Porque hoy es fiesta en América
<p>El mundo de las dos ruedas tiembla tras la rotunda presentación de la MV Agusta Brutale 800 América, una edición especial que hace subir los latidos de los fanáticos no sólo de la marca, sino de la deportividad como tema planetario del fervor que se vive en dos ruedas de infarto. Esta casa italiana ha […]</p>

El mundo de las dos ruedas tiembla tras la rotunda presentación de la MV Agusta Brutale 800 América, una edición especial que hace subir los latidos de los fanáticos no sólo de la marca, sino de la deportividad como tema planetario del fervor que se vive en dos ruedas de infarto.
Esta casa italiana ha recorrido una historia que se remonta hacia finales de la Segunda Guerra y cuyo repaso habla de momentos de gloria, zozobras y también de reinvenciones que tienen que ver con la pasión de un señor llamado Giovanni Agusta, un conde que murió en 1927 y cuya empresa de aeronáutica fue a dar a manos de dos de sus hijos, quienes inscribieron con letras inmortales la enseña de la casa de Varese, en Italia, dentro de la inmortalidad de las dos ruedas.

Y precisamente el presente portentoso tiene con los latidos en lo alto a quienes han aplaudido esta tricilíndrica, con detalles exclusivos y cuya inspiración se clava en el año 1975, cuando MV Agusta presentó la S América 750, con un motor de cuatro cilindros en línea con doble árbol de levas, fabricada a su vez sobre la base de la 750 S de 1973.
Era clásicamente roja y su bloque carburado daba cuenta de 787,7 centímetros cúbicos y refrigeración por aire. Se trataba de 75 caballos de apasionada y puntillosa tecnología italiana que, a la sazón, fue inmensamente valorada.

Sin embargo, debieron transcurrir décadas para que la denominación América retornara a MV Agusta, precisamente con la Brutale América. Nuevamente se estuvo en presencia de una cuatro cilindros en línea, con los cuidados trazos estéticos de la casa y, por cierto, los colores de Estados Unidos: azul, blanco y rojo. Se sabe que fue un modelo muy deseado y buscado, tanto, que en 2012 en Schiranna desarrollaron una nueva Brutale América, también con el motor de cuatro cilindros de base.
Lo de este momento presente nuevamente recibe el bautismo continental, pero la verdad es que el mundo es testigo de un cambio radical, ya que colocan todas las fichas en el exitoso tres cilindros de MV Agusta y toma como base el modelo Brutale 800, que cumple la exigente norma Euro 4. Por todo el simbolismo y peso histórico, se quiso desde la testera que fuera una edición especial numerada. De hecho, las primeras 50 unidades serán para el mercado de Estados Unidos (rozando la lógica de uno por estado).

Las señas particulares de esta producción parten lógicamente con el color que ofrece un nuevo azul con reflejos iridiscentes. En el estanque la decoración hace las veces de museo estampado al ensalzar el pasado glorioso de la marca, gracias a las estrellas que ya lucían en la 750 S de 1973. Muchos detalles se han tratado como la fina pero furiosa joya que es, cual es el caso de la pintura negro pulido o una pequeña cúpula delante del salpicadero. La pintura metalizada, con unos "brochazos" nunca vistos, le confieren un brillo metálico único cuando le incide la luz.
El hermoso y esculpido asiento también pasó por el bisturí del artista encargado y fue diseñado específicamente para la Brutale América, fabricado con diferentes materiales textiles para garantizar el mejor agarre y mayor confort. La firma grabada a láser "América Special Edition" se encuentra en la parte posterior y también saluda desde el panel lateral del radiador.

La pasión ya está rodando otra vez por la faz de la tierra y seguramente en el próximo Salón Eicma de la Motocicleta en Milán (noviembre), este pedazo recargado de historia, simbolismo y pasión por las dos ruedas tendrá su aclamación a nivel europeo.
La apasionada conexión en Chile
En nuestro país, la marca italiana posee presencia oficial bajo la gestión de Bimota Chile, que incluye las exclusivas marcas MV Agusta, Bimota, Vyrus y Cagiva. Desde 1997, la empresa encabezada por su CEO, Alvaro Bistolfi, se ha propuesto trabajar con productos de excelencia mundial en el mercado del motociclismo. De hecho, el respaldo al proyecto vino directo desde Italia y luego de dos décadas el conglomerado, cuya casa matriz está en Vitacura 8641, continúa incorporando marcas y productos con un alto nivel de excelencia, ricos en marcados detalles y diseño.
Desde la firma subrayan que sólo importan y trabajan con productos que los hagan sentir plenamente orgullosos. Así, el exigente y especial cliente es la inspiración final del servicio, sellado por los grandes y pequeños detalles y donde la avanzada tecnología de los productos y motocicletas comercializados requiere y demanda una continua evolución e innovación.
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