De regreso
Luego de un largo proceso de restauración, vuelven a entrar al convento los cuadros de la colección pictórica colonial que relata la vida de Santa Teresa de Ávila. Pero antes de despedirse definitivamente, lo hacen en grande en el Museo Nacional de Bellas Artes, con una exposición y montaje que el grupo BBVA estrena como aporte a la recuperación del patrimonio cultural de Chile, en el marco de la celebración del Bicentenario.
Pocas semanas quedan para que el convento de religiosas El Carmen de San José, en Santiago, vuelva a acoger las trece pinturas coloniales que relatan la vida de la santa española Teresa de Ávila, las que durante dos años estuvieron sometidas a un completo proceso de restauración y hoy, por primera vez en la historia, semuestran al público con un espectacular montaje museográfico.
Bajo el nombre Visiones Develadas, Colección de Pintura de la Orden de las Carmelitas Descalzas, este jueves 30 de julio se inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición que reúne la serie completa de pinturas, bajo un atractivo y didáctico montaje.
Estos lienzos en gran formato y que datan de finales del siglo XVII fueron intervenidos durante dos años por un equipo multidisciplinario de profesionales del Centro Nacional de Conservación y Restauración, gracias al financiamiento del Banco BBVA y el Patrocinio de la Comisión del Bicentenario de la República.
“La conmemoración de los doscientos años de vida independiente de Chile ha constituido una oportunidad para abordar una serie de proyectos que nos permiten manifestar nuestro compromiso con la sociedad chilena”, afirma Renzo Poggione, gerente de Marketing y Comunicaciones de Grupo BBVA.
Durante seis días completos más de treinta personas estuvieron a cargo de la organización y montaje de esta exposición, repartida en cinco salas diferentes del primer piso del museo.
La tarea quedó en manos de la empresa de diseño y arquitectura Amercanda, priorizando una pauta didáctica, con material de apoyo y que explica detalladamente el proceso de restauración que hubo detrás.
Cristián Valdés, arquitecto y uno de los socios de esta firma, cuenta que la exposición se desarrolla bajo el concepto de museografía, que incluye el tratamiento de un guión, información visual, iluminación y toda clase de soportes, teniendo además en cuenta la aplicación de estándares de conservación y seguridad por tratarse de obras que son patrimonio nacional.
:regenerando historia
Hace dos años junto a la orden religiosa de Las Carmelitas, dueña de esta valiosa colección, Banco BBVA decidió encargarle el complejo proyecto de recuperación al Laboratorio de Pintura del Centro Nacional de Conservación y Restauración, con Lilia Maturana a la cabeza y años de trayectoria en este ámbito.
Cada pintura en particular, antes de ser intervenida, se estudió en sus barnices, soportes y estratos pictóricos y, guardando todos los antecedentes en la mano, se comenzó el proceso de conservación y restauración. “La etapa más difícil fue al principio, cuando hubo que implementar el laboratorio para poder trabajar estas obras de gran formato, ya que costabamucho trasladarlas ymaniobrarlas, sobre todo si pensamos que cada una pesa alrededor de 50 kilos”, cuenta Carolina Ossa, responsable del proyecto, quien se desempeña como restauradora de este centro hace 22 años.
Hasta el 20 de septiembre permanecerá abierta estamuestra al público, para regresar luego a su hogar originario, el convento de Las Carmelitas en Santiago, y permanecer ahí, pero ahora con un nuevo y renovado rostro.
- Junto con las obras, expuestas a una altura determinada para poder observarlas detalladamente, el montaje también incluye gráfica didáctica y videos que muestran el proceso de restauración.
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