Netflix criticó a Trump y Facebook: “Guardar silencio es ser cómplice”

Mientras el presidente de Estados Unidos impulsa una orden ejecutiva para restringir las acciones de las plataformas web, y Facebook decide no actuar sobre sus publicaciones más controvertidas, en el servicio de streaming recalcan que tienen "el deber de nuestros miembros, empleados, creadores y talentos negros de hablar".


Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementó una orden ejecutiva que busca delimitar a las plataformas web, a raíz de su disputa contra Twitter, en Netflix no se quedaron indiferentes.

A través de su cuenta de Twitter, y tras una nueva noche de protestas en Estados Unidos por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd, el popular servicio de streaming realizó una publicación que critica la postura que han tomado plataformas web como Facebook.

Guardar silencio es ser cómplice. Las vidas negras importan. Tenemos una plataforma, y tenemos el deber de nuestros miembros, empleados, creadores y talentos negros de hablar”, sostuvo Neflix.

La red social dirigida por Mark Zuckerberg decidió no actuar ante las declaraciones del primer mandatario que prometió disparos ante los saqueos.

Luego de la controvertida publicación de Trump, que fue ocultada por Twitter debido a que infringía sus reglas de glorificación de la violencia, Zuckerberg postuló que creía “firmemente” que "Facebook no debería ser el árbitro de la verdad de todo lo que la gente dice en línea”.

Por su parte, la declaración de Netflix también hace referencia al movimientoBlack Lives Matter” (Las vidas negras importan) que protesta contra los homicidios de afroamericanos cometidos por policías, la brutalidad policial y la desigualdad racial, entre otros. Su acción comenzó a través de redes sociales tras el asesinato del adolescente afroamericano Trayvon Martin.

Donald Trump sigue tildado de “matones” a los protestantes, postuló que se trata de “un grupo organizado” y, en lo que concierne a su disputa con Twitter, insiste en revocar a la sección 230 de la Ley de Decencia de Comunicaciones, que libera de culpa a las plataformas web por lo que publican sus usuarios.

Al remover esa sección, se abriría el espacio para que ciudadanos demanden si sus mensajes son eliminados o si sus cuentas son bloqueadas por infringir las normas. También pondría en tela de juicio a las etiquetas de fact-checking, que fue el punto de partida de la disputa entre Twitter y Trump.

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