes figuras del rap en español, activista y rápido letrista en partes iguales bajo el nombre de Canserbero, el cantante fue encontrado muerto en extrañas circunstancias el 20 de enero de 2015, a las afueras del edificio Camino Real, de la urbanización Andrés Bello en Maracay.

Inicialmente se determinó que el cantante se había suicidado lanzándose desde el décimo piso de un edificio, posterior a haber matado a su amigo Carlos Molnar, bajista de la banda de reggae Zion TPL.

Durante todos estos años esa tesis fue criticada producto de las extrañas circunstancias en que fueron encontrados los cuerpos y las declaraciones que prestó la mánager, que también era pareja del bajista.

El caso, reabierto el pasado 11 de noviembre, aseguró que Canserbero fue “apuñalado antes de caer”, y que “recibió al menos un golpe con un objeto contundente que no se corresponde con el lado en el que su cuerpo cayó”.

Al parecer, la incertidumbre ya fue resuelta. La Fiscalía de Venezuela determinó que Natalia Améstica, exmánager de Canserbero, asesinó al rapero y a Molnar, con ayuda de su hermano tras haberlos drogado.

Natalia Améstica realizó una declaración en video donde confiesa el delito y entrega detalles del hecho.

Un astro truncado

Con ello, terminó con una carrera que parecía destinada al estrellato. Tanto así que el venezolano figura en el puesto número uno de la lista de los “50 grandes raperos en la historia del rap en español”, publicada por la revista estadounidense Rolling Stone en octubre pasado.

Nacido el 11 de marzo de 1988 en Caracas, quedó bajo el cuidado de su padre a los nueve años, luego que su madre falleciera.

Su nombre artístico Canserbero es una jerga del latinismo perro cerbero (en latín canis cerberus), que significa guardián; una alusión a Cerbero de la mitología griega. A temprana edad se interesó por el rap, y cuando tenía once años, comenzó a rapear en diferentes escenarios. Desde joven también mostró interés por la música reggae y el reggaetón, pero tras el asesinato de su medio hermano, sus referencias musicales cambiaron a géneros más críticos como la música hip hop y el hard rock, apreciable en canciones como Es épico y En el Valle de las Sombras.

De hecho, el artista siempre se caracterizó por una mirada crítica y áspera de la realidad, pese a que por momentos su música suena melódica y amigable. Pero él siempre lo decía: su sonido es fuego puro.

“Con letras profundas, una voz inconfundible y una actitud de sólida autenticidad, Canserbero necesitó poco tiempo para convertirse en una de las figuras emblemáticas del rap en América Latina. Sus canciones cuentan historias complejas y oscuras, son reflexiones sesudas en torno a la vida, la muerte, la injusticia y las calles”, es la descripción de Rolling Stone.

En 1999, conoció a Manuel Galvis, también conocido como Blackamikase, y al productor Afromak, seudónimo de Leonardo Díaz; ellos integraron una banda llamada Códigos de Barrio, influenciada por Comando 57 y Supremacy Hip Hop Clan. Juntos realizaron varias composiciones musicales, pero debido a sus bajos recursos económicos, solamente grabaron tres temas. En 2000, cuando tenía doce años,17 su medio hermano mayor fue asesinado; a partir de ello, empezó a inspirarse en géneros musicales críticos como el hip hop de finales de la década de los años 90.

En entrevistas, siempre recalcó que ese acontecimiento marcó para siempre su vida y lo llevó a la carrera que finalmente abrazó, vinculada a la denuncia y el activismo. Según proclamaba, el deceso brutal de su medio hermano lo empujó al camino del rap y la rima.

Toda una vida

En el año 2003, estudió Informática y en clases conoció a Lil Supa, un integrante de Supremacy Hip Hop Clan.

Canserbero y Lil Supa publicaron un álbum titulado Can+Zoo Índigos, en Internet. Según los medios de comunicación de su país, el disco “aportó un impacto importante en la movida nacional y latinoamericana de rap no comercial”. En 2008, el artista subió a Internet un mixtape llamada Nuestra doctrina no es un dogma, es una guía para la acción, en el que compiló varios de sus temas antes grabados.

Tras trabajar como analista de reclamos en una empresa de Maracay, estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Bicentenaria de Aragua, pero decidió dejar la carrera para enfocarse en la música.

2010 establece su gran salto: es el momento de su álbum Vida, su testimonio y su declaración de principios en canciones como Americanos, Martillos y ruedas, y Hace falta soñar. Se lleva muchos premios en su país natal y es considerado la gran revelación, el hombre que dará qué hablar en su género en los meses siguientes.

Y así fue: en 2012, publicó su segundo álbum, Muerte, y la segunda parte que completa el disco doble Vida/Muerte. El álbum cuenta con catorce temas de su autoría, siendo considerado uno de los títulos más importantes en la historia del género rap en español. Su credo se expande por naciones como Colombia, Chile, Argentina y España, además de colaborar para estrellas como La Mala Rodríguez, ícono del hip hop en nuestro idioma.

Su trayectoria era puro despegue. Pero el asesinato hoy confesado puso un abrupto punto final a su rutilante ascenso. Es el relato de un astro incompleto.

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