Los cruces de Gustavo Quinteros y el plantel que elevan la tensión en el camarín de Colo Colo

Gustavo Quinteros, DT de Colo Colo.
Gustavo Quinteros, DT de Colo Colo. Foto: Sebastián Oria/AGENCIAUNO

La derrota frente a Boca Juniors nuevamente dejó muy molesto al entrenador, quien recriminó al plantel pública y privadamente y elevó las pulsaciones en una interna que ya viene revuelta por diversos episodios.



Colo Colo no vive días fáciles. La derrota ante Boca Juniors y las numerosas lesiones que ha enfrentado el equipo en esta primera parte de la temporada generan un clima de tensión, cuyo último capítulo se produjo tras la caída 0-2 ante los xeneizes, donde Maximiliano Falcón y Carlos Palacios fueron protagonistas con un increíble fallo en la salida y un expulsión, respectivamente, situaciones que hicieron enojar en demasía a Gustavo Quinteros.

“Regalamos el segundo gol, una jugada infantil, donde perdemos una pelota que hay que rechazarla y le regalamos la posibilidad al rival de jugar 11 contra 10. Cometimos errores tontos que en estos partidos hacen que termines perdiendo y no te da la posibilidad de revertir una situación”, analizó el entrenador en la conferencia de prensa tras el encuentro. Y para que no quedará algún tipo de duda, luego lo volvería a recalcar: “El partido lo perdimos por esos dos errores inocentes que cometimos. Ahí fue donde realmente perdimos”.

De acuerdo a lo que reportó radio Cooperativa, la tensión también se instaló en el camarín, ya que la reprimenda del DT por los errores en el partido tuvo como objeto precisamente a Falcón y Palacios. Una de las situaciones que genera incomodidad en el grupo, según pudo conocer El Deportivo, es el hecho de que el entrenador sea duro con las actitudes de los jugadores cuando está frente a los micrófonos. No es primera vez que ha hablado de nombres propios. Al colombiano Fabián Castillo lo recriminó por su poca adaptación, lo mismo que a Marco Rojas, a quien cuestionó por su falta de intensidad para aguantar 90 minutos. mientras que en el mismo post partido ante Boca expresó que no realizó cambios porque los jugadores que tenía en la banca no estaban para jugar un partido de estas características por sus problemas físicos y que esas sustituciones no hubieran mejorado el rendimiento.

Con Falcón la relación en más de alguna ocasión ha sido tensa, principalmente por sus expulsiones y amarillas evitables. Esto ha generado retos a viva voz del estratega y otras acciones, como la sucedida después de la roja que el zaguero vio ante Everton y que le costó la titularidad por varios encuentros, incluso más allá de lo que la suspensión del Tribunal indicaba.

Castigos internos

Al mismo Darío Lezcano, una de los refuerzos estelares de este año, no le perdonó en la semana del clásico ante Universidad Católica que hubiese llegado tarde de un viaje a Paraguay y se hubiese perdido un día de entrenamiento. El guaraní había pedido no jugar el duelo de Copa Chile para ir a su país a hacer trámites, lo que fue negado por el estratega, por lo que debió tomar un vuelo tras el juego ante Santiago City. El castigo fue dejarlo fuera de la citación ante los cruzados, ausencia que se prolongó después por problemas físicos, los que recién le permitieron ir a la banca en el encuentro del miércoles, aunque sin entrar a la cancha.

Darío Lezcano, en uno de los pocos partidos que ha jugado este año. Foto: Sebastián Oria/AGENCIAUNO.

A ello se suman las sanciones internas a Falcón y Gil por sus expulsiones y el bullado acto de indisciplina de Brayan Cortés, que le costó su salida de la titularidad hace tres partidos, lo que también eleva la tensión interna, ya que el iquiqueño es el vicecapitán del equipo y es una voz muy respetada dentro del camarín popular. Indudablemente, el portero no está cómodo y su deseo es emigrar en el mercado de pases de junio.

Eso sí, Quinteros ha optado por no hablar de las razones que lo llevaron a marginar a su meta titular, pero tampoco ha podido descartar la existencia de una indisciplina. “Lo dije antes del siguiente partido cuando expulsaron a Falcón y después con Gil. Nosotros para formar los equipos, dar la oportunidad y poner a jugadores, tenemos en cuenta un montón de situaciones: lo futbolístico, lo personal, las reglas, las normas que nosotros tenemos internamente”, fue lo que expresó esta semana.

Y por esa razón fue enfático a la hora de explicar su método. “Todo lo que sucede internamente, lo soluciono internamente. Yo tomo decisiones siempre tratando de ser lo más justo para el grupo. Tenemos un grupo de 30 jugadores y tengo que ser justo con los 30. De esa manera tenemos una convivencia excepcional desde 2020″, expresó, para explicar una relación que a pesar de todo se ha ido tensionando. Los resultados han sido distintos a los del año pasado y las situaciones extrafutbolísticas han hecho lo suyo.

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