Sacerdote Enrique Opaso: “Dejar fuera de la Constitución la libertad de enseñanza es un gustito ideológico de la izquierda”

31 DE AGOSTO DEL 2021 RETRATO AL CURA ENRIQUE OPASO, DIRECTOR GENERAL FUNDACIÓN REFUGIO DE CRISTO. FOTO: DEDVI MISSENE

El también director general de la Fundación Refugio de Cristo, que popularizó a San Expedito en la parroquia de Reñaca e intentó postularse como constituyente, afirma que "el Estado no puede ponerse al lado de una ideología" y que "los constituyentes católicos tienen que dar la cara y defender la educación privada”.


El sacerdote Enrique Opaso (69), conocido por popularizar el culto a San Expedito en la parroquia de Reñaca, en Viña del Mar, se sumó esta semana al debate abierto luego de que la comisión de derechos fundamentales de la Convención Constitucional resolviera no incorporar en la discusión el principio de la “libertad de enseñanza y derecho preferente de los padres a educar a sus hijos”.

Esta determinación, a juicio del cura, responde a un “gustito ideológico de la izquierda”, que brota principalmente del PC, y que los constituyentes católicos debiesen defender el derecho “dando la cara”.

Opaso también alza la voz como director general de la Fundación Refugio de Cristo, dedicada a la protección de la infancia. La entidad cuenta con seis residencias para niños, niñas y adolescentes vulnerables, un establecimiento de larga estadía para adultos mayores y dos liceos técnicos, que teme desaparezcan de no quedar consagrado en la nueva Constitución la libertad de enseñanza.

Pero la defensa de ese derecho, dice el religioso, compete principalmente a los laicos, quienes estima deberían “tomar la batuta” y proteger su “patria potestad” de elegir el proyecto educativo que quieren para sus hijos. Los obispos y los curas “podemos ayudar”, señala, apoyando, por ejemplo, una marcha con “gritos y carteles” hasta el Congreso o la Convención .

¿Usted llevaría un cartel a la marcha?, ¿qué diría?

Sí. Sobre el rechazo a que a los padres se les quite su patria potestad, especialmente en elegir la educación de sus hijos. No creo que la vaya a liderar yo (la marcha). Me imagino que los gremios de padres y apoderados irán a convocar esto. Yo podría ser el líder, pero los laicos tienen que asumir lo que les corresponde. La iglesia tiene un recurso importante que no he visto que se haya manifestado; tenemos un mundo no menor que es católico. De iglesia. De día domingo. El trabajo que tienen que hacer los obispos es con nuestros laicos, para que cada uno en su ambiente tenga los elementos para poder defender posturas; de modo que los católicos, especialmente las mujeres, tomen la batuta de defender lo que tenemos que defender.

¿Qué entiende usted por libertad de enseñanza?

Una opción para dar características particulares a niños, niñas y adolescentes. Hay mamás que han puesto a sus hijos en proyectos educativos que acentúan el tema musical, deportivo o científico. Pero también hay proyectos que pretenden ayudar a la familia para ingresar los valores propios de la iglesia cristiana. Los judíos, los musulmanes, o quien sea, tienen el derecho a ser educados según estimen sus padres.

¿A qué cree que se deba esta decisión de dejar fuera la libertad de enseñanza?

Dejar fuera de la Constitución la libertad de enseñanza es un gustito ideológico de la izquierda, de la izquierda más de izquierda, la que brota del PC, que es la única izquierda que tiene claridad en sus propósitos. Son cosas que han dicho siempre. No es extraño que propongan que se acabe la educación privada o el aborto a todo evento. No, el Estado no puede ponerse al lado de una ideología y tiene que dar las condiciones para que Chile pueda tener una buena educación. La educación que tenemos es mala. Se gastan millones, pero no se logran los objetivos.

Usted quiso postular a la Convención, pero no lo hizo. ¿Qué pasó?

Quería ser constituyente porque estimo que la iglesia católica debería haber tenido al menos un representante, porque el pensamiento cristiano es la base en la construcción de la república. Los obispos en Chile no lo entendieron así y bueno, soy súper obediente de la iglesia. Además, para trabajar en un área que excede las fronteras de la diócesis uno tiene que pedir la misión canónica.

¿Y usted la pidió?

No. Me lancé solo y comencé a tener una gran adhesión en la zona. Pero uno pide la solicitud cuando está convencido de que esto es posible. Y esto fue así: un día dije en el diario que me gustaría ser constituyente y comencé a tener feedback y finalmente estaban los votos y ahí hablé con el obispado. Lo sometieron a discusión y me dijeron que no. No me dieron ningún argumento. Solo que era inconveniente para la iglesia.

Pero usted consideraba que sí era conveniente…

Sí, y cada día queda más demostrado.

De todos modos, usted ha dicho que en la Convención hay constituyentes católicos que tendrían que “dar la cara” y defender asuntos como la libertad de enseñanza..

Hoy, con el concepto de la cancelación, que se está imponiendo en la Constitución, se hace muy difícil. Hay una presión fuerte de un grupo que electoralmente es minoritario. Nosotros tenemos que ir ayudando a la Constitución, apoyando aquellas cosas que creemos que para Chile son buenas, como es la educación privada. Los padres tienen el derecho que les otorgó la Constitución de 1925 y que reconoció Naciones Unidas como un Derecho Humano, en la preferencia para la educación de sus hijos. No el Estado. Eso hay que defenderlo. Yo le pido los obispos y curas que levanten la voz. No lo han hecho aún. Espero que lo hagan.

¿Y qué constituyentes podrían defender el principio de libertad de enseñanza?

Hay varios. Raúl Celis (RN), Ruggero Cozzi (RN), Fuad Chaín (DC).

La propuesta de la Convención todavía no está zanjada. ¿Por qué hacer este llamado?

Cuando Sancho le dice al Quijote “hay perros ladrando”, es porque hay problemas, entonces hay que prepararse antes de llegar ahí. Tenemos que prepararnos.

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