Petro y el desafío de la gobernabilidad en Colombia: la necesidad de negociar con un Congreso fragmentado

Gustavo Petro, presidente electo de Colombia, junto a la nueva vicepresidenta Francia Márquez, en la celebración de su victoria del domingo. Foto: Reuters

Sin una mayoría suficiente para gobernar sin acuerdos con la oposición, el futuro de las grandes reformas prometidas por el recién electo presidente requerirá la búsqueda de apoyos para realizar estos proyectos. Hay preocupación por el eventual uso del estado de emergencia económico.


Con la elección presidencial de Colombia ya en el pasado, y con el economista de izquierda Gustavo Petro, a meses de asumir en un país históricamente asociado a la derecha, los lineamientos de sus cuatro años ya están sobre la mesa. Ahora, la pregunta es cómo el nuevo mandatario buscará lograr la gobernabilidad en el lugar que por años fue su hogar institucional: el Congreso colombiano.

A horas de que se proclamara la victoria del representante de Pacto Histórico, excolegas senadores y miembros de la Cámara de Representantes anunciaban la conformación de la oposición al gobierno, algunos afirmando que respetarán la voz del 47,27% obtenido por Rodolfo Hernández, candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, y otros asegurando que se convertirán “en celosos defensores de la libertad, de pensar distinto, de emprender, de generar riqueza y libertad de tener, de progresar y construir futuro”, como afirmó en Twitter la senadora uribista, María Fernanda Cabal.

Las promesas de campaña del electo presidente de Colombia fueron bastante claras. Buscar un cambio en el modelo económico, pasando del extractivista hacia el productivo, generar un nuevo sistema de salud pública y modificar el sistema de pensiones son algunas de las pretensiones del programa presentado por Petro. Para lograr aquello, deberá negociar, ceder y salir a buscar votos fuera de su pacto electoral, opinan analistas colombianos.

Pese a que en las elecciones parlamentarias realizadas el 13 de marzo de este año, el conglomerado del economista que regirá Colombia dio una sorpresa al lograr desplazar a la centroderecha como el grupo con el mayor número de congresistas en el Senado, requerirá de parlamentarios ajenos al corazón de su proyecto político.

Para mediados de julio se espera la entrega definitiva de las votaciones legislativas pero, según medios de Colombia, Pacto Histórico contaría con entre 44 y 47 congresistas en ambas cámaras. Cerca de 20 en el Senado, donde tendría una considerable cantidad, y rondando los 25 en la Cámara de Representantes. El buen resultado, sin embargo, no es suficiente para gobernar solo con su pacto.

Electores celebrando la victoria de Pacto Histórico, el conglomerado del presidente electo, Gustavo Petro. Foto: Reuters

En la Cámara Alta se sumarían los aliados ideológicos como Comunes, el partido derivado de los Acuerdos de Paz conformado por exguerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), quienes aportarían cinco asientos, además de los dos representantes de la circunscripción indígena (AICO y MAIS).

Más lejanos y, probablemente, mediados por negociaciones, estarían los apoyos de congresistas de Cambio Radical, la U, la Alianza Verde y el Partido Liberal, siendo este último una de las claves para lograr mayoría en el Senado. Apoyo que, de concretarse, significaría superar los 50 parlamentarios de un total de 108.

Para la académica de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, Arlene Tickner, este apoyo por parte del Partido Liberal sería más bien coyuntural que programático, por lo que, dependiendo del proyecto de ley, variaría la votación.

“Como bancada es de esperar que los liberales en algunos temas puedan tener una mayor o menor cercanía con un gobierno de Petro. En paz puede haber un margen de maniobra y de gobernanza más grande que en otros. Petro tiene que construir alianzas a partir de distintos ejes temáticos de su programa de gobierno, según la afinidad de distintos grupos políticos”, dijo Tickner a Infobae.

En cuanto a la Cámara de Representantes, al agregar los hipotéticos apoyos y las proyecciones de medios colombianos, Petro estaría respaldado por 41 congresistas de 188 posibles. La experiencia como senador del ahora presidente podría ser fundamental para lograr acuerdos entre las diferentes bancadas, cree Felipe Botero, docente de la facultad de Ciencias Sociales de Universidad de los Andes.

“Si bien Petro tiene oposición, también tiene más experiencia por su paso en el Congreso durante los últimos períodos, por lo que conoce a la gente y cómo se mueve. Aunque su partido solo tiene el 20% y máximo podría alcanzar el 30%, tendría que negociar o convencer a verdes o liberales para que se le unan”, explicó al diario La República.

Dicha oposición se empezó a configurar inmediatamente después de la elección de Petro como mandatario desde 2022 a 2026. Desde el Partido Conservador y Centro Democrático afirmaron que harán una “férrea oposición” al gobierno entrante, detalló el medio RCN.

Votante sufraga en la segunda vuelta presidencial, donde se impuso Gustavo Petro. Foto: AP

“Desde el Senado, defenderé la democracia, la libertad y la actividad económica. Haré una oposición inteligente, con base en los hechos y siempre teniendo en mente primero a Colombia. Cuentan conmigo, no están solos”, declaró el senador electo por el Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay.

La senadora cercana al uribismo, María Fernanda Cabal, argumentó que “Chile y Colombia eran los dos bastiones de contención contra el socialismo del siglo XXI, que en nuestro país se disfrazó de progresismo, y que no es otra cosa que comunismo puro y duro”. Agregó, además, que “hace seis meses cayó Chile” y que “ya siente el peso de sus decisiones”.

Con dicha oposición frente al entrante gobierno, la duda que ahora surge es si Gustavo Petro utilizará herramientas legales, pero cuestionadas por analistas, para saltarse a la oposición y al Congreso por medio de la declaración de un eventual estado de emergencia económico. Recurso con el cual el economista podría llevar a cabo proyectos sin demasiadas trabas legislativas.

“El argumento de Petro para declarar la emergencia económica es la crisis que enfrentan sectores vulnerables importantes de Colombia”, dijo a Infobae Arlene Tickner. Pero advirtió que “todo estado de excepción es problemático en una democracia. Tanto la propuesta que tenía Hernández de declarar estado de conmoción interior como la de Petro de declarar estado de emergencia, por razones distintas, inquietan a distintos sectores del electorado”.

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