Sonrisas de los participantes y críticas en Venezuela y Chile: “La excelente videoconferencia” de Bachelet con Maduro

El 21 de Junio del 2019 se reunieron en Caracas Michelle Bachelet y Nicolás Maduro.
El 21 de junio del 2019 se reunieron en Caracas Michelle Bachelet y Nicolás Maduro.

El presidente venezolano y la alta comisionada para los DD.HH. de la ONU sostuvieron la reunión el miércoles. Se tiene previsto que el 10 de marzo Bachelet vuelva a abordar la situación de las libertades fundamentales y los posibles abusos contra ellas en ese país, en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos.


“Cordial”. Así definió el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, la reunión telemática que el Presidente de ese país, Nicolás Maduro, mantuvo la tarde del miércoles con la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet. “Se conversó sobre el avance en la cooperación con su oficina, el impacto negativo de las sanciones (internacionales) y nuestra política para controlar el Covid-19”, detalló Arreaza en su cuenta de Twitter.

En el encuentro también participaron el embajador de Venezuela ante la ONU, Héctor Constant, y el jefe de la división de la oficina de Bachelet para las Américas, José María Aranaz. En septiembre, el gobierno de Maduro renovó el Memorando de Entendimiento con la oficina de la alta comisionada de derechos humanos “para avanzar en el fortalecimiento de los vínculos de cooperación y asistencia técnica”, que contempla establecer una oficina de la ACNUDH en el país, consignó el diario ABC.

En la “excelente videoconferencia”, como la definió el mandatario venezolano, se repartieron sonrisas y empatía entre sus protagonistas, según destacó el aparato de propaganda del régimen bolivariano en un hábil uso de las imágenes, consigna el diario El Mundo.

Todo ello pese a que la propia ONU ha cuestionado a Maduro por crímenes de lesa humanidad, entre los que se encuentran ejecuciones extrajudiciales, torturas, violaciones sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas. Cuando Bachelet visitó Venezuela en 2019, en una breve gira de tres días, pudo constatar la crítica situación del país y expresó su profunda preocupación por los presos políticos y el sufrimiento de sus familiares.

Semanas después, en un impactante informe, Bachelet criticó a Maduro por el uso de la fuerza policial y sugirió entonces que disolviera a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el temido grupo de exterminio que opera en las zonas más afectadas del país. Se tiene previsto que el 10 de marzo la alta comisionada vuelva a abordar la situación de las libertades fundamentales en Venezuela y los posibles abusos contra ellas en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos.

Por ello, el encuentro que mantuvieron Maduro y Bachelet desató las críticas entre la sociedad civil y la oposición venezolana. “Es indignante las risas en una ‘reunión técnica’ con quien está siendo acusado de crímenes contra la humanidad. Toda una bofetada a las víctimas ¿Hubiera cordializado la alta comisionada en un encuentro con el señor Augusto Pinochet?”, cuestionó Rafael Uzcátegui, coordinador general de la prestigiosa ONG Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), en su cuenta de Twitter.

“Esta foto pasará a la historia de la ignominia. ¡Qué vergüenza! Señora Bachelet (…). Todas las dictaduras son malas”, precisó la diputada Delsa Solórzano, encargada de derechos humanos en el Parlamento encabezado por Juan Guaidó, a través de la misma red social. “¿Cómo se puede sonreír frente a quien detiene arbitrariamente a trabajadores humanitarios?”, interrogó Ligia Bolívar, defensora, educadora y especialista en derechos humanos por cuatro décadas en Venezuela.

Narváez: aprovechamiento político

El encuentro telemático de Maduro con Bachelet también generó reacciones en Chile. “La alta comisionada juega un rol muy importante en la promoción y la protección de los DD.HH. y a mí me encantaría conocer cuál es su versión sobre lo que dice Maduro, quien afirma que fue una ‘reunión cordial, una reunión productiva’”, señaló el ministro secretario general de Gobierno, Jaime Bellolio. “La pregunta es qué puede haber de cordial y productivo frente a un asesino, frente a una dictadura que ha dejado, que ha expulsado a cinco millones de personas, que viola sistemáticamente los derechos humanos. Por tanto, lo que uno tendría que preguntarse es qué ha avanzado en materia de DD.HH. la dictadura de Maduro”, agregó.

Al respecto, la precandidata presidencial por el Partido Socialista, Paula Narváez, señaló que “lo que puede haber habido es tratar de sacar un aprovechamiento político sin comprender el rol que tiene la alta comisionada de los DD.HH.”. En todo caso, la exministra secretaria general de Gobierno en el segundo gobierno de Bachelet dijo que en Venezuela hay un régimen autoritario, se violan los DD.HH. y que derivado de esto hay una “crisis humanitaria”. “La presidenta Bachelet es la alta comisionada para los DD.HH. de la ONU, es una funcionaria internacional, y podemos entender sus distintas reuniones y actividades públicas en el cargo que ella desempeña”, justificó.

“Hay que ser firme con la dictadura venezolana, hay que ser claros en las señales y los gestos, en este caso, mal la alta comisionada. Maduro está violando de manera brutal los DD.HH., con cinco millones de migrantes que escapan de sus garras. No da para reuniones amables y risueñas”, señaló, por su parte, Mario Debordes, precandidato presidencial de Renovación Nacional.

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