Los movidos 346 días que Claudio Bravo tardó en volver a jugar

Claudio Bravo | M. City vs West Ham | 17Julio2019
Foto: Reuters.

El arquero retornó al arco del Manchester City con un triunfo sobre el West Ham United de Manuel Pellegrini. Atrás quedó un largo y tortuoso proceso que, además de la recuperación física por la lesión que sufrió, incluyó el distanciamiento de la Selección.


Los 346 días que Claudio Bravo tardó en volver a jugar estuvieron lejos de ser fáciles. El 20 de agosto del año pasado, durante un entrenamiento del Manchester City, el arquero chileno sufrió una de las lesiones más temidas por los futbolistas: la rotura del tendón de Aquiles de la pierna izquierda. "El tablazo del diablo", como suele ser llamada coloquialmente en los camarines, debido al ruido que se siente y, sobre todo, a las consecuencias que genera. El plazo que demoró el vilucano en retornar al campo de juego ahorra explicaciones respecto del calificativo que recibe la grave dolencia.

Desde ese fatídico día, Bravo tenía una certeza: que volvería a las canchas , pero que se tomaría todo el tiempo que requiriera para hacerlo en condiciones óptimas. Ya pasados los 35 años, el golero tenía la certeza de que no podía incurrir en apresuramientos que pusieran en riesgo la etapa final de su trayectoria. De pasada, eso sí, también sacaba cálculos. Estimaba que los plazos calzarían para llegar en condiciones a la disputa de la Copa América para la que, finalmente, Reinaldo Rueda no lo convocó. Entremedio, se produjeron varias historias que cabe recapitular.

Cuatro días después de la desgracia, el golero fue intervenido en el hospital Quironsalud, de Barcelona. A cargo de la cirugía estuvo Ramón Cugat, el mismo que dirigió el procedimiento al que se sometió Arturo Vidal antes del Mundial de Brasil, en 2014, y que entre sus pacientes nacionales también tuvo a Gary Medel. Ese día, Bravo ingresó al centro médico con muletas y acompañado por otro averiado del City: Kevin de Bruyne. Del belga, en todo caso, se sabía que tardaría mucho menos en restablecerse. "¿Qué crees tú?", respondió, sarcástica y entendiblemente, cuando fue consultado, a la salida del establecimiento, respecto de si lo que le había sucedido era 'una pena'.

Internamente, eso sí, Bravo estaba convencido. También se fortalecía a partir de las muestras de apoyo que recibía. Le llegaron desde Santiago Wanderers, la Real Sociedad y hasta del Real Madrid. El mensaje más significativo lo firmó el presidente del Barcelona, Josep Bartomeu. "En nombre de los miembros de la Junta Directiva del FC Barcelona y en nombre propio, deseamos transmitirte nuestros sinceros deseos de una rápida recuperación de la lesión de rotura de tendón de Aquiles del pie izquierdo y de la correspondiente intervención quirúrgica, que permita reincorporarte con total normalidad a la disciplina deportiva y a la rutina diaria", consignaba la nota que Bravo agradeció a través de su cuenta en Twitter.

En ese proceso, lo que más llamó la atención fue la indiferencia de la ANFP y sus compañeros de la Selección respecto de dejarle algún mensaje de apoyo en las redes sociales, la plataforma que ocupan profusamente para colgar diversos tipos de escritos. El distanciamiento, que había surgido después de la eliminación del Mundial de Rusia y se había agudizado tras la decisión del guardameta de no participar en los amistosos ante Suecia y Dinamarca, en el inicio del ciclo de Reinaldo Rueda ("Lamento que me estén llamando en contra de mi voluntad", escribió en Twitter) explicaban, aunque no justificaban del todo, la ausencia de una manifestación más humanitaria. Recién un par de días antes de la Copa América, Alexis Sánchez invitó a Bravo al avant premiere de su película. La misma invitación había extendido a todos sus compañeros en la Roja. Bravo agradeció individualmente cada saludo corporativo.

Abandono

En el intertanto, el arquero formado en Colo Colo aprovechó el tiempo para cultivar su interés intelectual. Afincado en Barcelona, donde desarrolló la parte inicial de la recuperación, escogió la Unisport, una escuela de negocios orientada al deporte, para cursar el Coaching Deportivo Directivo y Psicología del Alto Rendimiento. Por esos días, el portero también daba cuenta de su afición a la lectura a través de las redes sociales. Lucía, a modo de ejemplo, una imagen en la que aparecía leyendo Open, las memorias de Andre Agassi.

A comienzos de este año, el portero ya alistaba su retorno, al menos a los entrenamientos. Entremedio, eso sí, tuvo que salir al paso de versiones que hablaban del recrudecimiento de sus problemas físicos por una presunta infección en la herida relativa a la cirugía a la que fue sometido. El golero reaccionó publicando un video en el que mostraba que la rehabilitación marchaba dentro de los plazos establecidos y emitiendo un mensaje que ahorraba interpretaciones: "Preparándome para lo que viene: Manchester City y la Copa América".

Íntimamente, Bravo proyectaba jugar el torneo sudamericano. Precisaba que jamás había renunciado al combinado y sostenía que los problemas internos que habían generado las acusaciones de indisciplina en la Selección de parte de su círculo más íntimo, podían solucionarse en un diálogo cara a cara. El problema era que entre sus compañeros la distancia crecía y que desde el cuerpo técnico de Rueda ni de la ANFP surgían señales claras de preocupación por su condición de salud. De hecho, a diferencia de lo que aconteció con otras figuras, como Alexis Sánchez o Arturo Vidal, el arquero no recibió alguna visita considerada oficial durante su rehabilitación. En Pinto Durán se excusaban en que mientras no estuviera bajo el régimen de convocatoria,la recuperación estaba a cargo de los médicos de su club y que en las lesiones de larga recuperación se solía mantener distancia. En enero, el arquero ya estaba de vuelta en el centro de entrenamientos del City. Desde abril, ya practicaba junto a sus compañeros, lo que reforzaba su aspiración de volver a la Roja.

Promesa incumplida

El 23 de abril es un hito clave en el proceso. Ese día, en Manchester, Bravo se reunió con Rueda en un hotel cercano al aeropuerto de la ciudad. El técnico colombiano le aseguró que lo consideraría, al menos en la lista preliminar, para la Copa América. El portero insistió en que jamás había renunciado y ni siquiera puso como condición la titularidad para volver. Se comprometió, incluso, a presentarse en Juan Pinto Durán apenas terminara la temporada con el City, sacrificando las vacaciones.

La promesa de Rueda, sin embargo, no se cumplió. El 17 de mayo, La Tercera confirmó que Bravo no había sido incluido en la lista de 40 jugadores que Rueda había reservado. Esa nómina tendría que ser depurada más tarde para dejarla en 23. Sin embargo, la reglamentación impedía que Rueda rectificara más tarde, salvo que se produjera alguna lesión grave que obligara a enmendar alguno de los cupos. Bravo se había enterado. En forma privada, un funcionario de la ANFP se lo había comunicado. La lista de 40 nombres nunca se hizo pública, precisamente para evitar controversias. La certeza, al menos oficial, de que Bravo no jugaría la Copa América, recién se tuvo el 26 de mayo, cuando el sitio de la ANFP publicó el listado definitivo para la cita en Brasil. A fines de mayo, Bravo insistió, en una entrevista concedida a Telemundo, en que no había renunciado a la Roja. "Siempre hay ganas de participar y aportar en la Selección, de hacer las cosas de la mejor manera posible. Yo nunca me he marginado ni renunciado como se especuló. Siempre estoy con la labor de querer sumar, pero una nominación no depende de mí, depende del técnico y la función que espera de sus arqueros", explicó.

Así, mientras Chile intentaba alcanzar el tricampeonato continental, Bravo llegaba al país para participar en clínicas deportivas en varias localidades. En algunas de ellas, emitió declaraciones conciliadoras, deseándoles suerte a sus compañeros. Ahora, con el retorno a las canchas ya consumado y con el compromiso de Guardiola de que, al menos durante la pretemporada, tendrá la continuidad para alcanzar un nivel competitivo cercano al ideal, el vilucano vuelve a pensar en el retorno a la Roja. El 5 de septiembre, Chile se enfrentará a Argentina en un amistoso. A esas alturas, ya no deberían existir aprensiones objetivas para que Bravo no vuelva, al menos, a estar en la lista.

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