El debate por la tercera dosis: los modelos de refuerzo contra el Covid-19 que ya se aplican en el mundo

Un adolescente recibe una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el Covid-19 en Quito, el 21 de julio de 2021. Foto: AFP

En Tailandia e Indonesia se anunció la semana pasada el inicio de la vacunación a funcionarios sanitarios. Mientras Israel ya comenzó la aplicación de la dosis de refuerzo a personas de edad avanzada o con sistemas inmunitarios debilitados, China estaría evaluando aplicar la vacuna Pfizer a su población ya inoculada con inmunizantes locales.


La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que no eran necesarias dosis de refuerzo para la población vacunada contra el Covid-19 y pidió a las farmacéuticas y los gobiernos que prioricen inmunizar a las personas en riesgo en todo el mundo.

“La brecha mundial en el suministro de la vacuna contra el Covid-19 es enormemente desigual. Algunos países y regiones están pidiendo millones de dosis de refuerzo, antes de que otros países hayan tenido suministros para vacunar a sus trabajadores sanitarios y a los más vulnerables”, dijo el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus.

En la misma línea apuntó la científica jefa de la OMS, Soumya Swaminathan, quien afirmó que “en este momento no hay pruebas científicas de que sean necesarios refuerzos ahora. Hemos visto aumento de infecciones, pero no de muertes y hospitalizaciones. Puede que tras dos o tres años sí, pero no hay ninguna indicación de que hagan falta después de seis meses”. “Es una decisión que hay que basar en la ciencia, no porque una compañía declare que hay que dar refuerzo de su vacuna”, añadió la especialista.

Los dichos de Swaminathan parecían apuntar al anuncio efectuado a comienzos de mes por los laboratorios Pfizer y BioNTech, que informaron que buscarían la autorización de las agencias regulatorias de Estados Unidos y Europa para una tercera dosis de su vacuna contra el Covid-19. Las dos empresas consideran que un refuerzo actuará de manera similar contra la variante delta, altamente contagiosa, la cual se está convirtiendo en la dominante a nivel mundial.

Hasta ahora, cuatro países han anunciado programas de refuerzo y la OMS calcula que si 11 países ricos o de ingresos medios dan una tercera dosis a su población harían falta 800 millones de vacunas adicionales.

Aunque aún no ha surgido evidencia definitiva que respalde la necesidad de las llamadas inyecciones de “refuerzo”, los funcionarios de salud de Tailandia a Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos ya han decidido ofrecer las dosis adicionales a algunas personas ya inoculadas con vacunas de los fabricantes chinos Sinovac y Sinopharm, así como con la desarrollada por la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica británica AstraZeneca, destaca la agencia Bloomberg.

En Medio Oriente, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin decidieron poner a disposición la vacuna Pfizer/BioNTech para reforzar la campaña de inmunización de la población, inicialmente basada en el inmunizante Sinopharm. En el caso de Emiratos Árabes Unidos, el país empezó en marzo a aplicar tercera dosis en casos puntuales de personas que no habían desarrollado suficientes anticuerpos. En mayo, las autoridades decidieron ampliar la posibilidad de la tercera dosis de la vacuna BIBP, desarrollada por Sinopharm. Sin embargo, a principios de junio se accedió a que las personas que habían sido vacunadas con el inmunizante chino pudieran voluntariamente recibir una tercera dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech como refuerzo en su esquema.

En el caso de Bahréin, el gobierno anunció que las personas elegibles recibirán una dosis de refuerzo con cualquiera de las dos vacunas (Sinopharm o Pfizer/BioNTech) seis meses después de haber completado su esquema de dos dosis. Los habitantes del Estado del Golfo Pérsico pueden registrarse a través de la aplicación oficial BeAware para recibir la dosis de refuerzo, ya sea de la vacuna de Pfizer o de Sinopharm. Sin embargo, las autoridades ahora recomiendan que la población mayor a los 50 años, con obesidad y personas con sistemas inmunes debilitados reciban la inyección de Pfizer sin importar si recibieron la de Sinopharm en un principio.

Tras convertirse en uno de los países con el programa de vacunación más rápido en el mundo, Israel comenzó el 12 de julio a administrar una tercera dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech, tras el aumento de casos por coronavirus debido a la propagación de la variante delta. Por ahora, la dosis de refuerzo será dirigida exclusivamente para personas de edad avanzada o que tengan un sistema inmunitario debilitado. Sin embargo, el país estudia ampliar esta estrategia para la población general.

En el Sudeste Asiático, en tanto, el ministro de Salud de Tailandia, Anutin Charnvirakul, anunció la semana pasada que el personal sanitario recibirá una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 para mejorar la protección contra las nuevas variantes del virus. Los médicos y enfermeras tailandeses en primera línea comenzaron en abril a recibir las dosis del inmunizante producido por Sinovac.

Un trabajador de la salud administra inyecciones de la vacuna AstraZeneca en un centro de inoculación en Bangkok, Tailandia. Foto: AP

Ante la detección de algunas infecciones entre los funcionarios sanitarios que previamente se habían vacunado, las autoridades tailandesas aprobaron que se les inocule a partir de este mes una tercera dosis entre las vacunas producidas por AstraZeneca o Pfizer. El Ministerio de Salud informó que desde abril a julio al menos 618 trabajadores sanitarios vacunados habían resultado infectados por el virus entre un total de 677.348.

En paralelo, la portavoz del Ministerio de Salud de Indonesia encargada de la vacunación, Siti Nadia Tarmizi, informó que empezarán a inocular una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 a los trabajadores sanitarios. La dosis de refuerzo de la vacuna de Moderna se administrará a los trabajadores de la salud que tienen su esquema completo con Sinovac o AstraZeneca. Se estableció que esta tercera dosis se aplicaría entre cinco y seis meses después de haber recibido la segunda inyección. La Asociación de Médicos de Indonesia pidió vacunas de refuerzo para los trabajadores de la salud, después de que algunos miembros del personal médico murieran a pesar de estar completamente inoculados con Sinovac y AstraZeneca.

Campaña de refuerzo

En Francia, por su parte, el Presidente Emmanuel Macron anunció que quienes se vacunaron entre enero y febrero y vean que pronto se reduce su inmunidad ante el virus podrán beneficiarse desde comienzos de septiembre de una nueva dosis, “coincidiendo con la vuelta a clases”. Sin embargo, la Alta Autoridad Sanitaria (HAS) francesa no considera que sea necesario por ahora suministrar una tercera dosis de vacuna al conjunto de la población “por falta de datos disponibles” y aconseja que se utilice únicamente en los grupos vulnerables.

“Si bien parece muy probable que una (tercera) dosis de refuerzo procure efectivamente un efecto positivo, los datos disponibles al día de hoy no permiten evaluar de manera precisa su impacto ni su necesidad”, indicó la HAS en un comunicado.

Reino Unido está comenzando a planificar una campaña de refuerzo a finales de este año después de que los principales asesores de vacunas dijeron que podría ser necesario administrar una tercera dosis a los ancianos y a los más vulnerables a partir de septiembre, señaló Reuters. El gobierno dijo que compraría 60 millones de dosis más de la vacuna de Pfizer/BioNTech antes del posible programa de refuerzo, con lo que su pedido total de inyecciones asciende a 100 millones de dosis.

Las clínicas de salud en Moscú comenzaron a ofrecer vacunas de refuerzo a principios de este mes a las personas vacunadas hace seis meses o más, convirtiendo a Rusia en uno de los primeros países en comenzar la revacunación, según Reuters. El país ha utilizado principalmente la vacuna de fabricación local Sputnik V, aunque también ha contado en menor medida con las vacunas EpiVacCorona y CoviVac. También se ha empleado la Sputnik-Light, que tiene la particularidad de ser monodosis. Las autoridades dijeron que recomendarían la aplicación de dosis de refuerzo cada seis meses, al menos hasta que se alcance el umbral del 60% de la población general vacunada contra la enfermedad.

Una anciana recibe una inyección de refuerzo de su vacuna contra el Covid-19 en un centro en Netanya, Israel. Foto: Reuters

Tras Israel y Francia, China también se plantearía poner una dosis de refuerzo de Pfizer a su población, vacunada mayoritariamente con antígenos de manufactura local de virus inactivado. Fuentes cercanas a los reguladores farmacéuticos chinos citadas de manera anónima por el diario local Caixin indicaron que “las autoridades chinas planean usar la vacuna (de Pfizer-BioNTech) como dosis de refuerzo para la gente que ha recibido vacunas de virus inactivado”.

Además, según Wu Yifang, presidente de Fosun Pharma -socia china de BioNTech-, la Universidad de Hong Kong está llevando a cabo un estudio del rendimiento obtenido al mezclar la vacuna china de Sinovac con la de BioNTech y “los datos disponibles ahora mismo dan pie al optimismo”.

China todavía está estudiando qué niveles de protección son posibles mediante la recombinación de vacunas, algo planteado por primera vez por Gao Fu, director del Centro de Control de Enfermedades de China, en abril. En ese momento, Gao dijo que las vacunas chinas “no tienen tasas de protección muy altas” y agregó que los funcionarios están considerando “si deberíamos usar diferentes vacunas de diferentes líneas técnicas para el proceso de inmunización”, destacó la semana pasada la revista digital The Diplomat.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.