MtOnline

Test: Volkswagen Golf 1.4 Sport DS

<p>Del Volkswagen Golf se ha escrito de todo en todas partes del mundo, y usualmente son cosas muy buenas. No por nada está cumpliendo 40 años de vida, es el modelo más exitoso del grupo alemán y el más vendido en Europa. La séptima generación se lanzó en 2012 y rápidamente se llevó al galardón [&hellip;]</p>

Del Volkswagen Golf se ha escrito de todo en todas partes del mundo, y usualmente son cosas muy buenas. No por nada está cumpliendo 40 años de vida, es el modelo más exitoso del grupo alemán y el más vendido en Europa.

La séptima generación se lanzó en 2012 y rápidamente se llevó al galardón al mejor auto del año en el Viejo Continente, un premio que se fundamentó, esencialmente, en la tecnología aplicada a su construcción.

Primero, hizo debutar la esperada plataforma MQB del grupo, modular y liviana, y ciento por ciento enfocada en brindar una altísima calidad conductiva. Luego, todas las opciones de tren motriz ofrecen una alta dinámica asociada a muy buenos registros de consumo y emisiones.

El tercer punto que gatilló este premio fue la calidad, tanto la percibida como la real de construcción. Y es que cuando fue presentado en el Salón de París de 2012, la primera sensación que dio su habitáculo es que pertenecía a un Audi y no a un Volkswagen. Y eso dice mucho.

Si se suma una larga tradición de autos buenos, confiables y satisfactorios, convierten al Golf VII en el rey indiscutido entre los hatch­back medianos, un segmento muy masivo en Europa, y que lentamente va ganando adeptos en nuestro país.

Quizás por eso se extrañaba tanto al Golf, ausente del mercado nacional desde hace varios meses. Hoy regresa desde un nuevo origen, México, sin que ello signifique una merma en cuanto a lo que Volkswagen dispone mundialmente para su modelo.

Todo lo contrario, el Golf de México (y de Chile) es el mismo que acaba de ganar el premio al mejor auto de Motor Trend, y que es finalista para el premio al Auto del Año en EE.UU.

Es más largo (4.255 mm), ancho (1.799 mm) y tiene más distancia entre ejes (2.637 mm) que su antecesor, con lo que gana habitabilidad en las plazas traseras y maletero (380 litros), uno de los pocos puntos débiles que tenía el Golf VI.

Su diseño deja poco que comentar: sobrio, deslavado y poco convincente, pero el gusto en esta materia es subjetivo. Lo que sí es objetivable es lo bien que se conduce, especialmente cuando se pisa el acelerador y se comprueba lo buena que es la plataforma. Se siente liviana, con el peso muy bien repartido, y su bajo centro de gravedad se percibe en las curvas, las que toma con seguridad y una alta sensación de aplomo gracias a una suspensión que afirma y una dirección con un tacto exquisito.

Eso sí, los amortiguadores son algo firmes y en pisos malos se siente, lo que añade unas butacas delanteras duras, lo que repercute sobre todo en un trayecto largo en carretera.

El tren motriz es casi tan bueno como el chasis. El motor 1.4 Turbo empuja desde que se pisa el acelerador, y la caja DSG hace el resto, para sentir como si auto tuviera muchos más 140 caballos. Y con consumos bien acotados: en nuestra medición nos dio 16.3 km/litro en carretera y casi 12 en ciclo mixto.

A nivel interior se percibe muy elegante y bien construido. Tien casi de todo, destacando luces de xenón con sistema de alumbrado en curva. Eso sí, no cuenta con navegador, pese a tener una buena pantalla táctil.

En resumen, un gran auto en todo sentido, que llega mejor, más equipado, con una notable conducción, pero bastante más caro.

Precio versión: $ 15.990.000

A favor: calidad  percibida, gran nivel conductivo, buen equipamiento.

En contra: un diseño demasiado sobrio, la ausencia de GPS, el precio de esta versión.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas leyendo a medias

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE