Ximena Aguilera versus Andrea Albagli: las diferencias políticas y de gestión que dividen al Ministerio de Salud

Quienes conocen la dinámica entre ambas cuentan que las diferencias están desde que la subsecretaria asumió su cargo y que hoy son aún más evidentes, pues es la subsecretaria quien ha vuelto a presionar por las propuestas que planteaban el programa de gobierno, como la reforma.


“La oposición ya criticó la labor de la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, ¿tiene respaldo?”. La pregunta de la prensa recayó sobre la ministra Salud, Ximena Aguilera, en medio de las críticas a la gestión del Minsal frente al alza de contagios de influenza y el brote de la bacteria que agrava los cuadros de esta enfermedad. La respuesta de la secretaría de Estado fue una evasiva: “El sector salud es uno que está sometido a múltiples contingencias. Estamos todo el tiempo respondiendo a distintas circunstancias como las listas de espera o los brotes epidémicos como el que estamos viendo ahora gripe aviar”.

La duda no fue al azar. En el entorno sanitario es sabido que la relación entre la jefa de la cartera sanitaria y la subsecretaria de Revolución Democrática que llegó al cargo el 10 de marzo del año pasado, es fría y en los últimos días eso ha quedado aún más en evidencia en medio del aumento de los virus invernales -época que siempre es tensa para la cartera- y tras la aprobación de la ley de isapres que reflotó la presión del Frente Amplio para una reforma al sistema sanitario.

La tensión que hay detrás es política y replica - aunque en menor medida- la complicada relación que la titular de salud tuvo con el predecesor de Albagli, Cristóbal Cuadrado. Precisamente, esta habría sido la primera piedra de tope: que el presidente, -durante su segundo cambio de gabinete- haya nombrado como subsecretaria a alguien que venía del mismo partido que Cuadrado.

Con este último la ministra tuvo diversos intercambios en el contexto de la crisis de la industria privada y en las primeras reuniones que se dieron para discutir la aplicación del fallo de la Corte Suprema de noviembre de 2022, cuando se mandató a las aseguradoras a aplicar la tabla única de factores y restituir los cobros en exceso. Y es que el ex subsecretario presionaba para avanzar con lo que se había prometido en el programa de gobierno: un sistema universal de salud, con un financiamiento unificado y donde las isapres se transformarían en seguros complementarios.

Quienes conocen la interna de la cartera aseguran que Albagli, al igual que Cuadrado, es partidaria de reponer los lineamientos del programa, sin embargo no ha tenido éxito. Esa sería otra de las razones por la que su la relación con la ministra no es fluida. Eso sí, no es la única.

Tan evidente es la presión del Frente Amplio sobre la Aguilera para una reforma a la Salud que está proyectado que la próxima semana la ministra viaje a Valparaíso para almorzar con la bancada. Ahí el colectivo insistirá en el punto. Y varios esperan aprovechar ese espacio para plantear su disconformidad con el texto que quedó de la ley corta de isapres que -aunque se debió aprobar- a varios les dejó un sabor amargo y la sensación de que el gobierno terminó dándole un salvavida a la industria.

Una semana compleja

El viernes pasado la cartera sanitaria dio a conocer que la jefa de la cartera sanitaria había dado positivo al examen de Covid-19, por lo que tendría que estar aislada. Esto puso más presión en los hombros de Albagli, pues asumió como ministra subrogante.

Por eso, este martes la subsecretaria asistió al Congreso donde fue increpada por los senadores de la Comisión de Salud, quienes la interrogaron por las cifras de la campaña de vacunación contra la influenza, aludiendo a que solo se había vacunado el 74% de la población objetivo.

Ese día, según fuentes de gobierno, la subsecretaria reconoció en privado a algunos parlamentarios que hay distancia entre ella y la ministra, y que ha sido así desde que llegó al cargo y que le resulta difícil explicar porqué.

Con todo, Albagli tiene el apoyo de La Moneda.

La aprobación de la ley corta de isapres, si bien se leyó como una jugada a favor de Aguilera, internamente abrió duras críticas a su gestión en el ala de izquierda del gobierno. En ese marco, en el gobierno hay quienes defienden a ultranza a Albagli. No solo por su gestión, sino porque representa un bastión del FA en el Minsal.

En ese contexto, en ella recae la responsabilidad interna de presionar por la reforma de salud, que en estos momentos solo se ha traducido en el Copago Cero de la modalidad institucional de Fonasa y la implementación de un plan piloto para universalizar la atención primaria de salud en diversas comunas del país.

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