Culto

Vicepresidenta de la Feria del Libro de Frankfurt: “Chile ha ganado tiempo y eso será positivo para su participación”

La española Marifé Boix García se apresta para viajar a Chile, donde formará parte de la segunda edición del Contec, un encuentro profesional que forma parte del camino para Frankfurt 2027, donde Chile será el país invitado de honor. Acá habla sobre cómo ha sido la preparación del país, las expectativas, los desafíos de la industria del libro y los efectos de la Inteligencia Artificial en el mundo editorial.

Vicepresidenta de la Feria del Libro de Frankfurt: “Chile ha ganado tiempo y eso será positivo para su participación”

Por estos días, la agenda de la española Marifé Boix García está a tope. Como Vicepresidenta para el Sur de Europa y América Latina de la Feria del Libro de Frankfurt, se apresta a viajar a nuestro país, donde formará parte de la segunda edición del Contec Chile, un encuentro profesional coorganizado entre la entidad germana y el Ministerio de las culturas. Este evento se realizará entre el 28 y 30 de mayo, en el marco de la próxima Furia del Libro de invierno.

La instancia reunirá a los principales agentes literarios y gremios editoriales nacionales con sus pares de Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Brasil, México, India, Egipto y América Latina, quienes vendrán a conocer y establecer lazos con la industria local, con la finalidad de difundirla en el extranjero. Es parte de las actividades programadas con miras a la participación de Chile como país invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt 2027. En ese contexto, Boix se dio tiempo para atender a Culto vía Zoom.

Usted viene al Contec, encuentro con editores de Chile y el mundo, ¿qué es lo que se busca generar en esta actividad?

Por un lado, tenemos la parte de la conferencia del encuentro Contec, que ahí lo que se trata es de llevar temas relacionados con el mundo editorial, como la profesionalización de la industria editorial, la distribución y el marketing digital o temas relacionados con la inteligencia de datos, etcétera. Y luego, lo que ya son los editores, eso ya viene vinculado realmente a lo que es el invitado de honor, porque este año es el más importante de todos: hay que vender derechos de libros chilenos ahora. La idea es que luego esos libros sean traducidos. Los contratos de derechos de traducción siempre incluyen una cláusula que generalmente habla de 18 meses hasta el momento de publicación. La idea es que el 2027 ya tengamos libros chilenos traducidos a otras lenguas, entonces hay que trabajar desde antes en eso. Ese es uno de los objetivos importantes en el contexto de este viaje de editores, que está organizado por el MINCAP y también por Dirac y nosotros obviamente apoyamos con alguno que otro contacto si es necesario.

¿Qué factores principales influyeron en la decisión de seleccionar a Chile como País Invitado de Honor para la Feria del Libro de Frankfurt 2027?

Por un lado, desde lo que podíamos observar en la Feria de Frankfurt, vimos que la parte gubernamental en Chile funciona muy bien. Hay un diálogo muy bueno y también un gran apoyo de cara al sector editorial. Por otro lado, hay un factor importante para la feria que siempre intentamos focalizar hacia ciertos mercados, regiones, lenguas, etcétera. Entonces, intentamos que cada tantos años haya algún país latinoamericano, asiático, europeo, etcétera. Entonces, que haya ahí un círculo que no sea demasiado centrado en una sola región. Como sabrás, Chile estaba previsto primero para el 2025, antes de eso habíamos tenido tres países europeos seguidos, entonces para nosotros era importante decir nos vamos a otra región un poco más alejada, para de esa manera también tener ahí otra biodiversidad interesante para los editores que participan en la feria de Frankfurt. Y bueno, Chile dijo que no en esa ocasión y por eso nos fuimos al otro extremo e invitamos a Filipinas. Después, invitamos a un país que estuviera un poco más céntrico desde el punto de vista europeo, como es la República Checa para el año que viene y, después volvimos a Chile. Con ello, volvimos a América Latina.

Cuando se realizó ese cambio de fecha para la participación de Chile, ¿les generó algún tipo de problema?

La verdad que en el momento sí, porque le tuvimos que dar mucha prisa a Filipinas, que llevaba mucho tiempo esperando que le dijéramos que sí, pero nos estábamos manteniendo a la espera porque teníamos la expectativa de que fuera Chile quien participara. En el momento que Chile se retiró, a Filipinas le quedaba poco tiempo. Ahora, pensado desde el punto de vista de hoy, Chile ha ganado tiempo y supongo que eso será positivo para el resultado posterior. Lo único que cambia en este panorama es que será otro gobierno el que estará a cargo del proyecto cuando se efectúe la Feria del 2027. No será el mismo que está ahora en el poder. Eso sí que cambia, pero lo demás, yo creo que si nos centramos en lo que es la industria editorial, no debería ser problema, porque eso es independiente del gobierno de turno. Y tampoco creo que cambien tanto las cosas porque los editores y los buenos autores seguirán siendo los mismos, independiente de algún otro contenido que quiera presentar un gobierno o no.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que han enfrentado en la coordinación de un evento de esta magnitud con un país tan distante geográficamente?

Sí, la verdad es que eso es un poco complicado, porque cuando se trata de viajar a ciertos países, de nuestro lado o de esos países a Frankfurt, Alemania, se complican un poco las cosas. No se tiene la continuidad que, por ejemplo, tenemos con el director del proyecto de la República Checa, que cada par de semanas está en Frankfurt y vuelve a hablar con todo el mundo directa y presencialmente. Pero yo creo que lo más importante es tener claros los objetivos y tener las reuniones que se deben organizar a tiempo. A nivel de trabajo, yo creo que lo más importante es estar bien alienados y entenderse bien. O sea, no hay problema. El desafío más bien, es entre las personas que quizás no se conozcan todavía. Ahí el desplazamiento es más complejo porque un viaje a Chile no son un par de horas, sino ya se tienen que planificar los tiempos de otra forma, y eso va a requerir alguno que otro esfuerzo.

¿Qué expectativas tienen en la Feria respecto al impacto que la presencia de Chile generará en el público y la industria editorial internacional?

La expectativa que tenemos es que se den a conocer otros escritores y escritoras que, de momento, no son tan conocidos y conocidas aún. Siempre que un país, una región, se presenta con su literatura y cultura, también da frutos en los otros países cercanos. Yo creo que si se presenta a Chile como invitado de honor, seguro que también habrá una buena repercusión para sus vecinos latinoamericanos que estarán en la feria, y eso automáticamente genera otro interés por parte del público, sobre todo de los profesionales.

¿Se conoce la literatura chilena en Europa?, ¿qué se está leyendo?

Pues algunos escritores sí se conocen, como Nona Fernández, Alejandro Zambra, María José Ferrada, hay muchos libros que sí se leen y están traducidos al alemán. Tampoco es que empiecen a trabajar ahora. O sea, la Dirac ha hecho mucho trabajo en los últimos años y todos los años ha traído también alguno que otro escritor a la feria, no solo a la de Frankfurt, sino también a festivales literarios, donde han estado presentes diferentes escritores chilenos.

Feria del Libro de Frankfurt

En otro aspecto, ¿Le teme a la Inteligencia Artificial y sus efectos en la industria de Libro?

Yo creo que la Inteligencia Artificial es un tema que está cambiando tan rápido, que lo que dice un día, dos días más tarde puede cambiar. Pienso que es algo que hay que aprender a manejar. Hay que aprender a usar conscientemente esas herramientas que a lo mejor nos pueden ayudar y agilizar algunos procesos, pero yo personalmente soy muy cuidadosa en su uso. Para traducir alguna cosa, uso la herramienta, pero corrijo. Me pongo a ver lo que he traducido, y lo que traduzco lo hago a una lengua que más o menos domino, para poder ver si realmente es lo que yo he querido traducir o no. Entonces, es como una ayuda pero no para tomarlo tal cual y usarlo sin alguna reflexión adicional o sin un criterio original. Y hay cosas que, desde mi punto de vista, no se pueden dejar solo en manos de la Inteligencia Artificial. Por ejemplo, la traducción literaria yo no la pasaría por Inteligencia Artificial, tampoco el diseño de una cubierta. Para eso estimo demasiado a los ilustradores y el trabajo que hacen ahí las personas. Eso es algo que hay que cuidar, y por mucho que se aprenda, que se meta esa información en una máquina, el resultado no puede ser igual.

¿Cuáles cree que son los desafíos para llegar a nuevas audiencias, encantar a nuevos lectores considerando la competencia en relación al tiempo que dedican las personas a las series y el streaming?

Bueno, al final siempre se trata de compartir historias. Y lo importante, sobre todo pensando en los diferentes públicos y en las diferentes edades de esos públicos, es pensar dónde están los lectores, o los oyentes, o los que prefieran novela gráfica, por ejemplo. Si yo puedo transmitir un libro de Juan Rulfo en novela gráfica, pues que bien sea. A lo mejor en otro momento la misma persona lee algún libro de ese mismo escritor. O ahora, por ejemplo, el gran éxito que está teniendo El eternauta, pues ya tuvo su éxito como novela gráfica, pero si ahora a través de otro medio vuelve a ganar terreno, se vuelve a ganar público. Mucha gente tomará el libro después de ver la serie. Yo creo que hay un entrelazado entre los diferentes formatos, y es interesante trabajar en ello. De lo que estoy convencida es que hay que ir a donde está el público, y hay que producir en ese formato y ofrecerlo en la plataforma donde se encuentre el público. Y, obviamente, mantener las librerías es súper importante, eso también es algo que hay que cuidar porque ser librero es una profesión.

Feria del libro de Frankfurt

¿Cómo ve el futuro de la Feria del Libro de Frankfurt y su rol en el panorama editorial mundial?

Yo lo veo positivo. La Feria del Libro de Frankfurt es enorme y todos los años decimos que hay que volver a inventarla. O sea, ya estamos pensando en la feria del 2026. Es posible que la feria vaya evolucionando en dirección hacia un festival en paralelo, pero nunca dejando de lado la parte profesional que sigue siendo la más importante a nivel histórico de la feria. Y eso es algo que lo tenemos muy claro y que lo seguimos cuidando: tenemos el centro de agentes literarios más grande del mundo. Es el corazón de la feria, el que mueve todo ese tema de derechos literarios y de traducción. Entonces, yo la veo muy diversa, es una feria de ferias, de muchas ferias distintas, de contenidos distintos, de comunidades distintas que todas se encuentran alrededor de una fecha, en un lugar, pero que hay que cuidarla, desarrollarla, etcétera.

Lee también:

Más sobre:LibrosFeria del Libro de FrankfurtLibros Culto

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¿Vas a seguir leyendo a medias?

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesTodo el contenido, sin restricciones SUSCRÍBETE