
El libro en formato cómic sobre adopciones ilegales en dictadura: “Es importante que no solo nos traten como víctimas”
"Tierra excavada" es el nuevo libro ilustrado de Lisa Wool-Rim Sjöblom, autora coreana y víctima de adopción ilegal. El cómic aborda la historia personal y de activismo de la chilena sueca María Diemar, quien junto a la autora conversa con Culto sobre los detalles del título y cómo este es atravesado por sus vivencias.

María Diemar es una chilena que fue adoptada por una familia sueca en 1975. No fue hasta su adultez, y gracias a un reportaje chileno, que comenzó a cuestionarse el proceso que la separó su madre biológica, oriunda de la región de La Araucanía. María, como otros tantos niños chilenos, incluido su hermano adoptivo Daniel, fueron víctimas de las adopciones ilegales en Chile durante la dictadura.
Desde que supo de la naturaleza de su adopción comenzó una lucha por dar con su familia biológica y un trabajo incansable por ayudar a otros chilenos suecos en su misma situación. Fundó Chileadoption.se y hoy es una de las principales activistas por justicia y reparación para adoptados ilegales, tanto en Suecia como en Chile.
Su historia personal y de activismo está hoy en papel gracias al texto y dibujo de Lisa Wool-Rim Sjöblom, ilustradora nacida en Corea del Sur, quien también fue adoptada ilegalmente por una familia sueca. Tierra excavada es el segundo libro en el cual Wool-Rim Sjöblom aborda esta temática, tras publicar Palimpsesto en 2016.

“Cuando entendí lo que me había pasado, empecé a buscar información y libros, y tomé contacto con diferentes personas que habían vivido lo mismo. Entonces compré el libro Palimpsesto, y después tomé contacto con Lisa. Nos conocimos en 2018, creo, pero nos conocimos en persona en Estocolmo en 2019″. Quien habla es María, quien visita nuevamente Chile para la presentación del libro. Este es uno más de los tantos viajes que ha hecho a nuestro país. Los anteriores tenían otro objetivo: reunirse con autoridades, organizaciones o visitar a su familia en Temuco.
Esta vez la acompaña Lisa. Con un poco de español, sueco y un fluido inglés, la ilustradora profundiza en su proceso creativo. “Durante el primer encuentro, en septiembre de 2019, hablábamos sobre la importancia de los testimonios y de contar nuestra propia historia en nuestra propia voz. El enfoque de los medios de comunicación era sensacionalista y siempre tenían su propia perspectiva. Es importante contar tu historia en tu propia voz, porque las otras personas siempre tenían su propia idea de qué decir. Hablamos sobre cómo podíamos poner los testimonios, comenzamos a hablar mucho y me di cuenta de lo mucho que quería contar la historia de María, pero también el trabajo que está haciendo. Ella es una de las principales voces de las adopciones ilegales en Suecia. No es solo su historia, es su trabajo que admiro mucho. Creo que es muy importante no solo nos traten como víctimas, sino contar cuánto tenemos que luchar para ser escuchados y para obtener alguna especie de justicia".
Así, la historia de María Diemar es retratada en un texto de 175 páginas, que llega a Chile gracias a Barbara Fiore Editora, que realiza la traducción del sueco al español.

La historia aborda gran parte del caso investigado por el exministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza, quien en 2018 comenzó a indagar cerca de 500 casos de adopciones irregulares que tuvieron lugar entre 1970 y 1990. Entre ellos, el caso de María Diemar
“Mi primer libro es sobre adopciones ilegales y forzadas, trata de cómo descubrí que mi adopción también había sido ilegal. Además, trabajaba como activista hace años —detalla Lisa Wool-Rim Sjöblom—. Sabía algo sobre Chile, incluso antes de que se supiera la noticia, adopciones nacionales con sacerdotes (…) Sabía que había adopciones corruptas desde Chile, pero esto fue un gran problema cuando se supo. Ya estaba involucrada en estos temas, interesada y escribiendo sobre el tema desde la perspectiva de muchos países. Así que cuando se supo lo de Chile, inmediatamente empecé a escribir sobre ello, incluso antes de conocer a María“.
Si bien María Diemar estuvo en Chile en sus veinte, buscando sin éxito información sobre su familia biológica y aprendiendo español, recién fue en su adultez que comenzó a atar cabos sobre las irregularidades en el proceso. Fue la periodista chilena Ana María Olivares y el tío de ella quienes le ayudaron a dar con su historia.
“No podía dormir en la noche. Fue superdifícil cuando entendí que eso le había pasado a tantas personas. Cuando fui a Chile la primera vez a trabajar con las adopciones, en septiembre del 2018, conocí a madres que todavía están buscando a sus hijos. Eso fue superfuerte, porque me decían que yo podía ser su hija. Estar al lado de una madre que quería así abrazarte, tocarte, fue muy impactante”, recuerda Diemar.
Al ser una de las pocas adoptadas que hablaba español en Suecia, se convirtió en el puente de muchos para hallar información fidedigna sobre su identidad. “Muchas personas adoptadas me llamaron y pidieron ayuda para encontrar la verdad y a sus familias. En ese tiempo yo había fundado Chileadoption.se y trabajábamos junto a Hijos y Madres del Silencio. Como era la única que hablaba español, tenía que revisar cada caso. Al mismo tiempo, entendí que eso mismo le pasó a mi hermano adoptivo. Él siempre ha tenido problemas con la salud mental, con depresiones”.

“Estuve durante nueve meses en contacto con su mamá en Chile, cada día, y con él, pero en el principio ellos dos no podían comunicarse. Yo llevaba tantas historias, y la mía. No podía parar de pensar en todas estas familias”.
Su propia historia tiene un vínculo fuerte con la tradición mapuche. “Encontré a mi mamá en 2003, pero no entendí la gran historia. Desde entonces sabía que mi mamá era mapuche. Cuando hice una prueba de ADN en 2019, entendí que los dos padres tenían que ser mapuches”.
“Yo había estado con mi hermano adoptivo en Temuco en enero y conocí a Alina Namuncura Rodenkirchen, que fue adoptada en Alemania. Ella regresó a Temuco, está viviendo en tierra mapuche, está enseñando mapuzungun. Conversé mucho con ella y empecé a tomar clases de mapuzungun con ella, online. Ella me ha ayudado mucho, porque ella misma ha vivido el mismo proceso. Había muchas cosas que nunca entendí. Por ejemplo, el nombre o los apellidos de mi mamá, por ejemplo. Ella (Alina) podía explicar que eso significa como agua, un lago, agua de un lago o volcanes. Y esas cosas pequeñas son muy importantes. Porque toda mi vida, hasta tener 43 años, pensaba que era un nombre raro, nada más”, cuenta.
“El 2022 vine a Chile y conocí a mi mamá en persona. También estuve en la casa de Alina y fuimos a diferentes reuniones con mapuche. Me vestí con ropa tradicional y fui a lugares importantes. Caminar en Temuco con esa ropa, me sentía como una princesa. Es algo que no podía imaginármelo. Alina me ha explicado que cada persona pertenece a un tuwün. Yo siempre pensé que era de Lautaro, pero no. No soy de Lautaro. Nací en Lautaro. Pero mi familia de parte de mis abuelos son del campo, afuera de Galvarino. Mi hermano me mostró los cerros, los ríos, la casa, la escuela, todos los lugares donde iba a crecer, pero no. Eso fue lo más importante que me ha pasado".
Dentro de todo, María Diemar se siente afortunada de ir encontrando sentido a sus raíces. “No creo que eso les pase a todos, porque los documentos (de adopción) son tan difíciles de entender y las personas son difíciles de buscar”.

Tierra excavada
La cosmovisión mapuche ha sido clave en el proceso de María. “Lo ha hecho más fácil de entender, comprender que somos gente de la tierra, que necesitamos a la familia”.
Toda la historia de María, y las de las familias a las que ayuda, quedó plasmada en la obra de Lisa. Según cuenta Diemar, la construcción del título ha sido un proceso sanador.
“Cuando Lisa comenzó a documentar, escribir e investigar más, me sentía más relajada”, afirma.
Ella fue crucial para que Lisa armara el universo visual del libro. Con sus fotografías y descripciones, la ilustradora pudo construir los paisajes de zonas como Lautaro y Temuco, además de los rostros de los familiares biológicos de María.
“La forma de cómic ayuda mucho. Un grupo importante de personas lee comic, eso es una cosa. Creo que, definitivamente, cuando las cosas están en un formato como este, pueden llegar a un público más amplio, comparado a cuando escribes solo ficción o un texto en prosa. La gente mira las fotos y piensa que son lindas o interesantes. Y piensa, ¿qué es esta historia? Creo que lo genial de los cómics es que es más fácil de leer. Así que se vuelve accesible a un grupo más grande de personas, que se sienten abrumados por un libro completo con solo texto“, reflexiona la ilustradora.
En cuanto al título, también tiene relación con los orígenes mapuche de María. “Tierra excavada puede significar dos cosas. Por un lado, brotas, y por el otro, tienes que buscar hacia dentro, excavar, buscar en el pasado y descubrir. Tiene un doble significado”, explica Lisa.
Su próximo proyecto igual irá en la línea de las adopciones ilegales, pero enfocado en la salud mental. Los adoptados “estamos constantemente siendo patologizados, que algo está mal en nosotros. Pero mi mantra para este libro es que estamos reaccionando saludablemente a una enfermedad. Nos separaron de nuestras madres, ¿por qué no te traumatizarías por eso? Los adoptados pasan por altos niveles de suicidio, depresión, adicción, encarcelamiento, nos llevamos vidas muy solos. Ha sido muy difícil trabajar en ello, porque es muy difícil leer los problemas que los adoptados han pasado".
Además de esta entrevista, María Diemar tenía una agenda apretada con reuniones con autoridades y organizaciones. El trabajo, así, no se detiene. Si bien en Chile existe reconocimiento e investigaciones sobre esta temática, en Suecia sigue siendo un tema tabú y no totalmente asumido por el Estado y las instituciones, como el Centro de Adopción Sueco.
−¿Siente que existe reparación, tanto en Chile como en Suecia?
María: Están haciendo una investigación que terminará en junio, pero no hay un examen de casos individuales. Así que es simplemente simbólico. Eso es también en Chile. Han tratado de investigar, pero para mí no hay ninguna diferencia. No ha pasado nada a la reparación o justicia.
Tierra excavada está disponible en Buscalibre y en las librerías del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, GAM y Prosa y Política.
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