Más fuego en el ciclismo: “Es un grupo coludido para dopar, extorsionar o agredir a quienes no estén de acuerdo con ellos”

Daniel Bretti, ex entrenador de la selección de ciclismo de ruta. Foto: Bill Torres / Globesport.

Daniel Bretti, ex seleccionador de ruta en la época de trampa descrita por Nicolás González en su confesión, aporta más antecedentes y dispara contra los que mantienen en el ciclismo a los entrenadores con positivos a sus espaldas. “El COCh por un lado critica, pero no hace nada por limpiar el ciclismo”, dice.


Daniel Bretti (38) es otro protagonista de los últimos años del ciclismo chileno. A cargo de la selección de ruta consiguió ganar el panamericano específico de República Dominicana, en 2017, y ser cuarto en el de San Juan, al año siguiente. Conoce el caso de Nicolás González, pues dirigió al de La Unión en su última etapa como seleccionado. Ahora, aporta nuevos antecedentes contra lo que él define como “una mafia”.

¿Qué recuerda del proceso en que estuvo con Nicolás González?

Fue mi primera vez en la selección, asumí un equipo de ruta designado, que era la mitad del grupo de pista más unos cupos que sacamos en ruta. Entre ellos estaba Antonio Cabrera, Nicolás González y Edison Bravo. Fue una experiencia normal, no más allá de lo que es una competencia de este nivel. Estábamos preparándonos y ellos asumieron la competencia como tal.

González asegura que en esa ocasión muchos compraron elementos dopantes. ¿Vio algo?

No lo vi. Lo desconozco. No tengo cómo asegurar o desmentir eso. Ellos operan con sus códigos y, lógicamente, no están bajo nuestra supervisión durante en sus momentos de ocio.

González dice que “todos se dopan” ¿Concuerda?

No puedo decir que todos se dopan, porque al final esto es decisión del deportista. Muchas veces lo hacen entre amigos, entre entrenadores, con gente que está coludida, pero no es algo vox populi, que todos sean así. Como hay gente que no tiene problemas en decir que se dopa, también hay gente que es limpia y entrenadores que no dopan a sus deportistas.

¿Y quiénes son los que dopan?

Te puedo exponer el caso de la última reunión a la que nos invitó el COCh. Ahí les dije que cómo era posible que nos llamaran a planificar el año con los entrenadores de deportistas que habían dado positivo hace unos pocos meses. Hablo de Pilar Gallardo y Rafael Aravena. Todos se me vinieron encima. Antonio Cabrera me dijo que cómo era posible siquiera tocar el tema del doping. Entre las razones que el COCh entregó para la desafiliación de la Federación, una fue los constantes casos de dopaje. Pero resulta que ahora esos técnicos siguen dentro trabajando, con los deportistas. No entiendo nada, porque el COCh por un lado critica, pero por otro no hace nada por limpiar el ciclismo.

LA UCI concluyó en septiembre que “en Chile hay cultura que avala las prácticas de dopaje”. ¿Tiene razón?

Cuando Artur Lopes vino, él hizo una sentencia bastante dura. Claramente, la lectura que él hizo es la que todos tenemos: que aquí está instalada una mafia de dirigentes y gente que controla los proyectos del estado al que postulan los deportistas. Toda esa gente fue explícitamente nombrada por la UCI para que no continuara en ningún cargo en la federación, pero siguen estando ahí, junto a los deportistas.

¿Qué vio Lopes?

Vio a estos dirigentes y a los deportistas que están apoyando a estos dirigentes. Es un grupo que está coludido para dopar, para extorsionar o agredir a quienes no estén de acuerdo con ellos.

¿Qué tan violentos son?

A mi Antonio Cabrera me agredió siendo técnico de la selección nacional. Y en ese proceso, el presidente del tribunal de honor, Francisco Quezada, que está muy ligado a ellos, no hizo nada para castigarlo.

¿Por qué lo agredió?

Porque no clasificó para estar a la selección. Se lo expliqué con las bases en la mano. Él quería que los clasificara para lsa selección, a él y a su ex polola, pero sin haber aprobado el proceso establecido. Quería clasificar solo por todo lo que él le había entregado al país, algo que es ridículo. Y no solo él me agredió, sino su familia y amigos.

¿Lo denunció?

Por supuesto. Hice una constatación de lesiones y lo denuncié al tribunal, pero no pasó nada. Es algo que no tiene lógica, que va en contra de todo, porque un deportista jamás debe agredir a un superior, ni a sus pares, a nadie. Después de eso me fui de la selección.

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