Así no se puede: Chile se condena por su falta de gol

Marcelo Martins anotó el empate de Bolivia ante Chile mediante lanzamiento penal. (Photo by Alberto Valdes / POOL / AFP)

La selección nacional tuvo innumerables ocasiones de gol, pero los postes y el despilfarro de los jugadores nacionales terminaron con el partido igualado ante Bolivia. Un resultado doloroso. La visita anotó con un penal de Moreno Martins, acusado por el VAR.



Es como ver a Chile eliminado del Mundial. Guillermo Maripán desolado en el suelo y Gary Medel cubriéndose el rostro con la camiseta. Los jugadores no lo pueden creer. Repasan una y otra un partido que debieron ganar. Y no encuentran la explicación. Lo concreto es que se perdieron dos puntos en casa ante Bolivia, uno de los rivales al que se debe derrotar sí o sí. El 1-1 duele, duele mucho. Qatar 2022 se ve muy lejos.

Era para ir ganando por dos, tres y hasta cuatro goles. Pero el grande y redondo cero tiene a los chilenos sin uñas. Maldito vertical, travesaño perverso. Por qué se cruzan entre la pelota y el gol de Chile. Eduardo Vargas reventó el palo a los cuatro minutos, Francisco Sierralta le pegó al poste cuando era más fácil echarla adentro. En 10 minutos, la película está clara: o es goleada o es angustia para los bicampeones de América.

Al menos hasta el final del primer tiempo, ganó lo segundo. Después se confirmaría lo peor. Sobra un central en el Equipo de Todos. Bolivia solo ataca con Moreno Martins, si es que se le puede decir “ataque” a lo que ofrecen los verdes. La idea de Lasarte de una línea de tres en el fondo, para transformar a los laterales en dos punteros abiertos, se expresa claramente. Mauricio Isla y Eugenio Mena pasan una y otra vez. No tienen a quién marcar, su única preocupación es llegar al fondo y sacar un centro.

Alexis Sánchez tiene libertad para ir donde guste. Vargas entra y sale del área, muy participativo. Jean Meneses también actúa con independencia, primero por la derecha, después cargado a la izquierda. La pelota es 99,9 por ciento de Chile. Charles Aránguiz, el organizador. Todo se ve bien. Hay personalidad, hay circulación y movimientos aprendidos en los entrenamientos. Pero falta lo más importante: el gol. La deuda crece, también los nervios. Y lo peor es que José Sagredo se estira y se la saca desde la línea a Alexis. Lasarte no lo puede creer, se vuelve loco, abre los brazos. Sabe que el partido está difícil.

Bolivia juega con 12. Once jugadores más el reloj, que corre implacable. Cada vez que Carlos Lampe se queda en el suelo más de lo natural, haciendo un show barato, dan ganas de entrar a la cancha y levantarlo a empujones. Mientras más demora la apertura del marcador, más crece la tensión.

César Farías mueve sus fichas en el entretiempo. Tres cambios de una. Solo en nombres, porque la propuesta es la misma. Poblar el área con camisetas verdes y aguantar, aguantar y aguantar. Esperar un milagro arriba y sería. La estadística marca casi un 80% de posesión en favor de la selección nacional. Una diferencia que a la banca altiplánica le daba exactamente lo mismo.

Alexis tiene dos, Luis Jiménez (quien entró por un molesto Vargas) la cruza sin éxito. No quiere salir, la pelota está hechizada. Arturo Vidal, desde la tribuna, convaleciente de Covid, sufre como ninguno. Solo quedan 21 minutos, no se ve por dónde, hasta que la pelota queda en los pies del titiritero Aránguiz. Y el jugador del Leverkusen pone calma donde otros se enredan. Ve a Erick Pulgar, su compañero de funciones, corriendo como un rayo y le pone la pelota en la cabeza. El volante de la Fiore lo logra. Al fin, gol de Chile, 1-0. Era lo mínimo, pero vale celebrar como si fuera un 5-0.

La condena para la Roja es terrible, sin embargo. No hubo tiempo de celebrar. Ever Aquino, el mismo de Montevideo, el árbitro más odiado en Chile, cobró penal por una mano de Guillermo Maripán. La cobró con demora, por el aviso del VAR, después de ir a revisar la jugada en pantalla, tal como no lo hizo en el Centenario. Moreno Martins la puso en el ángulo y desató la euforia de Bolivia.

Ese bendito segundo gol no llegó. Un golpe devastador, al corazón de la Roja, a días de la Copa América. El punto celebrado en Argentina quedó en nada. Solo para la estadística. La conclusión abruma: en seis partidos, Chile perdió como visita ante Venezuela y no le pudo ganar a Bolivia en casa. Es triste, demoledor, pero así no se puede ir al Mundial.

Ficha del partido

Chile: Claudio Bravo; Francisco Sierralta (86′, Fabián Orellana), Gary Medel, Guillermo Maripán; Mauricio Isla, Charles Aránguiz, Erick Pulgar, Eugenio Mena; Jean Meneses (86′, Felipe Mora), Eduardo Vargas (65′, Eduardo Vargas), Alexis Sánchez. DT: Martín Lasarte.

Bolivia: Carlos Lampe; Diego Bejarano (71′, Diego Wayar), Luis Aquín, Adrián Jusino, José Sagredo; Henry Vaca (46′, Gilbert Álvarez), Leonel Justiniano, Danny Bejarano, Boris Céspedes (46′, Juan Carlos Arce), Rodrigo Ramallo (46′, Jorge Flores); Marcelo Moreno Martins (90+3′, Erwin Sánchez). DT: César Farías.

Goles: 1-0, 69′, Pulgar cabecea un pase perfecto de Aránguiz y descoloca Lampe; 1-1 ‚81’, Moreno Martins anota de penal, tras mano de Maripán avisada por el VAR.

Árbitro: Eber Aquino (PAR). Amonestó a Medel, Pulgar (CH); Vaca, Da. Bejarano, Flores, Justiniano (B).

Estadio San Carlos de Apoquindo: Sin público.

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