Más allá del género
110 artistas son las que dan vida a Mujer: Arte y compromiso. Visibilizando la Solidaridad de las Artistas del Mundo, la muestra que reedita a las mujeres de la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Pero, además, nueve artistas contemporáneas chilenas se integran para revitalizar el discurso y plantear temáticas contingentes a su historia.

Stella, Miró o Vasarely son algunos de los maestros del arte mundial que aparecen inmediatamente al pensar en la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Hitos, sin duda, del patrimonio de esta institución, pero no los únicos. Y es que una parte importante de éste lo conforman nombres de grandesmujeres, que permanecían guardados en los anaqueles y bodegas del museo hasta hoy, cuando al alero de la muestra Mujer: Arte y Compromiso. Visibilizando la Solidaridad de las Artistas del Mundo, curada por Carla Miranda, se presentan en una inédita revelación, reivindicando su aporte y dando espacio a su necesaria mirada.
Así, figuras como Yoko Ono, Liliana Porter y Niki de Saint Phalle, además de una serie de artistas nacionales, latinoamericanas y europeas que donaron alguna obra al museo desde 1972, se tomaron las salas, conviviendo en algunos casos con los mismos “maestros”. “Hicimos un estudio de la colección, redescubriendo a estas artistas, pero no con una mirada de género. Aquí, sobre todo hay mujeres que hacen arte, tomando como tema, además de demandas sociales y políticas, propias del discurso militante, la vivencia y la conciencia de ser mujer en el arte”, explica Miranda.
:la revitalización de las nueve
“Era necesario refrescar la visualidad del siglo pasado a través de apuestas contemporáneas, que de paso nos hablan de problemáticasmuy similares, pero abordadas con otros lenguajes y que en conjunto dialogan coherentemente con el resto de la colección”, puntualiza la curadora, dando paso a nombres de la talla de Mónica Bengoa, Carolina Ruff, Ximena Somoza, Andrea Jösch, Rosa Velasco, Voluspa Jarpa, Gabriela Rivera y Elisa Aguirre. Ellas con sus obras son las encargadas de dar nuevos aires a la muestra, acercándola al discurso contemporáneo, a las temáticas actuales, pero también, dejando entrar nuevos soportes, como en el caso de la obra de Ruff, quien, a través de un trabajo de lana sobre esterilla y fotografía, nos habla de lo simulado y no existente, para dar visibilidad a objetos o situaciones. Ubicada en la sala denominada museográficamente como Tramas y Urdimbres, a la que le siguen cinco ejes-salas más: Grabado en el Cuerpo Social, ¿Crear sin género?, Lo Personal es Político, Compañeras de Ruta y Del Cuerpo Físico al Cuerpo Hablado.
Mónica Bengoa, presente con la obra exhibida anteriormente en la muestra, Daniel López Show, en Nueva York en la sala llamada ¿Crear sin Género?, nos explica que participar de esta instancia tiene dos lecturas: “en lo personal, hay acciones que hay que hacer, porque representan algo importante y, además, porque contribuir a que el patrimonio del museo siga creciendo, permite que él siga vivo, logrando que en lamuestra se hagan nuevas lecturas”.
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