"¡Ahí va el hueón, por fin te pillo, maricona culiá!", fueron las palabras que escuchó Carolina Torres (23) mientras caminaba con su pareja y una amiga por la calle Laguna del Inca, en Pudahuel el pasado 13 de febrero. Lo que la joven no sabía es que no se trataría solo de una amenaza, sino que en los siguientes minutos su vida correría peligro.

Eran las 22.20 horas cuando comenzaron las amenazas por parte de los hermanos Miguel Ángel Cortéz Arancibia, apodado "el Cachete" y Reynaldo Javier Cortéz Arancibia, apodado como "el Choco", quienes también iban acompañados de un tercero quien no aparece como imputado por la causa.

Los anteriores hechos relatados forman parte de la audiencia de formalización que se llevó a cabo hoy en el Centro de Justicia, en la que a ambos hermanos se les imputó el delito de homicidio calificado por alevosía, el que tuvo el estado de frustrado, y que suma una agravante por crimen de odio.

Según los hechos reconstituidos por el Ministerio Público, los acusados rodearon a Carolina, y Miguel la amenazó con un palo de gran tamaño mientras lo blandía. Mientras Torres seguía viendo a su amenazante con el arma en la mano, Reynaldo se acerca por la espalda de la joven y la agrede con una patada, con lo que pierde el equilibrio. En ese momento, la víctima es agredida en la cabeza por Miguel con el palo en la cabeza, y mientras ocurría eso, fue golpeada con otra patada por el victimario, con lo que cae al piso, donde sigue siendo recibiendo golpes. Posteriormente los agresores se dieron a la fuga, dejándola en el lugar.

"El ataque habría sido por la expresión de género de Carolina Torres", afirmó el fiscal Jefe de Pudahuel, Eduardo Baeza. "La investigación está bien avanzada. Lo que nos interesa es determinar las secuelas de las lesiones que tenga Carolina Torres producto de la agresión, y existe la posibilidad que resulte con unas lesiones graves gravísimas, cuestión que vamos a determinar en lo que queda de investigación", sentenció el persecutor.

En la formalización se decretó la prisión preventiva para ambos imputados, debido a que representaban un peligro para la sociedad y también representaban un peligro de fuga, sobre todo, por los 57 días que transcurrieron entre la agresión y la detención en los que no pudieron comparecer ante el tribunal, detención que se produjo ayer por personal de la Policía de Investigaciones. Además el juzgado decretó 70 días de plazo para el cierre de la investigación.

Reacciones a la formalización

Desde la familia de Carolina y desde la Fundación Iguales valoraron las medidas cautelares. "La Carola está mejorando lentamente. Solo queremos pedir que la justicia aplique todo el rigor de la ley para que de una vez por todas se respete a las personas. Nadie tiene derecho a agredir a otro porque no le gusta como es", señaló Marianela Urbina, madre de la víctima, quien no asistió a la formalización porque estaba acompañando a su hija en terapia.

Por su parte, la directora de educación de Fundación Iguales, Isabel Amor, afirmó que "llevamos casi dos meses esperando este momento. La formalización da inicio al proceso penal, que esperamos que termine aplicando las agravantes que corresponden por ser un crimen de odio".