Efecto Floyd: críticas por racismo y violencia policial generan éxodo de efectivos en Estados Unidos

Personas gritan durante una protesta en el lugar de un tiroteo policial en la ciudad de Lancaster, Pennsylvania. Foto: AP

Varios agentes se han trasladado a pueblos pequeños, mientras que otros se han retirado por completo de la institución. Estos factores han generado un aumento del crimen en todas las ciudades del país.


La muerte de George Floyd el 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Minnesota, a manos de la policía, dio origen a multitudinarias protestas en todo Estados Unidos, y reafirmó la imagen de abuso, impunidad y racismo de la que se acusa a la institución. Esto no les ha sido indiferente.

Casi el 20% de los agentes en Seattle, en el estado de Washington, ha dejado su trabajo en el último año y medio, lo que equivale a unos 260 oficiales, según comentó el jefe interino de la policía de la ciudad, Adrián Díaz, al diario español El Confidencial. La policía teme que el éxodo de agentes llegue a los 400 en un año. Seattle fue tan sacudida por los disturbios raciales, que los manifestantes incluso montaron una autoproclamada “república independiente” en el centro de la urbe.

Agentes de la policía de Seattle pasan junto a personas con carteles y banderas durante una manifestación en apoyo a la institución y otros agentes del orden, frente al municipio de la ciudad. Foto: AP

Al igual que Nueva York, Minneapolis y Portland, el municipio de Seattle decidió ceder ante el eslogan “Desfinanciar a la policía” y recortó el presupuesto del cuerpo policial en un 13%, una medida que dejó sin empleo a 100 agentes e impulsó un recorte de sueldos. La decisión incluso hizo que la entonces jefa de policía de la ciudad, Carmen Best, anunciara su jubilación.

Desde entonces, el crimen en Seattle se disparó. Los homicidios en la ciudad subieron un 61% el año pasado, la cifra más alta en 25 años. Las principales razones son, por un lado, que los recortes han reducido la presencia policial, y por otro, que el clima de protestas ha afectado la moral de las fuerzas, haciendo que los oficiales se despreocupen. “Todo nos lo impugnan y todo lo que hacemos está mal. Para qué meternos en problemas”, reconoció un policía neoyorquino a El Confidencial.

Un manifestante sostiene un letrero que dice "Desfinanciar a la policía" durante una protesta por la muerte de George Floyd en las afueras del Barclays Center, en Nueva York. Foto: AP

El 86% de los policías cree que los últimos casos de muertes de afroamericanos a manos de efectivos de orden han atraído una reacción pública extraordinaria que dificulta su trabajo, según una encuesta del Pew Research Center. Por esta razón, más de un 70% de los agentes reconoce dudar más sobre interrogar a personas que parecen sospechosas.

Este fenómeno se repite en todo el país. En Los Ángeles, los homicidios aumentaron un 36%, en Minneapolis más de un 70% y en Portland un 82%, mientras que Nueva York, Chicago y Miami muestran cifras similares. Atlanta incluso ha llegado a registrar el mayor número de asesinatos en 30 años.

Incendios de vehículos durante protestas en Atlanta, en respuesta a la muerte de George Floyd. Foto: AP

Según la organización Major Cities Chiefs Association, los asesinatos en Estados Unidos subieron en total un 33% en 2020 respecto del año anterior, y este año han aumentado un 24% desde enero.

Esto se explica, en gran parte, por la jubilación de los agentes o su retiro de las fuerzas policiales para dedicarse a otra carrera. Según datos recogidos por The New York Post y The Washington Examiner, la salida de policías en Nueva York se ha acelerado un 75%.

En Louisville, Kentucky, donde la muerte de la joven afroamericana Breonna Taylor a manos de la policía en marzo de 2020 generó una explosión de protestas, más de un 20% de los agentes ha dejado su puesto.

Un manifestante sostiene un cartel con una imagen de Breonna Taylor mientras habla con un oficial de policía de Louisville. Foto: AP

“Muchos de estos agentes no están dejando el trabajo policial, están yéndose a lugares donde se les aprecia y donde su trabajo no está tan politizado”, dijo a Forbes Betsy Brantner Smith, portavoz de la National Police Association.

Muchos policías de Portland se han ido a trabajar a ciudades aledañas en Oregon, como Beaverton, Bend o Hillsboro. Algunos, incluso, se han marchado al estado vecino de Idaho, que es más conservador. Tradicionalmente, los agentes de localidades más pequeñas se trasladaban a una gran ciudad para tener mejores condiciones laborales y ganar más prestigio. Sin embargo, las circunstancias han cambiado.

En Portland, 115 agentes han dejado la policía desde julio del año pasado, y los homicidios subieron un 270%. Sin embargo, una encuesta reciente en la misma ciudad mostró que tres cuartos de los habitantes quieren que se mantengan los recursos policiales.

Un letrero en apoyo de la policía en Lincoln, Nebraska. Foto: AP

Un sondeo del canal NY1 descubrió que el 72% de los habitantes de Nueva York quiere más agentes en las calles. Además, pese a la atención que han recibido las protestas, menos de uno de cada cinco estadounidenses apoya la idea de “desfinanciar a la policía”.

Aunque el apoyo al movimiento Black Lives Matter superó el 60% hace un año, en los últimos meses ha estado por debajo del 50%. Según una encuesta de Morning Consult-Politico, un 69% de los estadounidenses dice que hay un problema de violencia policial en el país. Aunque la cifra sigue siendo alta, es 10 puntos menor a como estaba hace un año.

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