Review | Huawei MatePad 11, una tablet de buen desempeño con un gran pero

El nuevo dispositivo de la marca cuenta con un hardware potente, pero es el software el que sigue levantando las cejas.


Puestas sus cartas sobre la mesa, la MatePad 11 es una excelente tablet. Tiene un diseño delgado, pesa menos de 500 gramos, cuenta con buena ergonomía y sus materiales de construcción la instalan en un terreno de primera línea. Y obviamente cuenta con prestaciones técnicas de buen nivel.

Ahí está su pantalla LCD de 10,95 pulgadas con tasa de refresco de 120Hz, el procesador Qualcomm Snapdragon 865 que sigue rindiendo o una configuración básica de 6GB de RAM y 128GB de almacenamiento (ampliable). Sumen una potente batería de 7250 mAh con carga rápida que garantiza varios días de autonomía y 4 potentes altavoces que funcionan a la perfección para la reproducción multimedia, entre otras sólidas características que ayudan a que no pese tanto el hecho de que esté ausente el jack de auriculares (Aunque trae un adaptador de USB-C).

Pero más allá de esos elementos, igual este dispositivo tiene un gran pero. Como todo lo que involucra a Huawei desde la administración Trump, el bloqueo comercial le puso trabas a la compañía china para acceder a servicios como los de Google. Toda esa saga conocida la llevó a implementar su propio sistema operativo, lo que implica que que esta tablet funciona en un entorno aún no consolidado como lo es el HarmonyOS 2.

A grandes rasgos, tienen que tener claro que ese sistema es una propuesta que inevitable sigue guías ya establecidas por Android, pero dándole una vuelta de tuerca para permitir que Huawei pueda seguir en el terreno de juego. En este caso, desde que abres este dispositivo te topas con una configuración que es un poco menos amena que lo habitual, pero que está pensada para ayudar a que te acostumbres a cada una de las opciones que ahí te entregan.

Utilizando un sistema gestual, el sistema también busca facilitar las cosas en la navegación, especialmente importante a la hora de comenzar a instalar las aplicaciones. Y es ahí en donde entra a jugar el verdadero gran pero de esta tablet: aquellas aplicaciones que no están oficialmente disponibles. La ruta que encontró Huawei, a través de un sistema llamado Petal Search, nos convoca a instalar APK de fuentes secundarias no oficiales. Así pude acceder, por ejemplo, a plataformas tan usadas como Netflix, Instagram o Disney Plus, entre otros.

El problema obviamente está en las apps que requieren de los servicios de Google, como Gmail y Maps. La solución en este caso es invitarnos a crear un acceso directo a la versión web. Es una solución que funciona, pero no es la ideal.

De ahí que este pero de la tablet se mueve precisamente por estas vías secundarias que provocan que el dispositivo no sea tan fácil de recomendar, especialmente cuando se piensa en usuarios casuales que puede que se compliquen o aquellos que tengan más dudas en el ámbito de la seguridad. Por su parte, la AppGallery - que peca de no ser limpia en materia de publicidad - cuenta con un puñado de las aplicaciones más populares, por lo que igualmente permiten acceder oficialmente a plataformas como TikTok, Zoom o VLC. No son muchas en realidad, pero ahí están.

Sorteada esa barrera, la tablet entrega una experiencia que de todas formas es positiva en el uso del día a día. Y si te desligas de aplicaciones que perfectamente puedes mantener en el teléfono, este equipo funciona como una compañera ideal para las tareas de multimedia o de productividad, que es lo que al final priman en este ámbito.

En base a eso último, basta poner sobre la mesa que este equipo cuenta con cámaras que no le van a cambiar la vida a nadie, ni te convocarán a dejar de lado al smartphone, pero son competentes para tareas básicas de este ámbito. Ahí está una cámara trasera de 13 megapixelkes y una frontal de 8 megapixales (que es la que queda más en deuda), pero estas funcionan justo en el rango esperado. En tanto, la tablet tiene varios extras adicionales para todos aquellos que requieran de tareas de productividad con el uso del M-Pencil de Huawei. Y desde ya debo destacar que su software asociado logra lo imposible al utilizar este lápiz inteligente en los diálogos de búsqueda: reconocer mi ya ilegible letra manuscrita. Eso me sorprendió.

Para finalizar, y puestas las cartas sobre la mesa, el equipo tiene un excelente desempeño y cumple muy bien en sus funciones de tablet, pero si te complica mucho el no tener, por ejemplo, la aplicación de Youtube, accediendo por ende solo a la versión de escritorio, pues es algo que tienes que sopesar. Pero al menos creo que la balanza se inclina más a favor de la MatePad 11 que en su contra.

La MatePad 11 está en pre-venta en la tienda oficial de Huawei.

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