Desacralizada y con nueva fachada: el rumbo que toma la mil veces vandalizada exiglesia de Carabineros

Foto: Ministerio de Bienes Nacionales

Tras las vandalizaciones, saqueos e incendios que afectaron durante los últimos años al inmueble, el Ministerio de Bienes Nacionales comenzó acciones de recuperación que buscan conservar el monumento y transformarlo en un centro comunitario y cultural. No obstante, su futuro aún no ha sido oficializado.


La iglesia de San Francisco de Borja, excapilla o iglesia del Sagrado Corazón de Jesús del Hospital San Borja, fue un templo católico neogótico de 1876 patrimonial, diseñado por el arquitecto británico Hovender Henry y que estuvo destinado al servicio religioso de Carabineros de Chile desde 1975. Hasta que la institución, producto de la destrucción, saqueos e incendios que afectaron al inmueble a partir de octubre de 2019, decidió hace poco más de un año traspasarla al Fisco, específicamente al Ministerio de Bienes Nacionales.

La iglesia, lugar donde se despidió a más de 1.200 mártires de Carabineros, se celebraron bautizos, matrimonios y ceremonias oficiales que tenían que ver con la institución, pasó a convertirse en un foco de fiestas clandestinas, violencia y drogadicción. Esto, en principio, por las distintas vandalizaciones que sufrió el inmueble que afectaron el 60% de su construcción y el 40% de sus vitrales.

Pese a que en su calidad de administradores, Carabineros y el Ministerio de Bienes Nacionales realizaron algunas intervenciones de emergencia para recuperar el templo ubicado a solo metros de Plaza Italia, la desprotección en que quedó y sus sectores aledaños lo convirtieron en foco permanente de conflicto. Pero no fue hasta julio de 2022 que la institución policial decidió ceder el inmueble debido a un tercer incendio al interior del edificio -en el marco de una fiesta clandestina- que terminó por destruir la fachada y las piezas de su interior.

La determinación de la institución policial, encabezada por el general Ricardo Yáñez, desencadenó una serie de reuniones y diligencias para concretarlo. Incluso, dentro del camino de la devolución, el 3 de agosto de 2022 monseñor Pedro Ossandón Buljevic realizó la desacralización del templo, permitiendo en él cualquier uso “profano, no sórdido, que determinen las autoridades competentes”, comentaron desde Bienes Nacionales.

Así, el traspaso oficial a Bienes Nacionales se materializó el pasado 28 de abril de este año, fecha desde la que el ministerio ha comenzado distintas acciones de limpieza del inmueble que han provocado que hoy se encuentre pintado, con una nueva fachada, cámaras de vigilancia y una reja perimetral de color negro que ha impedido el paso de transeúntes y nuevas intervenciones de terceros.

Consultada por La Tercera, la ministra Marcela Sandoval aseveró que Bienes Nacionales “ha centrado sus acciones en reparar y proteger el inmueble. Convertirlo en un espacio limpio y seguro ha sido prioridad. Si comparas el estado en que estaba el inmueble con el que tiene ahora después de los arreglos, las medidas adoptadas han evitado nuevos daños y molestias para la comunidad aledaña”.

Un trabajador durante los arreglos que se le han realizado a la exiglesia de Carabineros. Foto: Ministerio de Bienes Nacionales.

¿Camino hacia un espacio comunitario?

Un vez recuperado el inmueble, la interrogante se ha centrado en el destino final que tendrá el antiguo templo. Consultada por este medio en octubre de 2022, la entonces ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, comentó la idea de darle un nuevo uso al inmueble a través de previa coordinación con la Municipalidad de Santiago, proyecto que se realizaría a través de un proceso participativo con los vecinos para establecer qué clase de actividades podrían realizarse ahí.

Vamos a trabajar junto con la municipalidad un proyecto más largo para poder transformar ese espacio en un lugar comunitario abierto a las necesidades de los vecinos. Esta iglesia está ubicada en un lugar muy importante y, por su carácter, creemos que es importante que se puedan hacer actividades abiertas a la comunidad, por eso también queremos que las definiciones se tomen en conjunto con ellos”, manifestó en su momento la hoy ministra de Desarrollo Social.

Sin embargo, esa idea no ha sido confirmada dentro de la administración actual y tampoco por parte del municipio liderado por la alcaldesa Irací Hassler. “Respecto al uso del espacio y destino definitivo que tendrá el inmueble, corresponde al Ministerio de Bienes Nacionales entregar una definición, dado que es la entidad pública que tiene la tuición fiscal de dicha residencia patrimonial”, comentaron desde el municipio de Santiago.

Mientras que la ministra Sandoval afirmó a este medio que “si bien nos corresponde esa definición, esta debe ir acompañada de inversión para la recuperación y habilitación total del lugar. Para esto estamos retomando conversaciones con instituciones involucradas para presentar un plan de recuperación del espacio”, cerró.

La iglesia antes de su intervención. Foto: Ministerio de Bienes Nacionales.

Las acciones de recuperación

Desde la devolución al Fisco, la acción del ministerio se ha concentrado en mejorar las condiciones de seguridad del inmueble y el entorno del parque. Una tarea que además ha estado liderada junto al trabajo de la Municipalidad de Santiago, desde donde han hecho retiro de escombros, limpieza de malezas y lavado de piso.

Es más, la cartera licitó tres servicios en materia de seguridad, instalando rejas perimetrales para impedir el acceso al inmueble, la presencia de una empresa de seguridad permanente en el punto fijo y nuevos pintados. Entre estas tres acciones, el ministerio ha destinado $169.313.200.

El pasado 4 de septiembre finalizaron los trabajos de pintura en el exterior del inmueble. Según Bienes Nacionales, el objetivo de este servicio fue limpiar la superficie de fachadas exteriores, reparar zonas degradadas de albañilería, aplicar pintura para cubrir grafitis y superficies de muros con los colores que se han mantenido en el tiempo. Y se han realizado algunas obras de mantención y limpieza en el entorno de la exiglesia al incorporar plantas de bajo consumo hídrico, por el límite poniente de la propiedad fiscal hacia el Parque San Borja, en una superficie aproximada de 250 m2.

Desde Santiago explicaron que sus acciones se han enfocado en la reparación y mantención del sector a través de cámaras de televigilancia específicamente en calle Carabineros de Chile y al interior del Parque San Borja, además del aumento de la iluminación en sectores aledaños.

“Desde la Secretaría Comunal de Planificación, la Dirección de Seguridad y Prevención Comunitaria y la Subdirección de Patrimonio y Ciudad, hemos gestionado fondos con el gobierno central y regional para impulsar los planes Quiero mi Barrio y Barrios Comerciales Protegidos”, agregaron.

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