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Tiempo de Cambios

Un desafío más, Michelle Lerqué e Yves Grumser llegaron a esta casa para transformarla en su nuevo hogar. Usaron su infalible fórmula mágica botar y ampliar, y en  solo tres meses transformaron una antigua Ley Pereira.  

Una pareja cosmopolita, viajera y amante del diseño. Ella nació en Inglaterra, él, en Suiza; han vivido en diversos lugares, cada uno más distinto que el otro, pero con un denominador común, en todo han “metido mano” botando muros e interviniéndolos hasta lograr potenciar al máximo cada uno. Y esta casa Ley Pereira en Vitacura no fue la excepción; en cuanto Michelle Lerqué e Yves Grumser la vieron supieron que se venía un desafío.

“Decidimos instalarnos de manera definitiva en Chile en 2009, y después de tener a nuestro primer hijo nos mudamos a algo más central. Encontramos esta casa en un barrio exquisito, que a pesar de estar medio abandonada, tenía todo el potencial para convertirse en nuestro nuevo desafío y adecuarla a nuestro estilo de vida. Nos enamoramos de lo que representa, la tradición y el respeto por las casas con historia, espacios acogedores, la vida en familia y de barrio”, explica su dueña, que además es gestora inmobiliaria, broker y fundadora de Michelle Lerqué Propiedades, una corredora que además realiza asesorías de diseño haciendo home staging y remodelaciones. W lerquepropiedades.com

¿En qué condiciones estaba la casa y en que consistió la remodelación? Todas estas casas tienen por lo menos 50 años, lo estructural estaba en buen estado, pero el resto bastante deteriorado, principalmente los revestimientos. El piso de parqué estaba muy dañado, las paredes, gravilladas, y en la terraza había pastelones de concreto, etc.  Por lo que había que hacerle un gran cambio para que se adecuara a nuestro estilo de vida. Además los espacios se nos hacían chicos, y nos pedía a gritos que la remodeláramos, así que aplicamos nuestra fórmula mágica; botar paredes y crecer, y así pasamos de tener 140 m² a 190 m².

Rehicimos la entrada, sacamos los pastelones de concreto, pusimos piedra y pasto sintético con juegos para niños y pintamos la reja y la puerta roja, nuestra cábala de abundancia familiar. En el living, tapamos la chimenea (que no se ocupaba) para lograr un muro más y pusimos un gran espejo hecho con un marco de la cartelera de un teatro antiguo de Valparaíso. Unimos el comedor con la cocina, botando la pared que los dividía e incorporándole una gran mesa hecha con roble de demolición. Esta unión permitió integrar espacios y ganar en luminosidad. En el segundo piso pulimos y vitrificamos el parqué y en el dormitorio de mi hijo pintamos paredes y le hicimos un biombo con abedules y juegos para estimularlo. Hicimos una gran sala biblioteca-oficina, donde incorporamos un par de sofás enchapados en jacarandá que diseñamos en gran formato, ideales para compartir en familia. La terraza es un espacio que usamos todo el año, tenía que ser acogedora y confortable; en invierno la cerramos y convertimos en otro comedor más. Por eso le pusimos piedra pizarra al suelo y sacamos los pastelones de concreto, le hicimos una banqueta en obra, con una cenefa de luz embutida, y le agregamos cojines con una de mis fotografías de árboles impresa en tela. Sacamos los toldos y los cambiamos por uno tejido en rafia con policarbonato transparente, que reemplazamos por las antiguas planchas de zinc que tenía, y así logramos que le entrara mayor luminosidad.

¿Qué materiales y terminaciones usaste? Usamos materiales nobles como madera, piedra pizarra, porcelanato, rescatamos los marcos y celosías.  La paleta de colores es simple, con mucho blanco.

¿Cuánto tiempo duró el proceso de remodelación? Fueron tres meses intensos con un grupo de maestros superprofesionales, con los que trabajamos siempre, pero no libre del ajetreo de lo que significa tener gente trabajando en tu casa y estar siempre haciendo un ‘quality control’.

Tradicional Juego palitroque, $10.000

(La Tienda Nacional, Merced 369, Barrio Bellas Artes).

Una o varias, como en el comedor de esta casa, una silla liviana. (Sandoval & Concha, sandovalyconcha.cl, Nueva Costanera 4040, L. 1)

pulcros y de fácil mantención Piso fotolaminado. Hay varios modelos en este tono, como el fotolaminado San Francisco, Nova Scotia o St. Moritz. Consultar valores por m² en tienda.

(Atika, Av. Vitacura 5770).

Ball clock

En metal y madera, los relojes de George Nelson representaron el estado anímico de la sociedad a principios de los cincuenta. El “Ball Clock” (1949) fue el primero de más de 150 relojes creados por el diseñador para Howard Miller Clock Company, que los vendió hasta los años 80. $154.900 (Sala Vitra, Narciso Goycolea 3955)

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