La Moneda y un febrero con gusto a marzo: Vacaciones, pero en guardia

Piñera en Coique

El Presidente partirá -salvo sorpresas- de vacaciones esta semana. Su esposa ya salió de Santiago. Los ministros políticos ya calendarizaron las suyas. Pero con un dígito de apoyo y un marzo que podría ser severo, la orden es que esta semana y la subsiguiente las autoridades copen regiones con actividades. "La orden es que no pequemos de omisión", dicen en Palacio.


Dicen que partiría el miércoles o jueves de esta semana. La "í" con tilde es porque con el Presidente Sebastián Piñera nunca se sabe. Muchas veces ha cambiado de parecer sobre la marcha y a última hora. En tentativo, la idea es que esta semana inicie sus vacaciones, que duren las primeras dos semanas de febrero, y que las pase en el Lago Ranco. Su esposa, la Primera Dama Cecilia Morel, ya comenzó con las suyas y dejó Santiago hace algunos días. Será la tercera vez que salga de la capital desde que detonó la crisis: el devenir de ésta, y las proyecciones, prevenciones y temores que arrastra marzo próximo ya instalaron un tono distinto para los 26 días que le quedan a este mes (este año toca bisiesto).

Las expectativas de lo que pueda pasar hacia el final de este verano, se sabe, pintan un panorama complejo. Los números de la encuesta Cadem conocidos hoy arrojaron que el 91% cree "muy o bastante probable" que "vuelvan las movilizaciones masivas" en marzo o abril; el 86% que "se generen nuevos focos de violencia extrema", y el 76% que "aumente el desempleo y llegue al 10%". Con el plebiscito (26 de abril), el mes que los romanos dedicaron a Marte, dios de la guerra, acumula fechas para dejar marcadas en rojo en el calendario. Al decir de algunos en La Moneda, por lo bajo hay cuatro.

El lunes 2 o "Súper Lunes", cuando la ciudad recupere su ritmo con el regreso de los veraneantes, el inicio del año escolar y todo lo que acarrea. El domingo 8 se celebrará con marchas y manifestaciones el Día de la Mujer. El martes 11 se cumplirán dos años desde que Piñera entró por segunda vez a La Moneda. Una semana después, el miércoles 18, serán cinco meses desde ese viernes 18 de octubre. Y el domingo 29 se conmemora el Día del Joven Combatiente.

A las efemérides habría que agregar, algunos factores como el impacto en el desempleo; que marzo sea el mes ícono de gastos como el colegio de los niños, el pago de patente y permiso de circulación; y por cierto, la polarización política atada al proceso constituyente que comenzará su recta final.

Entonces, hay vacaciones para ministros, subsecretarios, asesores y otros. Pero bien en guardia, es la consigna. Las del Presidente esta vez podrían ser algo distintas. Uno de sus colaboradores dice que entre las ideas que se han comentado -puede haber otras- es que no se quede "encerrado" en Ranco, sino que salga y visite otras localidades. Otra cosa es si, si lo hace, lo hará bajo el formato de actividad oficial o algo más "casual". Habrá que ver. Más seguro parece que ante cualquier imprevisto o catástrofe en regiones parta de inmediato al sitio del suceso.

La incertidumbre de lo que pase es tanto por el estilo del mandatario como por las visiones contrapuestas entre algunos de sus ministros -que prefieren que no se exponga tanto- y consejeros suyos como la periodista Fernanda Otero, a quien se le atribuye la tesis de que Piñera "tiene que ser como el comandante en jefe", es decir, siempre presente.

En Ranco no está previsto, o al menos no se ha conversado hasta ahora con los ministros del comité político, que éstos vayan a visitarlo a sostener reuniones de trabajo.

En Palacio la primera en salir de vacaciones será la ministra vocera, Karla Rubilar , entre el 6 y el 16 de febrero. Luego le toca al ministro de la Segpres, Felipe Ward, la tercera y cuarta semanas del mes. En su equipo afirman que él hará de vocero subrogante en ausencia de la ex intendenta. El jefe de Interior y capitán del gabinete, Gonzalo Blumel, tiene previsto tentativamente (recalcan en su equipo) salir el 17, cuando regrese la portavoz. La tríada lleva tres meses y días en sus puestos y ya lidia hace semanas con el ruido de un nuevo cambio de gabinete y otras presiones. La última CEP, que declara un margen de error de tres puntos, fijó el respaldo al Presidente en un 6%.

Así las cosas, esta semana se comenzará a aplicar una de las primeras instrucciones del Presidente: salir y salir a terreno, no entregar la cancha. En estos días y durante la tercera semana de febrero están programadas diversas actividades en regiones que tendrán que cumplir ministros, subsecretarios y autoridades locales. Algo se dijo sobre el punto la semana pasada en el marco del último consejo de gabinete antes del receso; en estos días se han ido fijando fechas para las distintas carteras. Todo bajo la coordinación de la Segegob, donde confluyen la ministra Rubilar, el subsecretario Emardo Hantelmann y la Secretaría de Comunicaciones o Secom.

El objetivo, repiten en esa cartera, es difundir una y otra vez la "agenda social" del gobierno, aprovechando las actividades que sea que tengan lugar. "Habrá en todas las regiones", prometen en Palacio. Si una autoridad va a ir a inaugurar un alcantarillado, pues que ahí mismo destaque que en tal fecha toca tal o cual beneficio social, o que recuerde que se está tramitando en el Congreso una ley para mejorar las pensiones (que el gobierno hubiese querido que se pagaran antes del temido marzo, pero aún no logra sacarla del Parlamento). No está pensando, añaden, acusar a la oposición de que no cede sus votos en el Legislativo para promulgar esas normas.

La idea es otra. "Que no pequemos de omisión en febrero", resume un veterano de los dos gobiernos piñeristas. Al Ejecutivo le interesa recuperar terreno en las encuestas, pero en Palacio insisten que más les importa "difundir nuestra acción social, mostrar que hemos hecho cosas importantes" y tratar de acortar distancias con la gente de a pie. Este operativo político comunicacional irá acompañado de herramientas de difusión de manual: piezas gráficas y otros.

Pero también, recalcan estas versiones, hay imperativos como no enredarse en conflictos a raíz del proceso constituyente. El gobierno ya ha insistido que sus ministros deben ser prescindentes, no abanderizarse ni hacer campaña, y eso habrá de probarse en los hechos conforme avancen las fechas. Marzo, además, espera al Ejecutivo con pendientes legislativos que aún no logran ver la luz: el proyecto que faculta a las Fuerzas Armadas para custodiar y hacer uso de su armamento de guerra en resguardo de "infraestructura crítica", el denominado "ingreso mínimo garantizado" y la reforma laboral. ¿Cuenta a favor? La reforma tributaria que, esta vez sí, se logró despachar antes de que muriera enero.

*Esta nota fue actualizada a las 15:53

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