El torneo de los Gustavos: diferencias y semejanzas de Huerta y Álvarez, los técnicos que van por un título inédito

Gustavo Huerta, de Cobresal, y Gustavo Álvarez, de Huachipato. Uno de ellos será el campeón. FOTOS: AGENCIAUNO

El DT chileno de Cobresal y el argentino de Huachipato luchan por dominar el Campeonato Nacional, que este viernes puede consagrar a uno. Estrategas de bajo perfil, aspiran a obtener un logro que no está en sus respectivos palmarés: una liga de Primera División. El entrenador de los albinaranjas tiene una "ventaja" respecto a su colega transandino: experiencia en clubes grandes.



Este viernes, el Campeonato Nacional puede tener a su nuevo campeón. Cobresal y Huachipato son los aspirantes a la corona, a falta de una jornada para el desenlace. Más allá de concretarse o no la obtención del trofeo del Huemul de Plata, lo cierto es que las campañas de mineros y acereros ya son históricas. Pase lo que pase, el monarca será de regiones, lo que no sucede en un torneo largo desde 2001, cuando lo hizo Wanderers.

Para esta temporada de ensueño, un factor clave para ambos está en la banca. Tanto Gustavo Huerta en los albinaranjas, como Gustavo Álvarez en los sureños, son nombres propios que explican parte del éxito de sus elencos en 2023. Por lo pronto, ya tienen asegurada su presencia en la Copa Libertadores 2024, que significa un interesante desafío deportivo, y que trae consigo un gran premio económico. Tanto el entrenador chileno como su par argentino tienen diferencias y semejanzas en sus estilos y en sus trayectorias en el fútbol.

La experiencia de Huerta

A los 66 años, Gustavo Huerta atraviesa por uno de sus mejores momentos en su extensa carrera en la banca. Uno de los mentores en el camino del ovallino fue Nelson Acosta. Fue ayudante del uruguayo en la Selección tanto en la Copa América de Bolivia 1997 como en el Mundial de Francia ‘98. Pocos recordarán que Huerta fue el DT del equipo B de la Roja que le ganó un amistoso a Inglaterra, en febrero de 1998, previo al duelo de los combinados estelares, que también ganó Chile con goles de Marcelo Salas, en Wembley.

La historia del exfutbolista y ahora entrenador con Cobresal va entrelazada por años. La actual es la cuarta etapa de Huerta al mando de los albinaranjas, que arrancó en octubre de 2017 y es una de las más extensas (y vigentes) de Sudamérica: seis años y contando. Pasó por clubes grandes como la U y Bolívar, en Bolivia, sin embargo no pudo coronarlos con un título. Hasta la fecha, sus títulos son en el ascenso (el último fue con Antofagasta, en 2011).

El Cobresal de Huerta no es de los equipos que cambia demasiado su estructura jugando de local o de visita. Los matices van por la intensidad que le añade cuando es local en El Cobre, que se ha convertido en una fortaleza. El líder de la liga chilena es el de mejor rendimiento en casa, con 36 puntos en 15 partidos (11 triunfos), seis unidades más que Colo Colo. El 4-2-1-3 es típico, lo que puede mutar hacia un 4-4-2 o 4-2-4, en faceta ofensiva. Aquí, la ubicación de Leonardo Valencia va moviendo la aguja. El ex Botafogo es el enganche claro, aunque también forma dupla con el 9, dejando a los punteros abiertos (García y Munder).

En épocas en donde la experiencia no necesariamente es tan bien vista para un entrenador (las apuestas van hacia la juventud o los nuevos métodos), la labor de Huerta en la Región de Atacama ha sobresalido tanto por los resultados obtenidos como por la estabilidad de su proyecto, otro ítem que quiebra la tendencia.

La apuesta de Álvarez

El 14 de noviembre del año pasado, fue presentado oficialmente Gustavo Álvarez como el nuevo DT de Huachipato. “Mi objetivo siempre es ir de a tres puntos. Me ha tocado dirigir equipos para mantener la categoría, para clasificar a torneos internacionales o para salir campeón y siempre mantuve el mismo mensaje”, declaró en aquella ocasión un técnico que sobresale en el medio local por la calma que muestra al borde de la cancha, distanciándose de colegas que son más expresivos y viven el partido a una alta intensidad.

También había marcado una declaración de intenciones para su escuadra: “Busco un equipo ambicioso a partir de manejar la pelota y atacar, intentando que sea una constante y permanente, no cediendo la iniciativa al rival. Eso es lo que uno pregona ante cualquier rival y en cualquier cancha”. En efecto, los siderúrgicos son los mejores visitantes del campeonato con 29 puntos en 15 partidos y exhiben una posesión de balón del 56,4%.

Como muchos entrenadores al otro lado de la cordillera, su camino en la banca lo ha desarrollado fundamentalmente en equipos de menor convocatoria, o de baja caja de resonancia (“chicos”). Álvarez, quien fue lateral izquierdo en su recorrido como futbolista, partió en las inferiores de Gimnasia de La Plata y luego se fue a Temperley. En 2016 asumió el primer equipo del Gasolero. Su única estrella como técnico fue en la B Nacional, con Aldosivi (de Mar del Plata) en la campaña 2017-2018. Tras tener un corto paso por Patronato, se fue a Perú, donde estuvo en Sport Boys y Atlético Grau. A diferencia de Huerta, Gustavo Álvarez no ha tenido experiencia en clubes grandes, mientras que su nombre asoma como opción en la U para reemplazar a Mauricio Pellegrino. Al igual que su colega de Cobresal, aspira a su primera corona en Primera División.

Un mérito en la campaña acerera es que debió adecuarse a un plantel sin muchas incorporaciones, en relación al que finalizó 12° en 2022, ocho puntos por sobre la zona de descenso. Incluso, se quedó sin Walter Mazzantti y Javier Altamirano, que partieron a Argentina. El 4-3-3, que a veces pasa a un 4-4-2 (por los movimientos de Brayan Palmezano), es su esquema madre, que tiene como complemento la ductilidad de algunos de sus elementos. Por ejemplo, el seleccionado Felipe Loyola, que puede ser lateral o volante.

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