¿Parques nacionales con límite de ingreso? Conaf modificará protocolos

Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en la Región de los Lagos. Foto: Conaf

El fin de semana pasado, un turista no tuvo éxito al intentar ingresar al Parque Nonguén. El guardaparques le señaló que el aforo, de 140 personas, estaba completo. Pese a que el Minsal ya no establece restricciones de ingreso para áreas silvestres, la corporación mantiene una "capacidad de carga" que revisarán tras el episodio.


A causa del Covid-19, en marzo de 2020, el Ministerio de Salud (Minsal) instruyó una serie de medidas para controlar la diseminación del virus, entre ellas, las cuarentenas y los aforos en espacios abiertos y cerrados. Entre ellos, los 106 parques, reservas nacionales y monumentos naturales que administra la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y cuya superficie suma, en total, 18.619.951,47 hectáreas.

Y aunque han transcurrido más de dos años desde entonces, la corporación todavía aplica, bajo el concepto de “capacidad de acogida” límites en el acceso a los recintos, lo que provocó un reclamo por parte de uno de sus visitantes.

“Sabemos que los protocolos se idearon en la época más álgida del covid-19, pero hoy (...) urge una actualización de Conaf para disfrutar los paisajes que nos pertenecen a todos”, dijo Aristeo Alarcón en una carta al director, publicada por el diario El Mercurio el pasado lunes 12 de septiembre.

Bajo el titular “Urge actualizar protocolos”, Alarcón comentó las ansias que tenía el pasado fin de semana para “desconectarse, olvidarse de aforos y limitaciones que continúan en nuestras vidas cotidianas en las ciudades”.

Sin embargo, su objetivo de ir a conocer el Parque Nacional Nonguén, en la Región del Biobío, se vio truncado cuando al llegar al lugar de más de 3.036,9 hectáreas, le indicaron que tenía que comprar la entrada por Internet y que el aforo estaba limitado a solo 140 personas.

“¡140! En una sola tienda de un mall pueden estar más de mil (...) urge una actualización de Conaf para disfrutar los paisajes que nos pertenecen a todos”, señaló.

Evolución de las restricciones en el acceso a parques

Al principio de la pandemia, el Gobierno instruyó a la corporación el cierre de todas los recintos, como medida preventiva.

Así, los parques se mantuvieron cerrados para visitantes, porque la mantención y monitoreo se mantuvo, señala Mario Pinto, jefe nacional del Departamento de Administración de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf.

Lo anterior, cuenta, “para cautelar la salud de nuestros trabajadores y visitantes. Posterior a eso comenzamos a transitar a una apertura gradual”.

Fue en agosto de 2020 -a partir de la baja incidencia que presentaba el virus en la Región de Los Ríos- cuando la institución estableció un protocolo de apertura gradual, con aforos de ingreso, para el Parque Nacional Alerte Costero y la Reserva Nacional Mocho Choshuenco.

La formulación de este instructivo tomó en cuenta las características de cada unidad -como senderos y miradores-, para determinar la cantidad de personas que podían ingresar, por recinto.

El proceso fue arduo. Requirió una inducción a los equipos técnicos y guardaparques de todas las regiones, así como uniformar criterios entre las áreas silvestres. De esta forma, se establecieron límites de acceso de entre 50 y 400 personas diarias.

Estos aforos se mantuvieron, hasta el 21 de septiembre de 2021, cuando el Gobierno actualizó, por segunda vez, el plan Paso a Paso. Pero la corporación mantuvo límites al ingreso, bajo el concepto capacidad de carga, aumentando, eso sí, la cantidad de personas que podía ingresar por recinto; cifra que hot fluctúa entre los 150 visitantes -en la Reserva Nacional Ñuble- y los 1.200 -en el Parque Nacional Laguna del Laja-.

Eso, pese a que en la actualidad el plan Seguimos Cuidándonos, Paso a Paso no contempla limitación de aforos en Parques Nacionales, en ninguna de sus fases.

“Más que el tema del aforo, que genera limitación en el ingreso a los visitantes, la capacidad de acogida ha estado vinculada a las disposiciones o servicios que estén al interior (de cada recinto). Por ejemplo, cuál es la cantidad de personas que podrían estar de forma simultánea en un mirador, o cuál es la cantidad de personas que pueden recorrer un sendero en particular”, explica Pinto.

La capacidad de acogida, además, toma en consideración la conservación de los ecosistemas presentes en las áreas silvestres, una de las principales misiones de la corporación.

No obstante, y en relación al reclamo formulado por el visitante, el ingeniero forestal reconoce que “ahí hay un error que hay que mejorar, y ver con las distintas regiones para que ese tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir”. Por ejemplo, agrega, haciendo “una mejor inducción a los visitantes” -no hablar de aforos- ni tampoco negar el acceso: “Sí se puede educar y decir ‘usted puede pasar, pero en tales sectores existe una limitante’”, agregó el directivo.

Aún así, respecto de la comparación de los aforos de ingreso a centros comerciales vs parques nacionales, Pinto aclara que “de esas 3 mil hectáreas, solo un 1 o 2 % de esa superficie corresponde a uso público. El resto del área corresponde a zonas de conservación, donde no hay presencia de visitantes. Entonces, la superficie es bastante menor respecto al tamaño de la unidad”.

Conaf revisará protocolos

Tras lo ocurrido, la Conaf está en proceso de revisión de los protocolos que afectan a cada unidad que tiene bajo su manejo.

Este año vamos a evaluar las capacidades de carga. Tiendo a pensar que sí, que van a aumentar los limites” señala el jefe nacional del Departamento de Administración de Áreas Silvestres Protegidas.

Este análisis lo realizarán durante este mes, anticipándose a la temporada estival, cuando aumentan los turistas, y así “establecer mejores parámetros desde el punto de vista de ingreso”.

La idea es que a partir del 2023 la corporación retome las cifras prepandemia, de asistencia a parques nacionales.

En 2019 la cifra total de asistentes fue de 3.523.447; en 2020, de 1.407.166; en 2021, de 1.697.150; y la estimación que hacen para 2022 es de unas 2,5 millones de personas.

Por su parte, el presidente de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Jaime Guazzini, comentó que “las áreas silvestres protegidas no tienen un aforo especifico, quizás lo tuvieron al principio, pero hoy no hay aforo especial en función del Covid-19. En algunas áreas silvestres protegidas sí hay capacidad de carga, hay algunos lugares donde pueden entrar 700 personas al día y se tiene que cumplir, porque hay un estudio de capacidad previo”.

Lo que sí nos preocupan, son los horarios. Nosotros entendemos que los de Conaf son funcionarios y tiene que cumplir sus horas de trabajo. Las áreas silvestres protegidas se cierran a las 17:30, porque no tienen más personal. Ese es un gran problema que nosotros queremos resolver para mantener los parques abiertos más tiempos”, señaló Guazzini.

El líder gremial propone licitar algunos sectores de los parques a empresas privadas que puedan disponer de trabajadores hasta el anochecer. Asimismo, comentó que están en conversaciones con la corporación para evaluar estos requerimientos.

Parque Nacional Pan de Azúcar, ubicado en el sector costero de la Región de Antofagasta y Región de Atacama. Foto: Conaf

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