Un triunfo en ocho partidos: la peor racha de un técnico de la UC en seis años pone a Holan contra las cuerdas

Ariel Holan, técnico de la UC (Foto: Luis Sevilla)

La derrota en el Clásico Universitario frente a la U hace entrar a los cruzados en alarma y, sobre todo, profundiza los cuestionamientos de sus hinchas a la gestión del entrenador.


Universidad de Chile vence a Universidad Católica y en los cruzados duele por partida doble. Por un lado, se trata de un revés frente al rival más tradicional. Por otro, se trata de la concreción de una crisis que tiene inquietos a sus hinchas, quienes vuelven a concretar sus miradas, y sus protestas, en la gestión de Ariel Holan. Es cierto que los de la franja marchan quintos en la tabla y que los 23 puntos que acumulan son apenas cinco menos que los que tiene el líder, Cobresal. Sin embargo, la sensación de los fanáticos, mucho más subjetiva y atada a otros elementos que superan la estadística, es mucho más lapidaria. En gran medida, porque aún les queda decepción por no haber estirado aún más el ciclo que culminó en un histórico tetracampeonato. Largo, como les gusta precisar. Y, ahí, vuelven a mirar hacia la banca.

Los números le dan, en gran medida, la razón a los reproches. Hay que remontarse seis años para encontrar una racha tan discreta como la de la actual temporada. No pasaba desde la segunda rueda del Trasición 2017, cuando en la banca universitaria estaba sentado Mario Salas. Comenzó con el 2-2 en La Florida, ante Audax Italiano, el 10 de septiembre. Luego cayó ante Temuco y Colo Colo y venció a Iquique. Lo siguiente fueron cuatro reveses: Huachipato, la U, San Luis y O’Higgins. Después, el Comandante logró algo de respiro: la UC venció 4-1 a Palestino y 2-4 a Antofagasta. Salas se fue del club y el torneo siguiente lo inició el español Beñat San José.

La caída ante el equipo de Mauricio Pellegrino es la cuarta que ha sufrido el equipo de Las Condes en el Campeonato Nacional. Antes, sufrió reveses ante Coquimbo, O’Higgins, Huachipato. Para peor, suma otros cuatro partidos sin ganar, pues igualó ante Unión Española, Magallanes, Colo Colo y La Calera. En este ciclo, solo venció a Copiapó.

Hay que hacer una precisión. Si bien la primera rueda del año pasado terminó con peores números (un triunfo en nueve partidos, ocho derrotas), la salvedad es que ese período se lo reparten tres entrenadores. A Holan le son imputables los tres últimos: dos triunfos y una derrota. Cristian Paulucci dirigió en siete encuentros (una victoria y seis caídas) y a Rodrigo Valenzuela le correspondió hacer la transición entre ambos mandatos (un triunfo y un empate). En la primera rueda de 2022, la UC marcó 19 goles y recibió 24. Ahora marcó 28 y lamentó 21.

Holan tambalea

Holan está contra las cuerdas. La percepción de los hinchas se ha ido trasladando paulatinamente a la dirigencia. Sin embargo, hay un elemento que, por ahora, lo sostiene en su cargo. La firmeza, del soporte, eso sí, es discutible. De hecho, en la intimidad de San Carlos de Apoquindo, atribuyen lo que le queda de seguridad en el puesto al técnico a un factor difícil de soslayar: el pago de unos $ 500 millones, relacionados con distintos aspectos vinculados al acuerdo contractual entre las partes.

De igual formas, en la precordillera admiten que no toda la culpa es del estratega. En efecto, a Holan le correspondió una tarea titánica: reconstruir una escuadra después del ciclo más exitoso en la historia del club. Las dificultades no fueron menores: de San Carlos se fueron 18 jugadores, entre ellos varios referentes. A modo de ejemplo, el club vio partir a una figura emblemática, como José Pedro Fuenzalida. Y solo el caso del Chapa da para revisar variables que exceden el rendimiento en el campo de juego en términos de influencia. Pero hay más nombres destacados, como los de Valber Huerta, Germán Lanaro o Luciano Aued. Todos, al margen de sus cualidades deportivas, entregaban ese plus que se necesita para soportar las altas exigencias. Ese liderazgo no ha podido ser reemplazado.

Dituro sale a la cancha del Santa Laura para enfrentar a la U (Foto: Agenciauno)

Aún así, al menos a comienzos de año, en la UC se ilusionaban con un devenir distinto. El propio Juan Tagle, presidente del club, consideraba que el plantel era competitivo. La proyección parece, evidentemente, errada.

Hay otro factor importante: la desmotivación de algunos de los que quedan. De Ignacio Saavedra, en su momento considerado como el principal proyecto del club, se espera mucho más y se le atribuye el bajón a su desencanto por no buscar nuevos horizontes. Hay más: Matías Dituro tuvo que volver desde España, una competencia de nivel superior. Y Clemente Montes partió a tierras ibéricas con el sueño de consagrarse en la primera línea mundial y tuvo que devolverse después de pasar sin gloria por la filial del Celta.

No hay dinero

También en la intimidad del club se ha instalado una frase. “El hincha cree que la plata crece en los árboles”, es una respuesta que suele escucharse en el plano de la informalidad. Lo cierto es que, aunque ni siquiera es necesario explicar que se trata de una figura, se trata de una certeza. Y, hoy, la UC no tiene recursos para destinarlos a potenciar el plantel. De ahí que se sume otro elemento para descartar un cambio de entrenador: el que hipotéticamente pudiera llegar, tendría que enfrentarse al mismo escenario. El enfoque institucional está puesto en otro objetivo, trascendente, por cierto: la construcción del nuevo San Carlos de Apoquindo.

El complejo panorama cruzado lo completan otra decepción que tiene directa injerencia en el presupuesto: la prematura eliminación en la Copa Sudamericana, a manos de Audax Italiano. El torneo, que primero parecía como un premio de consuelo después de quedarse sin la opción de jugar la Libertadores, se transformó en un nuevo dolor de cabeza. Al margen de lo deportivo, porque avanzar de fase reporta millonarias ganancias que ahora no están.

En la Copa Chile, al menos, siguen avanzando. Deben enfrentarse a Santiago Wanderers por los cuartos de final de la Zona Centro Norte. Sin embargo, hay quienes fijan en ese certamen el origen de la ruptura de la armonía entre los hinchas y Holan. Pocos le perdonaron que hayan tenido que sufrir hasta los penales para dejar en el camino al modesto Colina, que milita en la Segunda División, la tercera categoría del fútbol profesional chileno.

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