Emiliano Arias: “Con más fiscales haciendo lo mismo no sacamos nada y sólo será sacarle agua a un bote que se está anegando”

20/05/2024 EMILIANO ARIAS, FISCAL REGIONAL DE O'HIGGINS MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Desde ayer ya no es más el fiscal regional de O’Higgins. Este viernes fue su último día como persecutor, tras 23 años en el organismo. Arias responsabiliza al exfiscal nacional Jorge Abbott de “quitarle” tres años de su carrera; pide mayor celeridad en las investigaciones, pero confía en la nueva administración.


La Sala C130 del Centro de Justicia de Santiago es un lugar que marcó la carrera de Emiliano Arias en el Ministerio Público. Ahí enfrentó las audiencias de formalización de los casos “más grandes” que tuvo en sus 23 años al interior de la institución, como las investigaciones vinculadas al financiamiento ilegal de la política (Penta, SQM, Corpesca).

Y fue allí, coincidentemente, donde el miércoles 15 de mayo encabezó su última audiencia como fiscal regional de O’Higgins, antes de dejar el Ministerio Público.

“Cuando yo salí de la Universidad, no existía el Ministerio Público, pero hice mi memoria en el proyecto de ley del Ministerio Público. Siempre me interesó mucho el Derecho Penal. Trabajé seis meses en el estudio jurídico de mi profesor de Derecho Económico, don Jorge Caro, y de ahí ingresé de inmediato al Ministerio Público, en junio de 2001. Fueron muchos años, es toda una vida casi”, dice a La Tercera.

Su mandato legal terminó, pero ¿tiene ganas de irse?

O sea, ganas de irme no tengo, evidentemente. Obvio que no quiero, porque es lo que he hecho toda mi vida y me satisface. Afortunadamente me ha ido bien, no tengo fracasos investigativos, y eso no porque sea yo, sino que es por los equipos de trabajo con los que he estado. Los jueces de garantía han confiado en mí. Ese talento me cuesta imaginarlo fuera de la institución. Yo pensé que iba a estar mucho más preparado para salir, y por eso he decidido no tomar decisiones inmediatamente recién salido. Quiero tomarme un mes para pensar bien qué es lo que quiero seguir haciendo.

El fiscal nacional, Ángel Valencia, le había asignado causas y tareas de relevancia, ¿siente que deja la institución en un buen momento personal?

Desde las investigaciones por financiamiento irregular de la política, Penta, SQM, Corpesca, no he parado, porque luego de eso viene todo el tema de Jorge Abbott y tras mi regreso de la suspensión, el nuevo fiscal nacional confía en mí y me entrega la investigación de fenómenos supraterritoriales y de fenómenos delictuales, que es una cuestión que no se había hecho de esa manera. Y en los tres grandes casos que me entrega nos fue bien.

Menciona la situación que lo enfrentó con el exfiscal nacional, pugna que terminó por zanjarse en la Corte Suprema. ¿Ese fue el episodio más complejo que vivió al interior de la institución?

La región, cuando la tomé, no tenía estructura adecuada para la investigación penal y ahora sí, gracias a, entre otras cosas, a acuerdos con las policías. Pero me faltaron tres años, los cuales me quitaron, donde la región fue tratada injustamente durante toda esa época por parte de quien fuera fiscal nacional. Fue Jorge Abbott con todo su equipo de asesores, con todo su aparataje, investigando desde mi nombramiento a todos los aspectos de mi vida.

Emiliano Arias: “Con más fiscales haciendo lo mismo no sacamos nada y sólo será sacarle agua a un bote que se está anegando”

¿Cómo pondera esa actuación del fiscal Abbott?

Así no funcionan las cosas, nunca han funcionado así. Ese despliegue da cuenta de un periodo en que la institución no estaba sana. Eso es evidente. Se utilizaba la herramienta de persecución administrativa con unos fines que no eran correctos. Jamás hubo objetividad. Jamás. Pero no le resultó porque yo en ningún caso me amedrenté, en ningún caso cedí a lo que pudo haber sido esas conductas de matonaje. Y yo creo que parte de la fuerza la obtuve de mis propias convicciones, pero sin duda que mi familia, en momentos de flaqueza, fueron el apoyo fundamental para perseverar. La abogada que coordinó mi defensa y asumió las causas es mi pareja, y ella fue la que me ayudó también a seguir adelante.

¿Por qué cree que hizo eso?

Hubo muchas noticias que dieron cuenta de las presiones que ejercieron personas concretas y determinadas. Incluso, en el caso de la Iglesia recordemos que hubo un acuerdo con la organización imputada que duró muy poco, afortunadamente. O sea, sí cedió a alguna presión y no estaba de acuerdo con mi forma de investigar y con mi forma de actuar. No se ha investigado la intención que tuvo Abbott tras esto, pero sus decisiones y la política divisionista que tenía, sí que produjeron un daño a las investigaciones y las debilitó. De eso no hay duda.

¿Cree que Abbott tenía algo en particular contra usted?

Teníamos profundas diferencias en lo que dice en relación con temas centrales, precisamente por la forma de ejercer la función de fiscal. Pero yo de verdad que ejercí y perseguí a todos los sectores políticos, personas de cuello blanco, sin cuello blanco, con sotanas sin sotanas, y me daba siempre lo mismo, porque perseguía hechos y comunicaba esos hechos a la ciudadanía. Eso él lo veía como un afán de protagonismo y además están una serie de decisiones que no le gustaron.

La imagen que proyecta la Fiscalía

El actual fiscal nacional ha dicho que carga con la imagen de la Fiscalía que legó Jorge Abbott, ¿Cómo se combate esa desconfianza?

Diariamente hay una cantidad de juicios orales y procedimientos policiales y fiscales que tienen éxito. Pero como autocrítica, creo que donde debemos mejorar es en no solo hacer más detenciones o grandes procedimientos, sino que haciendo investigaciones judiciales más breves. Además, la ciudadanía tiene que saber qué es lo que pasa con un caso desde que se produce hasta que termina, pero no en cinco años.

¿Faltan más fiscales?

Con más fiscales haciendo lo mismo no sacamos nada y sólo será sacarle agua a un bote que se está anegando. Hay que acortar los plazos, hay que aprovechar de mejor manera los recursos frente a las urgencias; por ejemplo, con turnos de flagrancia extendidos entre regiones. Y, sin duda, la supraterritorialidad es la forma de investigar actualmente.

Emiliano Arias: “Con más fiscales haciendo lo mismo no sacamos nada y sólo será sacarle agua a un bote que se está anegando”

¿Se requiere más control también?

A nosotros nos falta control. Las instituciones que no tienen un control adecuado tienden a generar espacios de impunidad. Al menos un control económico sí tenemos que tenerlo, eso debería diseñarse. Y también hay conciencia en la institución de que necesitamos un control interno para que se cumplan las instrucciones del fiscal nacional y para monitorear lo que está pasando en audiencias e investigaciones

De acuerdo con lo expuesto en el Congreso, parte de ese control podría ejercerlo el Ministerio de Justicia ¿Corresponde aquello respecto de un ente autónomo como el Ministerio Público?

Eso dependerá de las metas que deban observar. Es muy saludable que en algunas metas sí exista este control, sobre todo si se nos están dando recursos económicos. Pero que entraran a la determinación de la política criminal del Ministerio Público sí sería una injerencia indebida.

El fin de una etapa

¿Se terminó la carrera de Emiliano Arias en la Fiscalía?

Sí, llegó el final. En este momento no hay nada concreto que me permita continuar en la institución.

¿Ocupar un cargo administrativo no es una opción?

Por ahora no. Y yo no soy partidario de lo que se denomina como las ‘sillas musicales’, o sea, postular a otro cargo de fiscal regional, no creo que eso sea lo mejor. Creo que es más lo que aporta un fiscal regional que viene como fiscal adjunto, fiscal jefe, que lo que puede aportar un fiscal regional que se mantenga en el cargo. Pero con la estructura actual no está la posibilidad de mantenerse. Por eso ahora no me cierro -ni nunca lo he hecho- a lo que es el ejercicio privado de la profesión. Lo concreto ahora es la oficina que tengo en el estudio de Marisa, y que está amoblada.

¿El fiscal Valencia no le pidió permanecer?

Es que los dos tenemos conciencia de que no hay una fórmula actual de mantenerme en la institución.

¿Y la Fiscalía Supraterritorial le interesa?

Sí, claro. Hay que ver lo que pase con la Fiscalía Supraterritorial y todo lo que viene con el fortalecimiento del Ministerio Público, porque miro el estado de la Fiscalía hoy y siento que podemos estar ante uno de los mejores momentos de la institución.

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