Lo primero que te aconsejamos es que reserves. Eso, porque Se Cocina es un restaurante que funciona sólo con reservas, en el sector de Quebrada Honda, en la comuna de Frutillar, Región de Los Lagos.

Uno de horario reducido, que funciona sólo al almuerzo y de miércoles a domingo en temporada baja.

Mientras que en temporada alta, de diciembre a marzo, abre de martes a domingo. Sólo durante esos meses, Se Cocina funciona con almuerzo y cena.

Vale la pena hacer la reserva, porque en una casona de tejas rojas con más de cien años de historia, y al calor de una cocina a leña, encuentras a Francisca Acuña Kuschel, y tras ella, un gran retrato familiar. “Ellos son mis antepasados”, dice, mientras cuenta que el niño sentado en el suelo era su abuelo.

De hecho, Francisca, es la quinta generación de los Kuschel en este terreno.

Aunque la historia de Se Cocina comienza a finales de 2005, cuando su padre Francisco Acuña, decidió apostar por este terreno familiar y convertirlo en un restaurante, que pusiera en valor las recetas históricas, típicas de la zona y estuvo a cargo de chefs como Juan Manuel Pena, el mismo que hoy encuentras detrás de La Argentina Pizzeria

Recetas familiares y una cocinera autodidacta

A la cocina Francisca Acuña llegó de manera fortuita. Fue en 2012 cuando su madre, Verónica, quedó a cargo del restaurante y a la espera de que nuevos chefs. No sabe bien cómo, pero Francisca decidió tomar el mando de ésta, a los 22 años, con la experiencia de haber gozado entre las ollas toda la vida.

Y desde entonces, hace diez años, que encuentras a Francisca a cargo de esta cocina abierta, donde lo que prima es el producto, las frutas y verduras de la huerta, por ejemplo.

En un menú que cambia cada día y que se compone de cerca de dos opciones de entradas, que van entre los $ 6.500 y $ 9.800.

Además de dos fondos ($ 18.500) y dos postres ($ 4.800).

De hecho, Se Cocina, tal como Cocina Frau Holle, es parte de 100k Llanquihue, la iniciativa y ruta de establecimientos del Lago Llanquihue que busca impulsar una cocina más sustentable, a partir de la obtención de materia prima de productores locales en un radio no mayor a 100 kilómetros, fomentando el consumo local y de temporada.

Así, pueden tocarte de entrada erizos o picorocos, por ejemplo, y fondos como pollo al coñac, conejos estofados, perdices en escabeche.

Además de cordero al palo con papas nativas si es invierno.

Los que puedes acompañar de un ulmo Sour ($ 4.600); campari con naranja y tónica ($ 5.500); o una copa de vino ($ 4.500).

Todo, como te contábamos, al calor de las ollas de Francisca, en un espacio que no alberga a más de 40 personas.