Mechona online: Pasar a segundo año sin haber ido a la universidad
La segunda ola que comienza a golpear al país por estos días hace prever que mi segundo año de Periodismo en la UDP -o al menos el primer semestre- será por Zoom. Al igual que el resto de mi generación, seguiremos sin conocer en persona a mis compañeros, profesores, ayudantes y a todos quienes trabajan y hacen una universidad.

Tengo 19 años y acabo de terminar mi primer año de Periodismo en la Universidad Diego Portales muy contenta, pero con mucha incertidumbre.
Salir del colegio e iniciar esta etapa era algo nuevo, pero lo fue aún más el 2020 en pandemia que, sin duda, fue duro y distinto para todos.
“Pobre Cata, el primer año en la universidad es el mejor…”, comentaba un amigo de mi papá recientemente, para luego acordarse de varias y muy buenas anécdotas.
“Pero más mal lo pasaron este año los cuartos medios, que se perdieron su último año en el colegio, incluida la fiesta de graduación y tantas otras cosas…”, replicaba su esposa, que, en parte, creo que tenía razón.
Efectivamente, como mechona, uno espera vivir lo que todos te cuentan, que el primer año en la U es inolvidable, difícil, que es el que más se carretea y se estudia, y el que te dice, sin compasión, si te gusta o no la carrera que escogiste o la universidad a la que postulaste.
Pensar durante muchos días del año que te estás perdiendo eso, al estar encerrada en tu casa y escuchando a tus profesores y compañeros por Zoom, da un poco de pena.
Pero con la llegada del coronavirus todo cambió, de la noche a la mañana. En vez de levantarme, ducharme, tomar un desayuno rápido, tomar la B16 rumbo a la Estación del Metro Américo Vespucio Norte para bajarme en Toesca y caminar a Vergara 240, como era la rutina que tenía prevista; pero los primeros contagios en marzo cambiaron todo.
No alcancé ni siquiera a ir a mi primer día de clases y todo comenzó online, despertándome solo algunos minutos antes de que empezara la clase y esforzándome por poder concentrarme. Incluso, había días en invierno en los que ni siquiera me levantaba de mi cama y simplemente prendía el computador medio dormida. En las primeras clases de la mañana me costaba más poner atención y tomaba desayuno mientras escuchaba con la cámara apagada.
A principios de año la motivación para estudiar era mayor, a pesar de que no solo tenía que agarrarle el ritmo a la U, sino que aprender a adaptarme a esta modalidad, pero ya el segundo semestre el cansancio y agotamiento se hacían cada vez mayores y en varias ocasiones me sentí frustrada, enojada por no poder entender bien algo o no tener inspiración o ganas de escribir o leer. También desconfianza de saber si lo estoy haciendo bien o no.
Volver a empezar en 2021
Si bien aún no hay una confirmación oficial, lo más probable, según lo que nos han informado, es que al igual que la mayoría de las universidades e institutos profesionales, el próximo semestre de Periodismo en la UDPsiga siendo online. Es decir, seguiré sin conocer en persona a mis compañeros, compañeras, profesores, ayudantes y a todos quienes trabajan y hacen una universidad.
Pensar en otro semestre pegada al computador, compartiendo la capacidad de la red con mis hermanos y papás, y sin poder vivir completamente la experiencia universitaria es un poco decepcionante. Sin embargo, altiro pienso que soy una afortunada al tener mi propio espacio, con un escritorio y un notebook, por lo que, a pesar de todo, mi primer año no ha sido tan malo y no solo he tenido las condiciones óptimas para realizar mis estudios, sino que he podido encantarme con mi carrera que es lo que más me alivia y alegra.
Recalco esto, ya que lamentablemente la mayoría de los estudiantes no cuentan con las condiciones óptimas para estudiar y les afectó enormemente más esta pandemia.
Buscando en La Tercera, veo que la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, señaló el pasado 5 de octubre que “el 85% de los chilenos son usuarios de internet”. Sin embargo, según estos datos, sólo hay un 15% que no tiene internet, y ahí es donde hay que redoblar los esfuerzos para este año.
Otra buena noticia es que, según la Superintendencia de Educación Superior, el 78% de las instituciones han cumplido con los mínimos exigidos e implementado medidas para desarrollar las clases on line.
A pesar de esto, no todo ha sido malo, ya que he aprendido a trabajar en grupo a distancia -con compañeros conectados desde Rancagua, Linares, Puerto Montt y de distintas comunas de Santiago.
También he podido ver y conocer -aunque sea a través de una pantalla- a distintas personas y distintas realidades, distintas opiniones, y con ello ir introduciéndome en esta nueva etapa.
Mañana parte la Prueba de Transición Universitaria y todo comienza a volver a empezar para miles de jóvenes. Ojalá la vacuna permita, a ellos y a nosotros, regresar a una sala de clases, comerse una fajita o un completo con los amigos, ir a alguna plaza cercana, estudiar en una biblioteca, conversar con los profes, y, finalmente, ser universitaria.
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