“Tenemos un fusil recuperado y un individuo muerto”: el registro de la cámara GoPro de Carabineros en operativo donde murió miembro de la CAM

El funeral de Pablo Marchant.

La PDI transcribió parte de los 14 minutos que duró la grabación que la policía uniformada aportó a la investigación del caso de Pablo Marchant, quien recibió un disparo de un policía en medio de un atentado, el 9 de julio, en La Araucanía. Este nuevo peritaje da cuenta de cómo fueron los minutos en que los policías actuaron en el lugar y es un elemento clave para la Fiscalía.


Una serie de peritajes e informes balísticos siguen llegando por estos días a las oficinas de la Fiscalía Regional de La Araucanía por uno de sus casos más complejos. Se trata de la investigación originada el 9 de julio del año pasado, luego de que un grupo de encapuchados llegara hasta el fundo Santa Ana de Forestal Mininco, en Carahue, para realizar una “acción de sabotaje” en las instalaciones de la empresa. El atentado terminó con una serie de máquinas incendiadas, un trabajador herido a bala y uno de los atacantes fallecidos. Se trataba del integrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Pablo Marchant.

Los minutos después de lo ocurrido ese viernes en la noche no fueron fáciles para las autoridades: en un comienzo se habló de que el joven muerto -quien recibió un disparo en la cabeza por parte de un carabinero- era el hijo de Héctor Llaitul, líder de la CAM, sin embargo, luego de un reconocimiento del cuerpo en el lugar se descartó que fuera su familiar. De todas maneras, Marchant era cercano a la familia y uno de los miembros más valorados al interior de la organización.

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Héctor Llaitul, líder de la CAM.

En este caso se indagan dos aristas: por un lado, si el protocolo de actuación del funcionario de Carabineros que disparó se ajustó a la legítima defensa y, por otra vertiente, se investigan las circunstancias del ataque a la forestal, donde uno de los trabajadores de la empresa resultó gravemente herido. Es en esas dos corrientes que se mueve el Ministerio Público, quienes por estos días han ido recopilando valiosa información para ir despejando todas las dudas que han rodeado el caso.

Uno de ellos fue, por ejemplo, el informe del Servicio Médico Legal (SML) el cual concluyó que Marchant recibió un disparo en un rango de acción de entre dos y tres metros y no se encontraron rastros atribuibles a un disparo a quemarropa. Ahora, el otro antecedente que la PDI evacuó a la Fiscalía es el registro de la cámara GoPro que el sargento que dirigió el operativo dispuso a los investigadores.

El registro fue entregado en el archivo “GOPR1470.MP4″, el cual fue analizado por peritos de la PDI, quienes resumieron los 14 minutos del registro en un informe de 28 páginas entregado al Ministerio Público. En el documento se da cuenta de las conversaciones que grabó la cámara durante el atentado y cuando el policía encargado del operativo llega al lugar y conversa con los trabajadores afectados por el ataque.

Los diálogos con los trabajadores

Mira, yo te voy a explicar… yo estaba en el punto fijo Santa Ana...”, parte diciendo el sargento Edison Ancamil a su interlocutor, a quien le cuenta cómo ocurrieron los hechos que pocos minutos después de las 17.30 de la tarde. El suboficial trabajaba como punto fijo en las faenas, pues el terreno ya había sido objeto de amenazas.

“Los ‘yankee’ (así se les denomina a quienes operan como guardias de estas empresas) trabajan hasta las cinco y media, estaban procediendo a estacionar las máquinas, manteníamos ya dos máquinas estacionadas y estaban procediendo a estacionar la otra, cuando el guardia viene corriendo a donde mí, yo estaba afuera del container, avisarme que mantenían un rehén arriba del bus, que habían llegado los mapu”, le dice el sargento a su interlocutor.

Luego de eso le cuenta que había una persona muerta en el lugar, a lo que la persona que estaba al otro lado de la radio le pregunta: “¿Ese es de la forestal, el fallecido?”, pero el uniformado le dice que no, que se trata de un “mapu” y que había un fusil recuperado. Por lo mismo, le advierte que era necesario resguardar el lugar y disponer refuerzos.

El uniformado se acerca a las faenas y entabla varios diálogos con los trabajadores. Allí les dice: “Vienen todos los dispositivos, tenemos un fusil recuperado y un individuo muerto, así que tan mal no estamos… la pérdida de la maquinaria nomas”. Enseguida se encuentra con otro operario de las faenas y se da el siguiente diálogo, transcrito por la PDI.

Sargento Ancamil: ¿Ustedes ya se aprestaban a irse?

Jefe faena: Sí ya estábamos guardando las cosas, afortunadamente no fuimos a los buses, salvo uno.

Sargento Ancamil: Al otro caballero igual le voy a tomar. ¿Quién es el caballero que lo tomaron de rehén?

Trabajadores: Está herido, no de rehén. Es el que está en ese contenedor, allí donde está volteado adentro. Nosotros estamos todos bien, pero el único nos preocupa es él (Ceferino González). Está mal porque tiene un perdigón.

Sargento Ancamil: Te pido un favor, búscame el otro cargador de UZI, parece que lo metí en la mochila… Ahí está, gracias mijo, si no ahí si que nos vamos para abajo.

Interlocutor al teléfono: Ancamil, por acá el comandante dice que aseguren el muerto y el fusil… lo más importante, ¿sí? Ya listo.

De ahí en más la investigación siguió su curso: declararon policías, trabajadores y testigos de un hecho que sigue tensionando la zona, más cuando el propio Héctor Llaitul, líder de la CAM, se puso en la primera línea del caso. “Nosotros tenemos una tesis y conocemos parte de la verdad y vamos a obrar como organización de la causa mapuche, lo haremos en un sentido. Porque nosotros somos mapuche revolucionario, autonomistas, y no creemos en la Justicia chilena”, dijo la semana pasada, tras conocerse el resultado del peritaje del SML.

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