
La crisis del arroz que complica al primer ministro japonés
El alimento, fundamental en la dieta nipona, ha duplicado su costo comparado con el año pasado, y los habitantes de la isla encuentran que los esfuerzos para detener esta alza son insuficientes.

Presente en el sushi, en casi cada comida, usado para postres e incluso fermentado para alcohol, el arroz es un alimento omnipresente en la dieta de los japoneses. Y durante los últimos tres meses, el precio de este cereal ha venido subiendo de tal manera que ya amenaza la continuidad del gobierno del primer ministro Shigeru Ishiba.
La dependencia del país a este producto deja, así, a Japón muy vulnerable a cualquier problema en la cadena de distribución, y durante las últimas semanas, el arroz vendido en los supermercados rodea los 4.200 yenes: 29 dólares, para cinco kilos del producto, según números del Ministerio de Agricultura.
El precio duplica al que había en mayo del año pasado. El récord tuvo lugar el 27 de abril, cuando los 5 kilos llegaron a 4.233 yenes, casi 30 dólares. Hasta entonces, el producto llevaba 17 semanas en preocupante alza. Los motivos de este fenómeno son variados, pero el factor más importante es una temporada de calores extremos que dañó los cultivos, además de un incremento en la demanda relacionado con el turismo.

Para intentar detener esta alza, el gobierno de Shigeru Ishiba tomó una decisión poco convencional: poner en circulación las grandes reservas de arroz con las que cuenta el país. Esto empezó en marzo, con el fin de atacar el alza que algunos atribuyen al acaparamiento de algunos vendedores y distribuidores. También se habla de “cuellos de botella” en la cadena de distribución.
La decisión de Shigeru Ishiba es rara, ya que normalmente se reserva el arroz para desastres naturales y fallas masivas en los cultivos. De todos modos, la acción no tuvo el efecto deseado, y el precio cayó muy poco. Aquellas reservas se hicieron en 1995, dos años después de que un verano particularmente frío forzara a los japoneses a importar arroz. Desde entonces, las reservas se han usado solo dos veces: en 2011 y en 2016 tras sendos terremotos.
A partir de marzo, se distribuyeron 300 mil toneladas de arroz en el mercado japonés, y se espera la entrega de otras 300 mil hasta julio. La crisis ha obligado a algunos restaurantes y consumidores a comprar arroz extranjero, y por primera vez en 25 años, Japón importó arroz surcoreano. Asimismo, la cadena de supermercados Aeon empezó a comprar arroz norteamericano, y se espera que su precio cueste un 10% menos que el japonés.

Con este fenómeno en desarrollo durante meses, la popularidad del gobierno está acusando el golpe. Una encuesta de la agencia Kyodo encontró que los consumidores, en general, culpan a la administración de Ishiba por este aumento de los precios del arroz, que afecta gravemente el costo de la vida. La aprobación del gabinete llegó a un 27,4% de acuerdo a esta encuesta, siendo el nivel más bajo registrado desde que Ishiba llegó al poder en octubre pasado, además de una baja de 5 puntos comparada con el mes pasado.
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Ishiba, que gobierna el país, descartó hasta el momento recurrir a una reducción del impuesto al consumo del 10%, tema que promete ser un punto central de las elecciones a la cámara alta de julio. Ishiba ya se encuentra bajo presión, luego de haber perdido la mayoría en la cámara baja el otoño pasado. Sufrir pérdidas significativas en la cámara alta solo contribuirá a los reclamos de la oposición a Ishiba dentro del partido para que renuncie, señalan los analistas.
Más preocupante para Ishiba es que poco más del 87% de los encuestados afirmó que los esfuerzos del gobierno para controlar el precio del arroz habían sido “insuficientes”, mientras que más del 74% dijo que no espera que las actuales negociaciones arancelarias entre Estados Unidos y Japón, incluidas las negociaciones sobre las importaciones estadounidenses de arroz y otros alimentos, tengan un resultado favorable para Japón.

Para peor, precisamente el ministro de Agricultura, Taku Eto, tuvo que pedir disculpas luego de una broma que fue considerada de mal gusto, en la que afirmó que “nunca ha tenido que comprar arroz” en su vida. Esto, a causa de los regalos que le darían sus seguidores.
La controversia tuvo lugar luego de que los medios japoneses dieran a conocer los comentarios de Eto, hechos en un mitin político para recaudar fondos. En el evento, habría afirmado que “nunca había tenido que comprar arroz”, y que tenía suficiente para vender. Presionado al otro día por los periodistas, Eto aclaró que probablemente había exagerado su declaración, más que nada para entretener a la audiencia: “Mi esposa me acaba de retar por teléfono. Somos solo dos, así que generalmente tenemos suficiente arroz, pero ella me dijo que cuando se acaba, ella va y compra arroz”.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
3.
¿Vas a seguir leyendo a medias?
NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesTodo el contenido, sin restricciones SUSCRÍBETE