Nacional

El ambicioso plan de Valencia para reformar la persecución de delitos en la Región Metropolitana

El fiscal nacional notificó a los fiscales regionales de las jurisdicciones capitalinas que tiene la intención de unificar las cuatro fiscalías locales de flagrancia. La máxima autoridad del Ministerio Público dio hasta septiembre para que los persecutores presenten una propuesta.

Foto: Juan Farias /La Tercera Foto: Juan Farias

Hace varias semanas el fiscal nacional Ángel Valencia se reunió con las cuatro jurisdicciones del Ministerio Público que son parte de la Región Metropolitana.

En esa cita, Valencia notificó a los fiscales regionales Marcos Pastén (Occidente), Xavier Armendáriz (Centro Norte), Lorena Parra (Oriente) y Héctor Barros (Sur) que tiene la idea de reformar el modelo de persecución de delitos flagrantes y hacer una fusión –ya sea orgánica o funcional– de las cuatro fiscalías locales que se hacen cargo de este tipo de ilícitos.

Esos son los equipos –uno para cada Fiscalía Regional– que se hacen cargo de todos los delitos que están ocurriendo en el momento, es decir, son los fiscales y abogados asistentes que toman los casos en sus primeras 24 horas, se constituyen en el sitio del suceso, decretan las diligencias iniciales, y solo después de eso derivan las investigaciones a las fiscalías locales pertinentes.

Para su plan, el fiscal nacional dio un plazo de 60 días. En el horizonte de Valencia, quiere conseguir con las unidades de flagrancia lo mismo que hizo al crear el Equipo Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) para perseguir delitos cometidos en contexto de criminalidad organizada, como los homicidios y secuestros.

Respecto de los equipos de flagrancia, Valencia sabe que, si bien se dedican a lo mismo, dependiendo de cada jurisdicción, los criterios para perseguir un mismo delito pueden cambiar debido al comportamiento específico de ciertos ilícitos por zona geográfica y el tipo de víctimas.

Por ejemplo, la zona Oriente es conocida por pasar los hurtos faltas por control de detención. Con eso, la jurisdicción consigue términos de causas y se mejoran ciertas cifras de desempeño. Ese mismo delito, por tratarse de una falta menor, en otras jurisdicciones no pasa a control de detención, como ocurre en la zona Centro Norte.

Fuentes de la Fiscalía Nacional comentan que Valencia aún no ha tomado una decisión respecto de esto, sino que lo que pretende es explorar fórmulas para luego hacer la evaluación y los análisis respectivos.

Por eso su primer paso fue darles la posibilidad a los regionales metropolitanos para que hagan una propuesta de diseño durante septiembre. Ese trabajo, a su vez, está siendo apoyado por la División de Estudios que dirige Ana María Morales, y también la Unidad de Planificación que era comandada por Simone Hartard.

Los distintos equipos de fiscales de flagrancia y los respectivos persecutores regionales ya echaron a andar la idea de Valencia. Como todo cambio al interior del Ministerio Público, siempre se desatan resistencias.

Sin embargo, Valencia pone como ejemplo lo virtuoso que ha sido el equipo ECOH, o por ejemplo lo que ocurre en la macrozona norte, desde Arica hasta Coquimbo, donde ya cuentan con turnos de instrucción mediante los cuales todas esas jurisdicciones operan mancomunadamente.

Además, agregan desde la Fiscalía Nacional, esta iniciativa seguiría la lógica que impulsó la creación de la Fiscalía Supraterritorial –ley que fue despachada por el Congreso y está a la espera de la luz verde del Tribunal Constitucional–, ya que los delitos son móviles y pueden incluir varias comunas.

Junto con la idea de impulsar la unificación de todas las flagrancias metropolitanas, Valencia quiere reforzar que todas las comunas de la capital usen la Bitácora Web Nacional, un software que registra en línea los procedimientos de flagrancia y que permite mejorar la comunicación entre la Fiscalía, Carabineros y la PDI.

La idea es que la unificación de las fiscalías de flagrancia permita mejorar los criterios en la persecución de delitos comunes, pero graves como robos con violencia, portonazos y los homicidios que no están vinculados al crimen organizado.

Mientras corre el plazo impuesto por Valencia, los fiscales están revisando los modelos que existen actualmente. Así, cuentan fuentes de la Fiscalía, se han rescatado buenas experiencias; como la fórmula de flagrancia que tiene la Centro Norte bajo el mando de la fiscal Macarena Cañas, quien tiene un modelo de servicio de 24 horas, con rondas diurnas y nocturnas con administrativos de turno acompañados de un fiscal y abogado asistente durante las 12 horas de instrucción. Otro de los ejemplos positivos es lo que ocurre en la jurisdicción Oriente con el fiscal Francisco Lanas.

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