Joaquín Walker, secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa: “La crisis va a ser de largo aliento”

El abogado sostiene que una de las invitaciones al Consejo "es a equilibrar una mirada a largo plazo y una en las urgencias de hoy, necesitamos ese equilibrio". Cuenta que entre las medidas está trabajar junto al Minsal para formar a mil docentes y equipos directivos para abordar la salud mental y convivencia en los colegios.


Luego de la crisis de la educación potenciada en 2022 con violencia escolar, overoles blancos, profesores sobrepasados por el sistema, el regreso de las movilizaciones estudiantiles, la deserción y el ausentismo escolar, el Ministerio de Educación puso en marcha el Plan de Reactivación Educativa Seamos Comunidad, que tiene como objetivo redoblar los esfuerzos y las acciones en tres ámbitos clave: convivencia y salud mental, fortalecimiento de aprendizajes y revinculación y asistencia.

Además, el Mineduc conformó un Consejo para la Reactivación Educativa, el que cuenta con 23 personeros de distintos sectores de la sociedad civil y política (educativo, político, sociedad civil y de organismos internacionales) y cuyo objetivo es presentar a la cartera recomendaciones para enriquecer el Plan de Reactivación Educativa con foco en los tres ámbitos ya descritos. Su trabajo derivará en un informe que consolide estas observaciones y futuras recomendaciones para la implementación, el que será presentado en el primer semestre 2023.

Y dentro de ese trabajo, el secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa del Mineduc, Joaquín Walker, sostiene que este “es el año de la reactivación”.

El abogado de la PUC y magíster en Políticas Públicas de la Universidad de Oxford, valora el rol que tienen -y tendrán- los apoderados dentro del plan, donde a la vez se contemplaran otras medidas, el maletín emocional para la educación parvularia y el trabajo conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, además de enfatizar que “la reactivación educativa es la principal prioridad del Ministerio de Educación”.

Añade que el plan no es “solamente para volver a los niveles que teníamos antes, sino que para seguir mejorando e ir sembrando esa mejora hacia el futuro”.

Y desde los anuncios y la conformación del Consejo, ¿en qué se ha avanzado?

Llevamos dos sesiones, una más bien de presentación pública y luego la primera sesión, que fue una de apresto, donde hubo dos objetivos: uno fue presentar el procedimiento, cronograma, metodologías, y luego una discusión de contenido sobre ideas y recomendaciones para el relato del Plan de Reactivación Educativa y el inicio del año educativo. La reactivación educativa es la principal prioridad del Ministerio de Educación, y estamos abocados como equipo a la principal tarea. Con mucho sentido de urgencia, con una coordinación dentro del ministerio, pero también con otros ministerios y actores, porque esto es una tarea de todos: es una causa país. Si tú te paseas por el Ministerio de Educación, se respira reactivación educativa, las pizarras hablan de reactivación educativa. Estos tres ejes son más de lo que se anunció hace unas semanas.

¿Cómo trabajarán? ¿Hay una planificación con fechas?

Nosotros presentamos un cronograma de trabajo y en la reunión justamente definimos ese cronograma. Desde la sesión del 27 de febrero vamos a tener una sesión por cada eje de la reactivación educativa, partiendo por el de asistencia y revinculación. El 10 de marzo será sobre el eje de convivencia y salud mental, el 24 el de aprendizajes y ya el 13 de abril será la primera sesión de síntesis, para así llegar al 24 de ese mes a la sesión general. Identifico una gran disposición, he estado bastante impresionado con la generosidad de los miembros del Consejo. Son todas personas muy ocupadas, con alto grado de responsabilidad y que con mucha generosidad y altura de miras están dedicando tiempo a esta causa. Van a estar dedicando tiempo, cabeza y, por supuesto, cariño. Valoro mucho esa actitud. Alguien decía en el Consejo que “podíamos tener diversas miradas en la educación respecto a muchos temas, pero en esta causa estamos todos en la misma página”.

Se busca reactivar la educación al corto y largo plazo. ¿Cuáles son las claves para lograrlo?

Yo creo que una virtud que tiene este Plan de Reactivación Educativa es su mirada integral, y por lo mismo, son tres ejes, uno de convivencia y salud mental, uno de aprendizajes y otro de asistencia y revinculación. Por supuesto que se cruzan y dialogan entre sí estos ejes. Hay medidas que son de corto y otras de largo plazo. La crisis va a ser de largo aliento, esto requiere una mirada responsable también a largo plazo, con iniciativas que, por supuesto, comenzaron en gobiernos anteriores y con el nuestro, pero también hay que considerar un plan a largo plazo. Una de las invitaciones al Consejo es a equilibrar una mirada, necesitamos ese equilibrio. Hay recomendaciones para el inicio del año educativo, muchas medidas en relación a señales que se le dan al sistema y a apoderados con la vuelta a clases, que son medidas de cortísimo plazo, ahora a fines de febrero. Es el año de la reactivación, a diferencia del año pasado que partimos con mascarillas.

Ahora son 100 las comunas incluidas dentro del programa de apoyo psicosocial. ¿Cómo se realizará ese apoyo?

Esto considera una mirada intersectorial y tenemos desafíos de convivencia y salud mental principalmente. La salud mental es prioridad en este gobierno, es una prioridad de Estado, una prioridad del Ministerio de Salud y también del Ministerio de Educación. En ese sentido hay medidas que complementan la acción del ministerio. Hay un rol del Ministerio de Salud que está presente, de hecho, en alianza con el ministerio tenemos programado formar a mil docentes y equipos directivos en este desafío de cómo trabajar la salud mental y convivencia.

Hay otra mirada desde una perspectiva de género, en general la crisis educativa no afecta igual a hombres y mujeres, y en caso de convivencia hay un aumento de denuncias de connotación sexual. Hay una alianza y vínculo con el Ministerio de la Mujer, y también así con otros, con la Subsecretaría de Prevención del Delito, y con el Ministerio de Desarrollo Social también hay otros proyectos, más vinculados a trayectorias educativas. Existe esa mirada intersectorial.

Respecto a la actualización de la Política Nacional de Convivencia Escolar (PNCE), ¿cuáles son los puntos de mayor importancia?

La convivencia en las encuestas ha sido un elemento que podemos observar como uno de los de mayor prioridad para la sociedad en general. Después de dos años de cierre de establecimientos educativos hubo un gran desafío en la desregulación de estudiantes, y en pérdidas de ciertas rutinas, ciertos hábitos y hubo un déficit de aprendizajes de sociabilidad. Sabemos que es un desafío complejo, pero hay que volver a ganar ciertos hábitos.

Hay cerca de 80 mil estudiantes con rezago en habilidades de escritura, lectura y comunicación. Para apoyarlos se dispondrá de 20.000 tutores que serán estudiantes, apoderados, padres y miembros de comunidades. ¿No debiesen ser profesores titulados?

Nosotros pusimos dentro de esas prioridades el rezago lector porque también es una habilidad para otros aprendizajes, leer te permite aprender otras cosas. Apuntamos a niveles prioritarios entre segundo y cuarto básico porque es una etapa clave donde los estudiantes no pueden seguir avanzando sin la lectura, y considerando también el cierre prolongado de establecimientos tenemos que poner un foco a esos niveles para poder desarrollar esta habilidad esencial. Por supuesto que es un trabajo que lideran profesores y profesoras, pero esto es un refuerzo adicional, donde las brechas educativas se han ido agudizando y necesitamos más apoyo. Vamos a tener la evaluación para identificar a qué estudiantes priorizar, y cada establecimiento va a saber quiénes son esos estudiantes, y nosotros vamos a ofrecer estas tutorías a los establecimientos. Y son esos los que la hacen suya y lo incorporan a su estrategia.

Es un ofrecimiento, no una obligación...

Es un ofrecimiento que nosotros vamos a impulsar con mucha energía y que vamos a promover de forma significativa, para que con esta información que vamos a levantar, no queden estudiantes atrás. Hay un rol clave de los establecimientos y los profesores para poder elegir quiénes son estos estudiantes tutorados y de coordinar esa tutoría y verlo dentro de una estrategia del plan.

¿Y estos actores van a estar formados por profesores?

Los actores van a estar formados principalmente por profesores.

Es un tutor por cada cuatro alumnos, ¿cuántas sesiones serán?

Va a depender del modelo, tenemos distintos modelos y alianzas organizados para estas tutorías y no hay uno único. Hay unas que son remotas, otras que son presenciales, otras grupales e individuales. Hay distintos modelos que pronto vamos a conocer con mayor precisión.

Sobre el kit de apoyo pedagógico. Se les darán recursos y materiales a los establecimientos, además de una evaluación diagnóstico. ¿Cómo se motiva a los apoderados?

Vemos a los apoderados como un actor clave dentro del plan. En particular, está enfocado prioritariamente en el establecimiento educativo, hay otras herramientas que también son para la familia. El rezago lector requiere de una experiencia pedagógica y didáctica muy importante, entonces también necesitamos priorizar el rol de los docentes. Hay que ofrecer apoyo para que dentro de esas estrategias tengan herramientas concretas. El kit también se adecua con las mediciones de la evaluación.

¿Habrá iniciativas para los apoderados?

Totalmente, hay otras iniciativas que son para los apoderados. La Subsecretaría de Educación Parvularia desarrolló un maletín emocional, que está dentro del plan. Son herramientas para las familias que a veces como padres no sabemos qué hacer. Este maletín son orientaciones para educadores y educadoras, pero también para las familias, incluye el uso de una aplicación. Estamos también en una alianza público-privada desde el Ministerio de Educación, por ejemplo, con “Por un Chile que lee”, que busca generar conciencia en la importancia de la lectura. También llega a las familias y a ese público que sabemos que es esencial.

La deserción llegó en 2022 a 50.000 estudiantes y el programa busca reincentivarlos con 1.300 profesionales. ¿Cuáles serán los pasos a seguir? ¿Será suficiente con 1.300? Es una proporción de alrededor 39 niños por profesional...

Es una cantidad importante de profesionales y gestores territoriales, que nos van a permitir lograr el alcance para la revinculación y la asistencia. No son solamente ellos quienes tocan la puerta, se coordinan con municipios, con juntas de vecinos, con la Oficina Local de la Niñez cuando exista. Para poder materializar la obligación de padres, madres y apoderados de enviar a su hijo a establecimientos educacionales y hacer efectivo el derecho a la educación de los estudiantes, vamos a tener una distribución provincial.

Y en un plano más general, según usted ¿cuáles son las deudas y desafíos más allá del Plan de Reactivación?

Venimos con un estancamiento de aprendizaje previo a la pandemia, donde luego se agudiza. Estamos abordando estos desafíos desde una perspectiva innovadora. Está esa mirada que para hacer atractivo el sistema educativo necesitamos estar mirando con una perspectiva a futuro. No solamente para volver a los niveles que teníamos antes, sino que para seguir mejorando e ir sembrando esa mejora hacia el futuro.

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