Carlos Carmona vive su retiro: “El único dolor que me dejó el fútbol fue no ganar la Copa América con la Selección”

Foto: Gentileza Carlos Carmona.

Siempre de bajo perfil, su nombre fue uno de los inamovibles en diferentes procesos de la Roja, que lo hicieron histórico al participar de cuatro mundiales. Una lesión a la cadera, sin embargo, lo sacó de los hitos más importantes de la Generación Dorada. No olvida el Bautizazo: “Quizás es el peor error que cometí”.



Esta semana, y tal como vivió toda su carrera, Carlos Carmona (34 años) decidió dejar el fútbol sin causar un revuelo mediático. Casi en silencio, el volante que estuvo nueve temporadas en Italia, formó parte importante de la Generación Dorada y se anotó como el único jugador chileno que ha jugado cuatro mundiales, decidió colgar los botines.

¿Por qué tomó esta decisión?

Por un problema crónico en mi cadera, que no me permite competir como quisiera. Sufría mucho en la semana para llegar bien a los partidos, me costaba entrenar a la par de mis compañeros, consumía muchos remedios para el dolor y después de los partidos, quedaba muy adolorido. Es un mal que vengo sufriendo hace años y la cabeza llega a un límite, por lo que preferí retirarme siendo un aporte.

¿Desde cuando sufre los dolores?

Me operé el 2015 por este problema y ahí comenzó una merma física. Los primeros años no sentía tanto dolor, pero después, con el tiempo, comenzaron los problemas y siempre lo sufrí para callado, porque era demasiado joven para dejar el fútbol.

¿Habrá un partido de despedida?

No lo sé, no he hablado con nadie. Por ahora, estoy aprovechando el tiempo para estar con mi familia y disfrutar con mis hijos.

¿Ya extraña el fútbol?

Sí, ya lo hago. Cuando veo a mis compañeros en pretemporada, ya lo echo de menos. Pero tengo tan claro que mi físico no me permitiría un regreso... Los dolores son fuertes, pero lo que más extrañaré será el día a día, el camarín, compartir con los colegas.

¿Cómo le gustaría ser recordado?

Creo que la gente tiene clara mi imagen: silencioso y trabajador. Pero que cada uno me recuerde como desee. No me quita el sueño que me recuerden con una palabra o una frase, porque me voy tranquilo con la carrera que hice y me siento parte de una linda generación que logró cosas históricas para nuestra actividad.

¿El fútbol le queda debiendo algo?

Creo que me voy pagado con el fútbol. Agradecido. Pude vivir en el extranjero y pude hacer muchas cosas que cuando chico ni siquiera imaginaba.

Le doy vuelta la pregunta; ¿le debe algo al fútbol?

Se lo debo todo. Por eso quiero seguir ligado a esta actividad y ayudar a los más jóvenes. Tengo la experiencia, jugué afuera, en la Selección y creo que puedo tratar de guiarlos, de enseñarle muchas cosas que quizás antes pensaba que no eran importantes, como estudiar o cuidar la alimentación.

Usted lo dice: jugó en Europa, fue seleccionado, tiene la experiencia y sin embargo, el medio chileno no habla tanto de su trayectoria, ¿siente que su carrera es poco valorada?

La verdad es que no. Siento que cuando hablan de mí, lo hacen con respeto. No me siento poco valorado. Y la verdad es que poca importancia les di a los medios, pocas veces los consumía y, pese a ello, encuentro que la gente valora mi carrera y me queda claro con el cariño que he sentido en estos días.

Volver a la cancha

¿Cómo recuerda sus primeros años en Coquimbo?

Tuve la suerte de debutar a los 16 años y jugué como titular toda esa temporada. Luego fui a un Mundial con 17 años y ese roce que te da jugar con Brasil, Argentina, Holanda o España, me hizo saber que quizás jugando bien no te alcanza y que debes trabajar mucho más para lograr lo que te propones.

¿Qué es lo que más rescata de sus años en Italia?

Rescato que el fútbol y el medio en general son muy disciplinados. Se respetan los horarios y nadie se relaja mientras está la competencia. Allá aprendí que la vida del futbolista no transcurre en la cancha. Son las 24 horas del día y eso me llevó a estar tanto tiempo afuera.

Dos temporadas en el Reggina y siete en el Atalanta...

Cuando yo jugaba en el Atalanta, lo hacíamos para salvarnos del descenso. Y al principio dudé de ir, porque tenía otras ofertas, pero la dirigencia que venía entrando al club me convenció con su proyecto y creo que no me equivoqué. Hoy el equipo juega todos los años algún torneo de la UEFA y ese crecimiento del club también ayudó al mío.

¿Fue parte de la semilla que inició ese proceso?

Hay muchos jugadores que pasaron antes que yo, pero la gente me hace sentir eso. No olvido cuando teníamos que salvarnos del descenso en la última fecha, pero se trabajó mucho para cambiar eso. Bérgamo es mi segundo hogar.

¿Qué borraría de sus años en Italia?

Nada. Las malas experiencias sirven también. Y tampoco fueron tan malas.

¿Por qué cree que es tan difícil que los jugadores chilenos partan al Viejo Continente?

Me he preguntado eso varias veces. Chile tiene grandes jugadores allá, pero creo que pueden ir más. Y es raro que no estén. Por más que lo pienso, no le encuentro explicación.

Usted también jugó en la MLS. ¿Alcanzará el nivel del fútbol italiano?

Creo que sí. La infraestructura es impresionante y si antes los futbolistas iban a retirarse, ahora van jugadores plenamente vigentes y dicen que el nivel es muy bueno. Tanto que hoy salen jugadores de Estados Unidos a Europa.

Volvamos a Chile, usted dijo que no estuvo a la altura en Colo Colo, ¿por qué cree eso?

Venía a Colo Colo con una expectativa muy grande, de jugar mucho y para lo que yo me había puesto como meta, no quedé conforme con lo que hice.

Pero logró una Copa Chile y llegó a cuartos de final de Copa Libertadores, algo que los equipos chilenos no logran todos los años...

Cuando estás en Colo Colo, más de alguna vuelta olímpica vas a dar, pero mi rendimiento en algunos partidos no fue bueno y si digo que no estuve a la altura es por cómo me sentí: quería demostrar el jugador que era y no lo pude hacer, pero quiero dejar claro que mi merma física no es excusa.

Carmona observa la disputa del balón entre Lionel Messi y Fabián Orellana, en aquel triunfo 1-0 de Chile sobre Argentina por las clasificatorias a Sudáfrica 2010. Foto: Archivo Copesa.
Carmona observa la disputa del balón entre Lionel Messi y Fabián Orellana, en aquel triunfo 1-0 de Chile sobre Argentina por las clasificatorias a Sudáfrica 2010. Foto: Archivo Copesa.

¿Qué lugar ocupa Marcelo Bielsa en su trayectoria?

Marcelo Bielsa es el más importante en mi carrera y José Sulantay también fue muy especial. Además estoy muy agradecido de Sampaoli y del Tata Martino. Pero, sin duda, Bielsa es el más importante, porque me llevó a un nivel de juego que me permitió llegar a Europa.

¿Es Bielsa el arquitecto de la Generación Dorada?

Fue una mezcla. Sulantay llevó a dos selecciones a mundiales y Bielsa nos agarró en una etapa en la que ya teníamos esos dos mundiales juveniles encima y nos supo llevar para clasificarnos a un Mundial adulto. También logró que jugáramos unas Eliminatorias imponiendo nuestros términos ante los rivales y siendo protagonistas en todas las canchas.

Si tuviera que elegir: ¿Sulantay, Sampaoli o Bielsa?

Bielsa, por el nivel al que me llevó.

Sin embargo, el gran logro de esta Roja coincide con su operación a la cadera: ¿cómo vivió desde fuera las Copas Américas 2015 y 2016?

Es una espina que no me sacaré nunca. Creo que el único dolor que me dejó el fútbol fue no ganar la Copa América con la Selección. Pero después pienso que no puedo ser mal agradecido, porque el fútbol me lo dio todo.

Es el único jugador chileno que ha disputado cuatro mundiales... ¿con cuál se queda?

Con el Mundial de Sudáfrica. Chile llevaba muchos años sin ir a un Mundial, por la tremenda clasificatoria que hicimos, porque jugué siempre y porque teníamos un grupo espectacular.

¿Le ha tomado el peso a ser el único jugador que ha disputado cuatro mundiales?

Siempre cuando hablan conmigo me lo dicen. Pero fueron dos juveniles. Si fueran solo adultos, sería diferente.

Lo suyo es uno de los tantos hitos de la Generación Dorada, pero también hay un lado negativo y es la indisciplina que marca esta época.

Pasa que para la prensa el morbo siempre vende. Y no todo puede ser color de rosa y aquí se agranda lo que muchas veces es pequeño. Pero eso no empañará todo lo que han conseguido mis compañeros, de ninguna manera. Sería absurdo.

¿Qué pasó en el Bautizazo?

Cometí un error y lo asumo. Pero se dijeron muchas cosas que no eran ciertas y otra vez se agrandaron cosas chicas que no tenían mayor importancia. Por lo mismo, cuando me fui a Italia, nunca más vi la tele. Pero los que se quedaron acá sufrieron mucho. Mi mamá y mi papá se bancaron muchas cosas que no eran ciertas.

¿Fue el peor error de su carrera?

Por lo que pasó mi familia, quizás sí. Pero son experiencias que te ayudan a crecer y a mejorar.

¿Cómo se traspasan estas experiencias a las futuras generaciones?

Para eso me quiero prepaparar y tomar mi tiempo. Soy joven para la vida y debo prepararme bien para eso. Me gustaría hacer el curso de entrenador, pero quiero analizarlo bien antes de tomar esa decisión.

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