
Samuel Doria Medina: “Dejaremos temas de largo plazo, como la reanudación de las relaciones diplomáticas con Chile, para más adelante”
En entrevista con La Tercera, el empresario y candidato presidencial boliviano, que marcha favorito en las encuestas de cara a las elecciones del próximo 17 de agosto, dice que puede asegurar que "trabajaremos más activamente con Chile para aprovechar nuestra complementariedad económica”. En todo caso, aclara que “la cuestión marítima seguirá siendo central en nuestra política exterior”.

Esta es su cuarta candidatura presidencial, después de las de 2005, 2009 y 2014, y con un plan de gobierno denominado “¡100 días, carajo!”, ahora promete resolver en ese lapso el principal problema que afecta hoy a Bolivia: la falta de dólares y de combustible. Se trata de Samuel Doria Medina, el empresario de 66 años que, como abanderado de la coalición centroderechista Alianza Unidad, lidera las encuestas de cara a las elecciones del próximo 17 de agosto.
“Samuel se ha comprometido a que en 100 días habrá dólares y habrá combustible. Esos 100 días serán fundamentales para recuperar la credibilidad y generar certidumbre. Samuel plantea que será posible generar las divisas necesarias en ese tiempo”, dijo en abril el vocero de Unidad Nacional (UN), Marco Fuentes. Una promesa que el propio Doria Medina ha detallado: “Mi plan urgente es el cierre de empresas deficitarias, utilizar préstamos internacionales ya acordados que el gobierno no ha ejecutado, y que en Bolivia vuelva a haber combustible y dólares”. “Y eso es algo que se puede resolver en 100 días”, asegura.
A tres semanas de la cita de los bolivianos con las urnas, las encuestas más recientes indican que la oposición podría meter a dos candidatos en la segunda vuelta del 19 de octubre. Mientras que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) registra su respaldo más bajo de los últimos 20 años. Según un promedio de sondeos de julio, difundido por la agencia de noticias Fides, Doria Medina lidera las preferencias con un 26,5%, seguido de cerca por el expresidente (2001-2002) y candidato de la alianza Libre, Jorge “Tuto” Quiroga, con un 25,4% de las intenciones de voto. Recién en tercer lugar aparece una carta del “oficialismo”: Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y hasta hace poco delfín político de Evo Morales. El candidato por la Alianza Popular alcanza un 13,1%. Y en séptimo lugar figura el abanderado del MAS y exministro de Gobierno (Interior) del Presidente Luis Arce, Eduardo del Castillo, con un 2,8%.

Doria Medina inició su carrera política en la vida universitaria. Militó desde joven en las filas del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), partido con el cual ejercería posteriormente altas responsabilidades de gobierno. Con una Maestría en Finanzas Públicas en la London School of Economics, fue ministro de Planificación y Coordinación (1991-1993) durante el gobierno de Jaime Paz Zamora, uno de los fundadores del MIR.
El empresario tuvo varias “vidas”. En 1995 sobrevivió a un secuestro de 45 días por parte del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) de Perú. Una década después, en 2005, volvió a torcerle la mano al destino al salir adelante una vez más tras un grave accidente aéreo en Oruro. “¡Carajo, no me puedo morir!”, lanzó mientras el Cessna 208 Caravan se precipitaba a toda velocidad hacia tierra. Por entonces era presidente de la Sociedad Boliviana de Cemento, Soboce, la cual lideró por 27 años. Una empresa que valía un millón de dólares cuando la tomó a fines de los 80 y por cuya parte recibió 300 millones de dólares cuando vendió sus acciones en 2014, en una de las mayores operaciones bursátiles de la historia del país. En 2022 anunció que había superado un cáncer de vejiga detectado un año antes.
Fue tras su salida de Soboce que anunció que se dedicaría por completo a la política. Así nació Unidad Demócrata, una coalición entre su partido Unidad Nacional y el Movimiento Demócrata Social, que se convirtió en el principal frente de oposición al tercer gobierno de Evo Morales tras las elecciones de 2014. Además, desde el 7 de abril de 2023 es vicepresidente de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe. Pero ha seguido vinculado a los negocios. Dueño de la franquicia de Burger King en Bolivia, Doria Medina también es propietario del edificio Green Tower, ubicado en La Paz y posicionado como el edificio más alto del país.
En la siguiente entrevista por escrito con La Tercera, Doria Medina se refiere a su programa de gobierno, a la crisis económica que afecta a Bolivia, al tiempo que hace una evaluación del rol de Evo Morales y el actual Presidente Luis Arce, y aborda el futuro de las relaciones bilaterales con Chile en caso de ganar las elecciones presidenciales.
Esta es su cuarta candidatura presidencial y aparece como favorito en las encuestas. ¿Siente que esta vez la victoria está más cerca? ¿Por qué?
Sí, por supuesto. Mi propuesta es la misma, pero antes no había las condiciones sociales adecuadas para ella. He propuesto la sustitución del modelo estatista por otra forma de gestionar la economía abierta al sector privado desde hace mucho, pero, como dicen los jóvenes, la gente “no estaba preparada para esa conversación”. Los bolivianos seguían confiando en el Estado productor, porque le iba bien como exportador y era un gran repartidor de rentas. La crisis económica ha hundido a ese Estado y ahora el 90% de la gente quiere un cambio.

Varios analistas creen que estas elecciones pueden marcar el fin del ciclo del MAS en el poder. ¿Cómo lo ve usted? ¿Por qué el partido se presenta tan fragmentado a estas elecciones?
Creo lo mismo. Se acaba el ciclo del MAS por dos razones: primero, porque su propuesta de soberanía económica a través de la propiedad estatal fracasó. Hoy Bolivia es más vulnerable y dependiente que nunca. No tenemos dólares ni para importar carburantes o remedios.
Segundo, por la división del MAS, que se debe a su falta de institucionalidad, a la lucha por el poder entre caudillos y a la personalidad narcisista de Evo Morales.
El Presidente Luis Arce llamó a la unidad de la izquierda ante el liderazgo de la derecha en las encuestas. Pero Evo Morales restó valor a este llamado. ¿Considera que Morales será el gran responsable de la derrota del oficialismo en caso de no instalar a uno de sus candidatos en la presidencia? ¿Morales podría boicotear las elecciones?
Parece que se decantará por pedir el voto nulo y blanco, pues su objetivo es impedir que su exheredero Andrónico Rodríguez despegue electoralmente, y el aumento de ese tipo de votación no le conviene a este. Pero veremos.
Morales es el principal responsable de la derrota de la izquierda por su personalismo y su deseo de reelegirse infinitas veces, pero Arce y su desastroso gobierno también tienen la culpa. La responsabilidad de fondo es ideológica e histórica: recae sobre un modelo inviable, que supimos desde el principio que terminaría tan mal como está terminando.
En una reciente columna de opinión, el analista Carlos Toranzo se preguntaba si el MAS y sus aliados tenían voluntad de entregar el poder en caso de perder las elecciones. ¿Existe el riesgo de un traspaso de poder traumático?
Siempre existen riesgos, pero la mayoría democrática es aplastante. El MAS está de salida y eso es inevitable.
¿Cómo Bolivia dejó de ser un “milagro económico” y se encaminó a la actual crisis, que tiene al país sin dólares ni combustible?
Porque era un “milagro” basado en la extracción de recursos naturales, y en su gasto alocado y corrupto, que solo estimuló el crecimiento durante un tiempo, al costo de perder la oportunidad histórica que significaba esa gran fortuna. Los yacimientos, como usted sabe, tienen la mala costumbre de agotarse. Y el modelo no ejecutó acciones para anticiparse a eso e impedirlo.
Ya lo dije en 2014 y antes, pero no fui escuchado.

Usted ha dicho que la falta de dólares y de combustible es algo que se puede resolver en 100 días. ¿Cómo piensa hacerlo?
Esta crisis es, como todas, por desconfianza. La gente se dio cuenta de que el gobierno había despilfarrado las reservas internacionales, así que retiró sus dólares hasta que los bancos tuvieron que suspender la entrega. Por tanto, si devolvemos la confianza, hay 10.000 millones de dólares en manos del público que volverán a transarse y que darán normalidad al comercio.
Unificaremos el tipo de cambio y eso impulsará a los exportadores a traer sus divisas.
Y reduciremos el déficit fiscal cerrando empresas inservibles (como una de papas fritas que no funciona). Al mismo tiempo, mantendremos las grandes empresas estratégicas.
También resolveremos estructuralmente el problema de los combustibles.
Evo Morales enfrenta cargos de trata y abuso de menores tanto en Bolivia como en Argentina. Al respecto, usted ha advertido que “cuando Evo vea los resultados de la elección se va ir a refugiar a Venezuela o a Cuba”. ¿Cómo piensa evitar que se fugue? ¿Está entre sus prioridades encarcelarlo?
Sí. No voy a entrar en detalles por aquello de “guerra avisada…”. Eso sí, no caeremos en las provocaciones de Morales para que se cause derramamiento de sangre.
En el último tiempo se ha observado una mejora en la relación bilateral entre Chile y Bolivia, incluso algunos candidatos de izquierda bolivianos han planteado la posibilidad de reponer embajadores entre ambos países. ¿Cuáles serán sus prioridades en la relación con Chile en caso de ganar la presidencia? ¿Estaría dispuesto a restaurar relaciones diplomáticas? ¿Qué importancia tiene el tema de la reivindicación marítima de Bolivia en su programa de gobierno?
Nuestro gobierno será de transición y se centrará en los cambios internos que tenemos que hacer. Dejaremos temas de largo plazo, como la reanudación de las relaciones diplomáticas con Chile, para más adelante. Lo que sí le puedo asegurar es que trabajaremos más activamente con Chile para aprovechar nuestra complementariedad económica y para mejorar la situación de nuestros migrantes temporales en Chile. La cuestión marítima seguirá siendo central en nuestra política exterior.

Tras el Acuerdo de Cooperación Migratoria firmado en diciembre pasado, Bolivia aceptó la reconducción de personas no bolivianas, de terceros países, que ingresen de manera irregular a Chile. ¿Cómo evalúa el funcionamiento de este protocolo? ¿Cree que Bolivia puede hacer más para frenar la migración ilegal hacia Chile?
Pienso que este acuerdo ha disminuido sustancialmente la llegada de migrantes venezolanos a nuestro país. No tengo datos, pero esa es la percepción que tengo. En todo caso, lo vamos a mantener.
Los bolivianos somos un pueblo de migrantes y nuestra mayor preocupación será el trato que nuestros connacionales reciben en el extranjero. Los bolivianos migramos para trabajar y no para delinquir. Si en el futuro hubiese cambios políticos en Chile, representaremos los derechos de los migrantes bolivianos en el marco de las leyes internacionales y de las de Chile.
Chile es actualmente el segundo productor mundial de litio. Considerando las reservas de este mineral en Bolivia, ¿ve posibles eventuales alianzas entre ambos países para su explotación?
Bueno, Bolivia todavía no es un productor de litio. Primero tenemos que convertirlo en eso. La estrategia del MAS para el litio ha fracasado tanto como su manejo de la industria del gas. Tenemos que recomenzar prácticamente desde cero. Cuando tengamos una verdadera industria del litio podremos hablar de asociaciones y alianzas con ustedes y con Argentina.
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