Rusia reconoce contactos con Venezuela sobre eventual ayuda en medio de escalada militar de Trump contra Maduro
El Kremlin destacó que ambos países, que en mayo firmaron un acuerdo de asociación estratégica, están unidos por “obligaciones contractuales”. En entrevista con La Tercera, analistas se refieren al despliegue militar de EE.UU. en el Caribe y el eventual rol de la CIA en operaciones encubiertas en Venezuela.
En medio de la escalada militar ordenada por la administración del presidente estadounidense Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro, el diario The Washington Post informó el viernes que Venezuela había “suplicado” ayuda a Rusia. Una información que este domingo el Kremlin confirmó, tras admitir la existencia de contactos entre el gobierno del líder chavista y el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Estamos en contacto con nuestros amigos venezolanos”, dijo al respecto el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitry Peskov, a la agencia TASS.
Según el Post, Maduro habría pedido ayuda a Rusia, China e Irán para reforzar la defensa del país ante las presiones de EE.UU.
Peskov, quien no mencionó directamente la supuesta petición de Maduro, subrayó, no obstante, que Rusia y Venezuela están unidas por “obligaciones contractuales”.
Rusia y Venezuela firmaron en mayo pasado un acuerdo de asociación estratégica durante una visita de Maduro a Moscú. Este amplía la interacción entre ambos países en las esferas política y económica, incluyendo energía, minería, transporte y comunicaciones, así como en seguridad y lucha contra el terrorismo y el extremismo.
En virtud de ese acuerdo de asociación estratégica, Rusia confirmó jueves pasado que respalda a Venezuela en la defensa de su soberanía, y que está dispuesta atender las solicitudes de la nación caribeña frente a las amenazas “existentes y potenciales”.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó que Moscú y Caracas mantienen contacto permanente y seguirán trabajando “codo con codo” para garantizar la estabilidad regional.
“Estamos en contacto con nuestros socios. Estamos preparados para seguir respondiendo adecuadamente a sus peticiones, considerando las amenazas existentes y potenciales”, manifestó Zakharova durante una conferencia de prensa al responder sobre cómo respondería Moscú a las amenazas de Washington contra Caracas, de conformidad con el acuerdo de asociación estratégica con Venezuela.
Zakharova ratificó que los dos países continuarán “trabajando codo con codo, mirando al futuro con serenidad y confianza”. “Hemos superado muchas dificultades y estamos preparados para cualquier eventualidad”, enfatizó en sus declaraciones recogidas por RT.
Previamente, el propio Peskov había advertido que la situación en torno a Venezuela debe desarrollarse según “la letra y el espíritu” del derecho internacional, en relación al gran despliegue de fuerzas navales de Estados Unidos en el Caribe, frente a la costa venezolana.
“Venezuela es un Estado soberano y, en cualquier caso, partimos de la premisa de que todo lo que ocurre en torno a Venezuela debe hacerse en concordancia con la letra y espíritu del derecho internacional”, dijo el portavoz del Kremlin en su conferencia de prensa telefónica diaria, el miércoles pasado.
Despliegue militar en el Caribe
Estados Unidos atacó a otra lancha que presuntamente trasladaba drogas en el Caribe provocando la muerte de tres personas, informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
El funcionario anunció el sábado en la noche en la red social X que por orden del presidente Donald Trump se realizó un ataque letal contra la embarcación supuestamente operada por una Organización Terrorista Designada (OTD) en el Caribe.
Aseguró que la lancha -“como todas las demás”- era conocida por los servicios de inteligencia de Estados Unidos por su presunta participación en el contrabando ilícito de narcóticos y transitaba por una ruta conocida de “narcotráfico y transportaba estupefacientes”.
Con estos decesos aumentan al menos a 64 los muertos por estos ataques desde que Estados Unidos comenzó a enfrentar a embarcaciones presuntamente del narcotráfico. El ataque constituye el más reciente episodio de una ofensiva que, según fuentes estadounidenses, apunta a redes de narcotráfico con conexiones con el régimen de Maduro, destacó el diario El Nuevo Herald.
Al respecto, Elizabeth Dickinson, directora adjunta interina para América Latina y el Caribe del think tank Crisis Group, dijo a La Tercera que “los ataques a las lanchas en el Caribe y ahora en el Pacífico son ejecuciones extrajudiciales que no tienen justificación en la ley y corren el riesgo realmente de convertirse en una expansión del poder presidencial en Estados Unidos bastante grave”.
Sobre la escalada militar de Trump contra Maduro, Dickinson reconoció que “el despliegue en el Caribe hoy es realmente el mayor que ha habido en la región en muchísimas décadas”. “Para nosotros es muy preocupante y, sobre todo, por el mismo riesgo de que pueden tener pensado una intervención terrestre en Venezuela u otra parte, lo cual queremos advertir que corre el riesgo realmente de desestabilizar no solo Venezuela si llega a pasar, sino a lo largo de la región, porque puede desencadenar nuevas olas de migración, expansiones de grupos armados y criminales por los vacíos que puede dejar un cambio de régimen en Venezuela”, comentó.
Frente a una eventual caída de Maduro, la analista del Crisis Group afirmó: “Sin duda no sería suave el cambio por los largos años que ha venido la fuerza militar venezolana trabajando con el régimen de Maduro. O sea, es un sistema bastante difícil a cambiar y no se puede cambiar sin un acuerdo político dentro de Venezuela. Hasta ahora no hemos visto ninguna evidencia que Estados Unidos está interesado en eso”.
“Entonces, queremos advertir que consideramos muy riesgosa cualquier intervención terrestre en Venezuela. Y habrá repercusiones a lo largo de la región si eso llega a pasar, pues realmente no sabemos las intenciones de Estados Unidos, no sabemos qué tiene pensado”, advirtió.
Para Andrei Serbin Pont, presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), “hoy es factible pensar en ataques contra territorio venezolano, dado el nivel de escalada reciente”, señala a La Tercera. “La clave estará en determinar si Estados Unidos se limitará a golpear infraestructura vinculada al narcotráfico o si evaluará que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) podría interferir en ese tipo de operaciones”, indicó.
“Si Washington concluye que la FANB va a intentar impedir esos ataques, es probable que opte por una campaña aérea previa orientada a neutralizar sus capacidades convencionales, en particular los sistemas de defensa antiaérea y algunos medios aéreos. El objetivo sería luego operar en un espacio aéreo no disputado para destruir blancos en territorio venezolano sin riesgo para los propios medios”, explica el analista internacional argentino-venezolano especializado en temas de política exterior, defensa y seguridad.
El reciente anuncio del despliegue en el Caribe del USS Gerald Ford, el portaviones más moderno y tecnológicamente más avanzado con el que cuenta actualmente la Armada de Estados Unidos, ha elevado las especulaciones en torno a las reales intenciones de Trump.
“La llegada del portaaviones USS Gerald Ford puede interpretarse en dos niveles. Por un lado, las capacidades ya desplegadas por Estados Unidos en el Caribe son suficientes para realizar ataques de precisión contra blancos terrestres. La incorporación del Ford agrega un mensaje político muy fuerte, proyectando voluntad de acción y presión estratégica”, apunta Serbin Pont.
Y agrega: “A la vez aporta valor militar concreto, sobre todo mediante su ala de guerra electrónica, que sería especialmente útil si se decide degradar las defensas antiaéreas venezolanas. En papel, Venezuela cuenta con sistemas avanzados como el S-300, Buk, Pechora, ZU-23, Igla-S y otros occidentales. Aunque su operatividad real sea baja, el conjunto exige medios especializados para una campaña eficaz de supresión de defensas enemigas”.
Dickinson coincide en el análisis de Serbin Pont. A su juicio, “el despliegue del USS Gerald Ford es un mensaje de presión, es un mensaje coercitivo”. Pero va más allá. “No solo es un mensaje a Venezuela, sino es un mensaje a todos los líderes de la región, de la voluntad del gobierno de Estados Unidos de utilizar todas las herramientas a su disposición, incluyendo la fuerza militar, para hacer cumplir sus políticas en la región. Es como volver un poco a la política de la Doctrina Monroe, en la cual Estados Unidos quisiera tomar un rol protagónico en la política regional, según sus propios intereses y no necesariamente los intereses de los países latinoamericanos”, añade la analista del Crisis Group.
Abrams y rol de la CIA
Respecto a las declaraciones de Elliott Abrams, exenviado de EE.UU. para Venezuela en el primer mandato de Trump, quien dijo a La Tercera que “vamos a ver ataques en Venezuela bastante pronto”, pero que “no estamos hablando de una invasión”, sino de “un programa de presión psicológica contra el régimen y el Ejército”, Serbin Pont dijo que los dichos de Abrams “requieren aclarar un punto central”. “No es lo mismo invasión que intervención. Estados Unidos puede ejecutar ataques a blancos dentro de Venezuela sin poner tropas en el terreno. Si logran que el régimen evite confrontar y no accione sus capacidades convencionales, no habría necesidad de una operación de invasión ni de un intento de decapitar al liderazgo político”, aclaró.
A mediados de octubre, Trump dijo que había autorizado operaciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dentro de Venezuela. El propio Abrams reconoció que probablemente agentes de la CIA ya estaban operando y tomando contacto con algunos militares venezolanos. “Espero que sí. No sé, estoy fuera, pero espero que sí. Es un rol normal, típico de la CIA”, comentó a La Tercera.
El miércoles pasado, Maduro aseguró que la inteligencia y contrainteligencia de su país había derrotado un presunto plan de la CIA que, aseguró, consistía en atacar embarcaciones estadounidenses en Trinidad y Tobago, donde el gobierno de Trump ordenó ejercicios militares.
Asimismo, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, informó sobre la detención de “un grupo mercenario con información directa” de la CIA, con lo que, aseguró, se pudo “determinar” que estaba en curso un “ataque de falsa bandera desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago o desde el propio territorio trinitense o venezolano”, y que tenía el objetivo, advirtió, de generar “un enfrentamiento militar”.
Para Serbin Pont, las acusaciones venezolanas sobre “mercenarios de la CIA”, “forman parte de una narrativa que el régimen utiliza desde hace años”. “No hay indicios firmes que sustenten esas afirmaciones más allá de su aparato de propaganda. Que la CIA opere en la región no es una novedad. Lo que cambia es que hoy existe una comunicación más abierta desde Washington al reconocer este tipo de actividades, algo que probablemente ocurre desde hace mucho tiempo”, concluyó.
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